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Cuando lo última clase llegó a su fin, corrí a mi habitación. Dejé mis cuadernos tirados sobre el escritorio y me arrojé sobre la cama. Extrañaba a mi ángel, necesitaba ver su carita tierna, sus ojitos brillantes, escuchar su risa tan divertida y sentir su calor.

La enorme cantidad de proyectos que nos daban en las clases nos consumía todo el tiempo libre, además de todas las horas que pasaba Sicheng en la academia. Apenas nos habíamos visto en las últimas tres semanas.

Mis ojos comenzaban a cerrarse, teniendo en mente la imagen de mi novio. Tal vez así soñaría con él, tal vez así podría verlo aunque sea un momento.

Mi mente comenzó a reproducir aquella canción con la que lo vi bailar la primera vez. Esa canción que agregué a mi lista de música y ya había escuchado tantas veces. Y como siempre, veía a la perfección los movimientos de su cuerpo.

Estaba tan inmerso en el sueño que escuchaba también los aplausos de la gente. El sonido se hacía cada vez más fuerte y rápido. Tal vez era mi corazón emocionado ante la danza de mi ángel.

No, ese ruido...

Ese ruido no eran los sonidos graves de ninguna canción, ni pasos de baile sobre suelo de madera. Tampoco eran aplausos o el latido de mi corazón...

Salté de la cama cuando entendí que el ruido venía de mi puerta. Al abrirla, me encontré con el hombre de mis sueños, sonriéndome con dulzura.

Hizo una seña hacia alguien del pasillo y Ten se acercó corriendo.

—¿Cuánto ibas a tardar? Ya estaba volviendo a mi habitación —Sicheng rió a las palabras de Ten, haciendo a mi corazón saltar de emoción.

—¿Hace mucho están llamando a la puerta? —me aparté para dejarlos entrar pero ambos negaron con prisa.

—No mucho, en realidad. Pero como no había respuesta, creímos que no estabas.

—Estaba casi dormido y el golpe parecía estar dentro de mi sueño.

—Lo lamento, no quería despertarte —Sicheng, que hasta el momento se mantuvo en silencio, parecía realmente apenado por interrumpir mi siesta.

—En realidad, te lo agradezco, tendría que estar trabajando en mis proyectos, no durmiendo. Quien sabe a qué hora iba a despertarme si no.

—Bien, basta de miraditas y sonrisitas. Vinimos por algo importante.

Sicheng asintió, y me entregó un sobre de papel verde. Miré con recelo a las dos personas frente a mí antes de revisar el contenido.

—Son entradas para nuestra presentación. Aun no las están vendiendo, son las que nos dan a nosotros para invitar a alguien. Quise traerla lo antes posible para que pudieras organizar tu tiempo y tengas ese día libre. —Después de tanta explicación, Winwin bajó la mirada y murmuró con suavidad las últimas palabras, que con el silencio del pasillo pude escuchar a la perfección—Me gustaría verte ahí.

—No me lo perdería por nada —le respondí, sonriendo aún más al ver su felicidad. Ten se aclaró la garganta para llamar mi atención.

—Tal vez te distrajiste con la belleza de mi amigo, pero hay dos entradas. La otra es para Johnny, quiero que lo lleves.

—¿Y por qué no se lo das a él?

—Es una sorpresa —murmuró, con un leve sonrojo en sus pómulos.

—Pero él sabe que bailas.

—Sí, pero no sabe de la presentación. Y sus horarios de cursada coinciden con mis horarios de la academia, así que tampoco sabe que estoy todo el tiempo ensayando.

—De acuerdo, yo me encargo de arrastrarlo.

Ambos me sonrieron y comenzaron a alejarse. Pero antes de que pudiera dar otro paso, retuve a Sicheng y me acerqué a su oído para susurrarle.

—¿Puedo reservar el resto de ese día para mí? —Giró su rostro hacia mí con una preciosa sonrisa y dejó un pequeño beso en mis labios.

—Claro, después de la presentación soy todo tuyo.

Solté su mano y siguió a su amigo. Sentí el calor en mi rostro ante sus palabras, sobre todo por el brillo particular que vi en sus ojos.

Mordí mi labio intentando contener un poco mi sonrisa, pero era imposible.

...

—Me invitaste a cenar, pero ¿no es temprano? Almorcé hace una hora.

—Es verdad —¿por qué soy tan malo con las excusas?—. Entonces acompáñame, sin preguntas ni arrepentimientos.

—Que digas eso me genera muchas preguntas y arrepentimiento.

Sin dejarlo hablar más, lo arrastré camino al teatro. La academia donde asistían tenía su propio teatro que, por supuesto, tenía una entrada diferente a la sala de ensayos. Estaba seguro que para John era la primera vez en ir, al igual que para mí.

Lo obligué a subir las escaleras y nos colocamos en la fila donde recibían las entradas.

—¿Vamos a ver un espectáculo?

—Dije sin preguntas.

—Oh, vamos. No te cuestioné nada durante el camino.

—Sí, veremos el mejor espectáculo del mundo. Y obtuve las entradas gratis.

—No comentaré nada al respecto. ¿Por qué no viniste con Winwin?

—¿Acaso no puedo salir con mi mejor amigo?

Johnny suspiró con fuerza antes de reír. La fila comenzó a moverse y rápidamente llegó nuestro turno. Nos ubicaron en una quinta fila, en los asientos centrales. A la altura perfecta para verlos de cerca sin que se corten sus pies.

Sicheng me había comentado que no estaríamos al frente porque en realidad no son muy buenos asientos, y ahora entendía por qué. Desde donde estábamos se veía a la perfección el suelo del escenario, así que veríamos cada uno de sus pasos por completo.

Johnny se mantenía tranquilo en su asiento, esperando el mejor espectáculo de su vida. Y entonces recordé que jamás le envié el video que había grabado de su novio. Aunque fue algo bueno, sería una completa sorpresa el baile de Ten.

El teatro comenzó a llenarse. Crucé miradas con Jaehyun unos asientos más lejos y nos saludamos con la mano. Poco después aparecieron Doyoung y Jungwoo de la mano y se ubicaron en la fila delante de nosotros. Por suerte, Ten tuvo precauciones y todos sabían que era una sorpresa para John, así que solo era una "casualidad" que estuvieran todos en el mismo lugar.

Creí ver al hermanito de Doyoung y sus amigos, pero tomaron asiento bastante alejados de nuestro lugar, así que no les di más atención.

Las luces de la sala comenzaron a apagarse y el silencio aparecía poco a poco. Estábamos casi en completa oscuridad cuando las luces del escenario recorrieron partes del público mientras el telón se abría lentamente. Después de unas cuantas vueltas y dejarnos ciegos, los focos se detuvieron en el escenario, revelando una silueta.








¡Ya llegamos al capítulo diez! Muchas gracias por sus votos y comentarios 💕 me dan muchos ánimos y sonrisas.

Son quince capítulos en total, y luego continúa la historia de la pareja Jaeyong ♡

Quería avisarles también que estoy intentando adelantar todo lo posible las otras historias (serán cinco en total). Me gustaría tener todo ya escrito y poder publicar más seguido, pero hay veces que la inspiración se escapa de mí.

De cualquier manera, gracias por estar siempre ahí 💕

Mi Ángel (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora