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Cinco de la mañana, los novatos empacaban sus cosas y se iban en camionetas diferentes. Entre uno de ellos, Lon y Jim estaban ahí. Krel sólo miraba desde su habitación, por la ventana que daba hacia los vehículos, como uno por uno se iban, sabiendo que su amado estaba en uno de esos. Con tristeza en su rostro y un gran dolor en el corazón, se despidió a lo lejos. No pudo verlo, pero aún así quería pensar que estaba con la mirada en alto y seguro de que volvería.

[...]

Mientras Lon lo daba todo en el campo de batalla, ayudando a sus compañeros y a su hermano para evitar que murieran ahí, el moreno estaba de un lado a otro ayudando con las armas y equipos más especializados para los soldados. Gracias a un cálculo que hizo, lograron crear una bomba química que les ayudaría para asegurar la victoria. Ganó una medalla de reconocimiento y de inmediato pusieron en marcha la fabricación de ésta. La bomba no era mortal, pero podía cegar temporalmente a los oponentes y dejarlos vulnerables. Sólo las ocuparon en caso de emergencia, aún así fue un gran logro para él. Le escribió una carta a su madre, quien ya sabía de su logro, ya que en el periódico dalia el nombre de su hijo. El orgullo que sentía sus dos madres junto a su hermana era gigante. Al ver a su familiar en la tele. Al ver a su hermano, le dio fuerzas a la albina para seguir las recomendaciones que él le daba. Seguiría su corazón y no viviría como alguien que no es, ni escondería lo que siente nunca más.
También  el chico le mandaba cartas a su amado, quien al momento de tomar las cartas en sus manos, contemplaba el sobre, contemplaba cada detalle de el papel. Al mirar la letra, se emocionaba, pero nada se compara con los párrafos escritos por el amor de su vida. Conservaba sus cartas y lo motivaban a seguir adelante, no sentirse hasta llegar a los brazos de él chico.

-- Lo voy a lograr, nada me impedirá volver con él. Mi único deseo es verlo de nuevo, frente a frente, poder contemplar esos hermosos ojos, acariciar su mejilla y darle un beso

-- Sé que lo lograrás, ambos lo lograremos. Saldremos de esta-- Jim lo tomó del hombro.

Al paso de los días, Krel siempre esperaba su carta cada domingo. Conservaba aquellos pequeños poemas que Lon le mandaba y siempre sonreía por el resto de los días, después de leerlos. Era un combustible para él, un empujón semanal para seguir ayudando y hacer que las cosas se le facilitaran a su amado. Hasta que un día, un domingo a las diez de la mañana, Krel fue con el mensajero. Este entregaba las cartas que los soldados mandaban a sus amigos, pero algo andaba mal. Todos estaban angustiados. El mensajero estaba algo nervioso. Comenzó a formarse un nudo en la garganta al moreno y al ver que el mensajero comenzó a hablar, sólo prestaba atención a casa palabra.

-- Chicos, lamento informarles que en estos momentos, los soldados están enfrentándose a unos enemigos peligrosos. No pudieron mandar sus cartas de la semana, hay mucho trabajo por allá. Cuando todo esté en orden se les avisará ¿okay? No se preocupen, todo está en orden

Todos comenzaron a hablar, Krel estaba algo angustiado. Era el primer día que no recibía señales de Lon. Trató de no entrar en pánico, posiblemente estaba bien... No, no posiblemente ¡estaba bien! Sabia que todo estaba en orden, aún así sentía una pequeña inseguridad. No recibía señales de las castas por el resto de los días, hasta que por fin llegó domingo. Todo fue para mal.

-- Varias camionetas se han perdido. No hemos tenido señales de algunos soldados. El último enfrentamiento fue grave, varios heridos e incluso muertos se encuentran en camino, de regreso a la ciudad-- Decían en el radio y en la televisión.

A medida que llegaban los heridos, Krel buscaba entre ellos, deseaba que Lon estuviera ahí. Ya no soportaba saber que estaba lejos, pero no. No estaba ahi, sólo le quedaba ver en los difuntos, pero no tenía acceso. Una forma de saber era en el periódico. En una sección de este, se hallaba una lista de nombres, si el de tu familiar o conocido estaba ahí, era por que tenías que ir a mirar a tu herido, pero en la otra sección, era para identificar al difunto. Diariamente, Krel miraba ambos lados. No sabía si alegrarse o preocuparme. En esos momentos, suplicaba ver a Lon en el de heridos. Quería qu estuviera en un hospital en vez de que siguiera en el país enemigo. Seguía con esperanzas, pero se le dijo que si no había señales de él dentro de tres semanas, temiera por peor. Muchas veces los cuerpos no eran recogidos, debido a que habían fallecido en lugares de extremo riesgo. Pasaron  tres semanas, y nada. El Sargento miró al moreno y le habló

-- Chico, no quisiera ser yo quien te diga esto, pero

-- Lo sé-- Lo interrumpió-- Yo... Sólo que...-- Se le quebró la voz.

-- No digas nada, si quieres desahogarte, hazlo. No te guardes ese dolor, no es bueno para alguien de tu edad

El chico no dudó ni un segundo y soltó en llanto.

-- Lo prometió, prometió venir conmigo...

-- Cuando alguien promete algo con certeza y no es algo seguro, es por que está mintiendo. Es doloroso, pero a veces necesitamos esa anestesia temporal para seguir adelante, pero no podemos vivir para siempre con ese sentimiento, ahora ya sabes la triste realidad, pero que eso no te detenga. Más que nunca te necesitamos bien para que sigas siendo productivo aquí

-- Mañana es mi cumpleaños

-- ¿A sí? ¿Y cuántos cumples?

-- Dieciocho

-- Me alegro ¿y cuál será tu deseo de cumpleaños?

-- ... Verlo una vez más

-- Oh-- Había pensado que hablaba de una joven.

-- Estaba dispuesto a afrontar cualquier obstáculo, cualquier cosa para poder estar juntos

-- Eres muy joven para pensar en una sola relación, te faltan muchos años para conocer a más personas

-- Lo sé ¿se imagina que tan grande es mi amor por él que estuve dispuesto a darle toda mi vida? Fue mi primer amor y el último, de eso estoy seguro

-- Último, es una palabra muy grande como para un chico que apenas cumple la mayoría de edad ¿no?

-- Tendré oportunidades de encontrar a otra persona, usted y yo sabemos eso, pero no será lo mismo. Parejas hay muchas, pero el amor verdadero sólo se encuentra en una sola persona, no sabemos cuándo llegue. A veces llega en el momento preciso, otras veces llega después, en mi caso, llegó muy rápido, tanto que no pude disfrutar de el

El señor se sorprendió por las palabras que provenían de aquella boca tan joven. Decidió dejar solo al chico para que pudiera desahogarse con tranquilidad.

.-- 𝙢 𝙞 𝙚 𝙙 𝙤  𝙖  𝙥 𝙚 𝙧 𝙙 𝙚 𝙧 𝙩 𝙚 ⃨⁙⃟🌹.-- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora