Mi Ángel (#2)

二

—¿Vas a seguirme toda la vida hasta que acepte? Ya te dije, acompáñame a la academia y hablas con él.

—Pero estoy ocupado a esas horas, ¿no puedes hacerme ese favor?

Taeyong suspiró, cansado. No quería molestar tanto a mi amigo, pero era la única manera de conseguir lo que quería.

—Bien, pero invitaré a todos, no solo a Sicheng.

—Gracias —salté sobre él y lo abracé. Era imposible contener mi sonrisa—. Juro que invitaré a tu enamorado.

Su rostro se volvió completamente rojo mientras me alejaba.

...

Después de invitar a varias personas, divisé a mi amigo gigante entre la gente y corrí hacia él.

—¡Johnny!

Se detuvo y me observó con una sonrisa algo cansada, la universidad lo tiene mal. Cuando llegué a su lado, continuamos nuestro camino hacia el edificio.

—Nos reuniremos en un karaoke con los chicos. Espero que estés ahí y no llegues tarde por tus proyectos.

—El próximo año comienzo con la tesis y estamos empezando con la preparación, además de que debo tener todas las materias aprobadas para comenzar, no quiero atrasarme más tiempo. Sabes que no es un simple capricho quedarme estudiando.

—No te vendrá mal un pequeño descanso.

Johnny seguía en negación, pero no iba a rendirme.

—Vamos, debes venir...

—Debo terminar unos trabajos para la universidad.

—Estuviste toda la semana trabajando, mereces un descanso de unas horas.

Exhaló todo su cansancio antes de volver a hablar.

—¿Irán muchas personas?

—Nos reuniremos con los chicos que conocimos en el cumpleaños de Taeyong.

Asintió con lentitud, aunque parecía estar en trance.

—De acuerdo, me convenciste.

¡Wow! ¿Qué fue ese cambio repentino? Decidí no tomarle importancia, todavía, y enfocarme en mi misión.

—Genial, pasaré por ti a la tarde.

Me alejé sonriendo. Aún debía invitar a más gente.

...

Pasé por John y lo arrastré fuera de su habitación antes que se arrepintiera. Su rostro me indicaba que podía escaparse en cualquier momento.

Aunque quise llegar temprano, me fue imposible. Después de varias caritas enojadas, Taeyong me escribió que ya habían reservado un lugar y estaban ahí esperando a los demás.

—Al parecer, ya pidieron una habitación. Ven.

Lo tomé de la muñeca y lo llevé conmigo. Sentía mis manos sudar y los nervios me estaban dominando. Había esperado toda la semana este día.

Al entrar, recorrí mi mirada entre todos los presentes, pero los chicos iban y venían por lo que no lograba verlos a todos.

Taeyong y Jaehyun pasaron frente a mí, charlando alegremente. Lo siento, pero esto es más importante.

Sujeté el brazo de Taeyong y lo atraje hacia mí. Su rostro de susto se transformó en molestia por interrumpir su momento.

—¿Y el resto?

—En primer lugar: ¡Hola!, ¿cómo están? —contestó, fingiendo una sonrisa. Jaehyun volvió junto a Taeyong al notar que no estaba a su lado, y Tae se relajó un poco al sentirlo nuevamente junto a él—. Y ahora sí, te contesto. Están llegando, pero la persona que te interesa ya está aquí.

Taeyong señaló al otro lado de la habitación y la emoción se hizo presente en mi estómago, obligándome a sonreír.

Volví a sujetar a mi amigo y sin perder de vista a Sicheng, me acerqué a él.

Cada paso que daba, sentía que Johnny se resistía un poco más, pero logré llegar a destino.

Sicheng estaba alegremente hablando con Ten, pero al verme llegar, me sonrió con esa dulzura que solo él podía tener. Sin perder tiempo, solté a mi amigo y me ubiqué a su lado.

Comenzamos a charlar entre los dos mientras el resto del grupo comenzaba con el karaoke.

Toda mi atención estaba centrada en él y en lo hermoso que se veía con las luces del lugar.

Descubrí que íbamos a la misma universidad y nunca nos cruzamos. Tiene un poco de sentido teniendo en cuenta que estudia en otro edificio y es más joven que yo. Pero aún así estaba molesto con el destino por habernos cruzado tan tarde.

Alguien gritó el nombre de Sicheng instándolo a cantar. Sus orejas se pusieron rojas y comenzó a negar con timidez.

—¿Por qué no? Me gustaría escucharte cantar —le sonreí intentando darle ánimos. Volvió a sonrojarse y llamó a su amigo para que lo acompañara.

—¿Y? —la voz de Johnny a mi lado me sobresaltó— ¿Quién es? Te ves muy interesado en él.

—Es Sicheng, y cierra la boca, quiero escucharlo.

No me cansaré de repetir que era un ángel, y escuchar su voz no hizo más que confirmarlo.

Mi corazón se estrujó en mi pecho y el cosquilleo de mi estómago se intensificó. Los demás alentaban al par, dando gritos o uniéndose a los coros, y eso hacía que su sonrisa y timidez se intensificaran.

Nuestras miradas se cruzaron e intenté sonreírle para darle ánimos, pero me fue imposible hacerlo más de lo que ya lo hacía.

Recibí su bonita sonrisa como respuesta y continuó cantando con más seguridad.

No podía creerlo, estaba cayendo totalmente por él.

Pero ¿quién no lo haría?

Cuando regresaron a nuestro lado, le pedí su número de teléfono; no cometería el mismo error que la última vez. Pero jamás me sentí tan nervioso en pedir un número a alguien.

¡Feliz Navidas! (como dice el bebu YangYang) o Felix Navidad 😎

Espero que sea un hermoso día para ustedes 💚