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-- Hermano, pero-- Fue interrumpido por el ojiverde.

-- Jim, nuestro padre ya cumplió con su país hace años, es momento de que yo también lo haga. Por favor, déjame tomar el lugar de nuestro padre. Claire no estará sola

-- ... Bien, pero dudo que él quiera eso

Cuando las cosas se quieren dar, se van a dar. El destino le encanta jugar. Pasaron dos días desde la plática, Jim y Stricker se estaban alistando para irse, pero en una de esas, el mayor subió al ático para sacar algunas cosas y al pisar mal las escaleras se tropezó. Al llevarlo al hospital notaron que se había roto una pierna, así que de inmediato Lon aprovechó el momento para decirle a su padre que no se preocupara, que él iría en su lugar. Al principio Strikler se había negado, pero luego lo pensó bien y aceptó que su hijo acompañara a Jim.
Lon preparó sus maletas y se despidió de su hermana, Claire no se iba a quedar con los brazos cruzados y llamó a sus amigos para que ellos se enteraran de lo ocurrido. Todos los amigos fueron a la casa de Lon para despedirse.

-- No puedes irte, es peligroso-- Mary lo miró con nerviosismo reflejado en su rostro.

-- Tengo que ir

-- Por favor cuídate, cuídense ambos-- Cloe miró a los dos hermanos.

-- Podremos acompañarte, algunos tenemos dieciocho años-- Interrumpió Kiet.

-- No, no hagan eso. Ustedes no deben arriesgar su vida por ir a mi lado, me ayudarían mucho refugiándose y manteniéndose a salvo. Cuando regrese los invitaré a una comida en un restaurante que acaba de abrir aquí

-- Más te vale-- Fenzy lo abrazó.

-- Por favor, regresa a salvo-- Aja abrazó a Lon.

-- ¿Acaso dudas de mi?-- Bromeó.

-- Nunca

La albina retrocedió con una pequeña sonrisa en su rostro mientras se quitaba las pocas lágrimas que salieron. Krel sólo lo miraba con sus ojos cristalizados, todos se habían despedido menos él, no quería aceptarlo, no quería aceptar que Lon se iría lejos sin alguna certeza de que volvería bien.

-- Krel...

-- Yo... Perdón, no puedo-- Retrocedió, rechazando el abrazo del ojiverde-- ¡Prometiste estar conmigo! -- Se fue corriendo. Él sabía el problema grave que estaba pasando el país, sabía que los soldados con poca experiencia los llevan a su muerte. Sólo para cansar a los enemigos y así los soldados reales puedan hacer su trabajo, no quería perderlo.

-- Lo siento, mi hermano realmente te aprecia. Iré por él

-- No, descuida. Será más doloroso para él, déjalo. Vendré pronto

-- ...-- La albina lo miró y asintió.

El moreno estaba sentado dentro de la casa del árbol, estaba abrazando sus rodillas mientras lloraba ¿eso era todo? ¿No lo volvería a ver? No, quería hacer algo al respecto, no sé iba a quedar así, no señor. Se levantó, tomó una laptop que estaba ahí y comenzó a buscar. Era obvio que no podía alistarse como soldado para la guerra, tenía nulo conocimiento en defensa y armas. Siguió investigando hasta que algo le llamó la atención, también se solicitaban chicos mayores de dieciocho años con conocimiento amplio en física y matemáticas para la elaboración de instrumentaria que ayude al país. Era como un anillo que le quedaba a la perfección, bueno, casi. Él tenía diecisiete años apenas, aún así iba a inscribirse. Tenia un amplio conocimiento en esos temas y si plan eraimoresionar a los que los reclutaba para así poder entrar ¿Era una ide estúpida? Claro que lo era, pero las personas son capaces de lo imposible por amor.
Pasó un rato y el chico seguía en la laptop, Aja apareció en la casa del árbol, el moreno trató de quitar la página, pero por los nervios del momento solamente agregó otra pestaña al navegador.

.-- 𝙢 𝙞 𝙚 𝙙 𝙤  𝙖  𝙥 𝙚 𝙧 𝙙 𝙚 𝙧 𝙩 𝙚 ⃨⁙⃟🌹.-- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora