El día que comenzó nuestra amistad

131 23 4
                                    

Los rumores corrían muy rápido y no estaba seguro si creerlos. Baekhyun se había graduado el año anterior, por lo que nadie iba a encontrarlo en el campus y era más difícil saber si realmente él y Tae habían terminado.

No éramos amigos, no podía preguntarle. Y sería cruel sacarme esas dudas con Doyoung, además de que siempre los veía peleando y no quería agravar su relación.

—¡Hey! Chico bonito de hoyuelos.

Me detuve en seco ante esas palabras. Se refería a mí, ¿verdad? Me volteé, encontrándome con un chico de cabello azabache y sonrisa de príncipe acercándose a mí. Su rostro me parecía familiar, pero no estaba seguro de quién era.

—¿Me hablas a mí? —El chico soltó una carcajada.

—Pues sí, no hay nadie más, y menos con esa descripción —estando más cerca de él, pude notar que su sonrisa parecía bastante tensa y su mirada se veía muy preocupada.

—¿Qué sucede?

—Eres amigo de Taeyong, ¿cierto?

—Bueno... —dudé un poco, la verdad es que no hablamos desde aquella vez en el pasillo—. Lo conozco.

—Bien, bueno —su nerviosismo se me estaba contagiando, no sabía con qué podía salir este chico—. Te ruego que no le digas a Taeyong. ¿Has visto a su hermano, Xiaojun?

Y en ese momento recordé dónde había conocido al chico frente a mí.

—Por cierto, soy Hendery, su compañero de habitación.

—Ahora te recuerdo. ¿Está en problemas? ¿Se escapó?

—No, no es nada de eso. La verdad es que hay varias personas que lo acosan para preguntar cosas sobre su hermano. Y escuché a un grupo decir que se lo llevarían para que Taeyong vaya a buscarlo y así poder verlo en persona. Realmente espero que sea otra cosa, pero no contesta su teléfono, ni siquiera a mí.

—Entonces hay que apresurarnos antes de que contacten a Taeyong.

Hendery asintió con preocupación. Comencé a caminar hacia los lugares donde tal vez podían llevárselo y su amigo me siguió de cerca.

—Si hay algún lugar que hayas revisado, avísame. Sigue llamándolo y dime si te contesta. ¿Alguien más sabe de esto?

—Estaba buscando a John cuando me encontré contigo. No le dije a nadie más.

—¿Hace cuánto desapareció?

—Media hora, él salió del aula a tirar un paquete de comida vacío y no volvió por cinco minutos. En una situación normal no me preocuparía, pero después de escuchar esas cosas... Busqué en los baños, en el comedor y en nuestra habitación.

Él continuaba llamando una y otra vez mientras me explicaba toda la situación. Me asomé al gimnasio vacío y antes de volver a alejarme, escuché algo.

¿Música? En un instante se cortó y vi a Hendery alejar el teléfono de su oreja.

—Llama de nuevo —mi insistencia pareció sorprender al muchacho y se acercó a mí mientras los tonos de su teléfono comenzaban.

Y la música también.

Corrimos hacia los vestidores. El sonido retumbaba por toda la habitación, aún así fue fácil identificar su procedencia. Pero estaba solo el aparato, sobre una banca.

—¡Maldición! —escucharlo insultar de esa forma me generó más pesar. El teléfono era la única forma de acercarnos a él y ya no era viable. Pero en ese momento lo entendí. Me acerqué a él para susurrarle.

—¿Él dejó su teléfono aquí?

—No, lo tenía con él antes de separarnos —murmuró de vuelta. Tomé su brazo y salimos del vestuario, procurando que nuestros zapatos hicieran mucho ruido contra el suelo.

Una vez fuera, me los quité y le pedí a Hendery que se mantuviera en silencio. Regresé sobre mis pasos, esta vez atento a cualquier sonido del lugar y procurando no hacer ruido.

Pero nada. Revisé cada ducha y rincón, pero nada.

—¡Chico lindo! —Hendery apreció, aún susurrando, pero bastante alterado—. Creo que escuché algo en el depósito.

Sin esperar mucho más, me coloqué los zapatos y fuimos directo donde Hendery había dicho.

Y efectivamente, se percibía un leve murmullo desde afuera. Bien, debíamos entrar en calma y parecer intimidantes, la puerta estaba entreabierta así que no hacía falta hacer escándalo.

—¿¡Qué creen que hacen!?

Antes de entender qué pasaba, Hendery abrió las puertas de una patada, asustando a todos. Era una suerte habernos encontrado a los chicos que tenían a Jun y no una parejita teniendo un momento íntimo.

Reaccioné y entré al lugar mientras Hendery corría hacia su amigo.

—Creo que les preguntó algo. ¿No están grandes para hacer estas tonterías? —El enojo y la vergüenza era muy visible en el rostro de los chicos y chicas que estaban ahí—. Espero que no vuelvan a molestar si no quieren problemas. No olvido ningún rostro. Y tienen suerte que Taeyong no los haya visto, porque esto lo haría enojar, y mucho.

Eso fue suficiente para que comenzaran a escaparse. Por suerte no eran matones, porque nos superaban en número y hubiésemos perdido incluso sin dar pelea.

—¿Estás bien? —me acerqué a los chicos que estaban tranquilamente recogiendo cuadernos del suelo.

—Sí, gracias —murmuró Xiaojun avergonzado.

—¿Por qué no te escapaste o algo? —Hendery se veía molesto, pero estaba seguro que no con su amigo, sino por la situación y su "incapacidad" de cuidarlo.

—Por esto —Xiaojun se acercó a un rincón y tomó lo que parecía un estuche de guitarra—. Si me iba, gritaba o intentaba algo, iban a romperla. Y de cualquier forma, ellos simplemente querían que me quedara hasta que aparezca mi hermano, además de la amenaza contra mi guitarra, fueron bastante amables.

—Por el amor de... ¿qué pasó?

Todos nos giramos hacia la puerta al escuchar la voz de Taeyong. Se veía completamente preocupado, se acercó y envolvió entre sus brazos a su hermano, asfixiándolo contra su pecho.

—Estoy bien... —Jun se alejó, algo sonrojado.

Taeyong se acercó a Hendery para agradecerle, tocando su cabeza como si fuera un niño pequeño. Después dirigió su mirada hacia mí antes de tocar mi cabeza de la misma forma. Su risita ante la extraña situación me hizo sonrojar.

Los dos amigos salieron primero mientras Tae y yo nos manteníamos estáticos. Su sonrisa desapareció y su mirada intimidante hizo temblar mi cuerpo.

—Supongo que viste a los idiotas que le hicieron esto a mi hermanito. Quiero sus nombres.

Asentí, anonadado por sus cambios de expresión y voz. Estaba totalmente encantado con este chico, y antes de perder la oportunidad, pedí su número.

Aunque la excusa de darle los nombres era válida, pronto los mensajes de información se transformaron en "buenos días" y "buenas noches" o "salgamos a tomar algo", finalmente convirtiéndose en "eres un gran amigo".

Y dolía, dolía como la mierda. ¿Así se sentía Doyoung conmigo?





¿Con quién shippean a Yuqi? (Que no sea Lucas, él ya tiene una pareja asignada 🤭) Puede ser hombre o mujer, es para una tarea 👀

Mi Excepción (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora