Amor Puro

Capitulo I.- LA SALVACIÓN

- ¡Haz algo por él, Hermione, no permitas que se muera, por favor! – suplicaba con dolor y franco miedo - ¡Severus, por favor, lucha! ¡No puedes morir! – cuantiosas lágrimas rodaban por sus mejillas, mientras Hermione lograba detener la hemorragia producida por la mordedura de la serpiente, y Ron no comprendía por que su amigo le rogaba al profesor de pociones que viviera sabiendo que había traicionado a la Orden del Fénix, había asesinado a Dumbledore y se había unido a Voldemort, ni por que le llamaba por su nombre.

- ¡Deja que muera! – le gritó el pelirrojo, los otros dos le miraron sorprendidos.

- ¡No!, aun no puedo explicarte pero lo sabrás, Ron, sabrás por que, a pesar de todo, quiero que viva – le dijo a su amigo tomando la mano del herido.

- Hay que llevarlo a otro lugar – señaló Hermione, se daban cuenta que aquello no era sencillo.

- ¡Un elfo! – dijo Ron

- ¡Kreacher! – nombró Harry, y sin demora un sutil plop sonó en la habitación.

- ¿Para qué necesita a Kreacher , el amo Harry Potter? – dijo con voz amable y una ceremonial reverencia.

- Lleva al profesor Snape a ... - se detuvo al pensar que ningún lugar que conocía era seguro.

- En Grimmauld Place estará seguro, amo Potter, Kreacher cuidara de él – le dijo el elfo, quien admiraba la generosidad y bondad de Harry, no dudaba que salvar a aquel mortifago tenía un propósito.

- Gracias, Kreacher, entonces llévalo a Grimauld Place y haz lo necesario para que mejore – la criatura afirmó con la cabeza, se acercó a Snape, le tomó de la mano y en un "plop" desapareció.

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Severus despertó tras varias horas de inconsciencia, al abrir los ojos se dio cuenta que no sabía donde estaba, el hecho de estar acostado en una cama vestido con un pijama y cubierto por sábanas le confundían. Se esforzó por recordar y la imagen de Voldemort y luego Naginni le recordaron la mordedura en su cuello; luego vio a Harry a quien le entregó sus recuerdos y cuya última imagen era los ojos del muchacho, aunque unas palabras resonaban en su mente "¡Severus, por favor, lucha! ¡No puedes morir!". Se llevó la mano al cuello y notó que tenía un vendaje, intentó levantarse pero el dolor le hizo desistir.

- ¿Dónde estoy? – dijo en voz alta sin haberse percatado que una pequeña criatura estaba sentada en un sillón próximo.

- La Mansión Black, profesor Snape, el amo Harry Potter me pidió que lo trajera y cuidara de usted – le contestó el elfo.

- ¿Harry? ¿Dónde está? – preguntó con temor.

- Aún en Hogwarts, señor, ¿el profesor quiere que Kreacher le traiga algo de comer? – el elfo había permanecido todo el tiempo junto al hombre.

- Debo ir a Hogwarts – dijo el mago, volviendo a intentar enderezarse, pero el dolor podía más que su férrea voluntad.

- Descanse, el amo Harry no querrá que le permita salir – le advirtió la pequeña criatura.

- ¡Maldición, tengo que ir a ayudar a Potter! – decía con desesperación.

- Profesor, descanse, Kreacher no le permitirá que mueva siquiera un dedo fuera de esa cama o de esta casa – el elfo estaba perdiendo su paciencia.

- ¡Kreacher, ayúdame, Potter puede estar en peligro! – el mago se agitaba en la cama, la criatura cansada de la insistencia del pocionista chasqueó los dedos y el resultado fue que el hombre se quedó progresiva y profundamente dormido.