11 ROSAS

DIARIO

15 - Septiembre

Hoy he conocido a la chica más maravillosa del mundo. Ya empezamos las clases y ella está en la mía. No quería fijarme, pero no pude evitarlo. Tiene un pelo negro rizado increíble, sus ojos azules verdosos son de morirse, y su cuerpo está para mojar pan. ¡Buf!

Es nueva, viene de Venezuela, y tiene un acento tan dulce que cuando lo oí por primera vez fue como beber un veneno de efecto lento que se coló por cada rendija de mi cuerpo y me hizo temblar de los pies a la cabeza. ¡Menuda tía! María Fernanda. Nombre de telenovela para una mujer de película. Creo que toda la clase está embobada con ella. Y yo... yo me rendí cuando dijo las primeras palabras: un simple buenos días pronunciado con su dulce voz venezolana.

Se acercó a mí y, como siempre, tuve que cagarla. Me vio sentada en la esquina de la clase, supongo que pensaría lo que todos: que soy el bicho raro. Pero ella se acercó igual. Supe que venía por el tintineo de las cadenas que llevaba en la garganta. Eran tres: una finísima, de plata, en la que colgaba un anillo; otra más gordita, seguramente del mismo material, con una enorme cruz labrada y con detalles azules; y la tercera, un cordón en el que descansaba una daga rodeada por una serpiente.

Cuando se paró a mi espalda, la última chocó con las demás y me avisó de que ya estaba a mi lado. Me giré y la recorrí de arriba a abajo, con la mirada indiferente que me caracteriza, pero con el corazón a mil por hora. Me preguntó por el taller de teatro y mi corazón dio un vuelco. Pero sólo le gruñí que las pruebas empezarían esta tarde y que acabarían el viernes. ¡Seré idiota! Pero, de todas formas, esta tarde ni se pasó por aquí. ¿Pero, quién sabe? Quizás aparezca mañana.

16 - Septiembre

¿Por qué tuvo que ilusionarme preguntándome por el grupo de teatro si no tenía pensado pasarse a las pruebas? Además, este año yo soy la directora y la guionista. Habría sido entretenido poder mandarle hacer de Julieta mientras yo hacía de Romeo en mi nueva versión. Pero bueno... Paso de ilusionarme, porque mañana tampoco va a venir.

El que sí pasó fue el imbécil de Marcos, que decía que le hacía ilusión hacer de Romeo. Pero va de culo. Si supiese cómo va a ser la adaptación. Es el guaperas de clase. No sé por qué viene. Seguro que me preparan alguna jugarreta. Pero me da igual, necesito chicos y es de los pocos que se presentaron. Así que tengo que admitirlo. ¡¡¡¡Y DAR CLASES INTENSIVAS DE INTERPRETACIÓN LOS PRIMEROS DÍAS!!!!

17 - Septiembre

¡¡Sí que vino!! Apareció por la puerta con cara de niña perdida y se asustó cuando la mandé pasar. Además, ya no se presentó nadie más en todo el día, así que me pilló trabajando en el guion. Me confesó que tenía la mala costumbre de dejarlo todo para última hora. ¡Qué cielo es!

Le entregué el texto y se lo memorizó enseguida. Se subió al balcón y yo le hice de Romeo. Fui trepando hacia ella. Mi corazón iba latiendo más y más deprisa. A punto estuve de besarla, si lo hubiese dicho el guion... Soy cobarde, no puedo remediarlo. Pero ahora ensayaremos juntas dos días a la semana, tendré tiempo de estar cerca de ella. Ha resultado ser una excelente actriz. Justo lo que necesitaba.

29 - Octubre

Esto más que un diario parece que va de mes en mes. No es de extrañar que hayan pasado tantas cosas. Para empezar: Marcos. No me tenía ninguna jugarreta preparada. Resultó ser bastante bueno como actor. Pero es tan imbécil que siempre tiene que molestar. Parece que a María Fernanda le hace mucha gracia ese idiota.

Siempre lo mira. Y yo la miro a ella. Analizo cada uno de sus movimientos; cada gesto, cada mirada, cada palabra... Me gusta memorizarlos, sobre todo cuando se los dirige a él, para poder recordarla después. Imagino que cada vez que se sonroja, que cada vez que suspira, es por mí y no por él. Pero no lo es y nunca lo será.