Capítulo ocho

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Ya era lunes y debía regresar a la escuela, cosa que no quería debido a que tendría que ponerles buena cara a todos y no se sentía con ánimos de hacer eso

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Ya era lunes y debía regresar a la escuela, cosa que no quería debido a que tendría que ponerles buena cara a todos y no se sentía con ánimos de hacer eso. Desde la noche del sábado, cuando Chat Noir la terminó, no había parado de llorar. La culpabilidad y la incertidumbre la estaban aniquilando. Me lo merezco, pensó.

Con algo de maquillaje, trató de ocultar las espantosas ojeras que se cargaba y también intentó darle más color a su rostro para que no pareciera que no tenía vida. Además del dolor que sentía en su interior debido a lo ocurrido con el ex superhéroe, la tarde anterior había tenido que enfrentarse con un nuevo akumizado y debía admitir que era difícil ganar sin su compañero.

Pudo haber recurrido con el maestro Fu para que éste le otorgara algún miraculous para entregárselo a alguno de sus amigos, pero sinceramente no quería verlo, no se sentía lista para darle explicaciones del porqué de la repentina desaparición de Chat Noir. Aunque sabía que tarde o temprano tendría que hacerlo.

Terminó de guardar unas cosas y se encaminó al colegio, lugar donde la recibió su amiga Alya muy sonriente; trató de devolverle el gesto, pero en vez de eso sus labios temblaron y sus ojos se llenaron de lágrimas, lo cual asustó a la morena. Ambas amigas decidieron no entrar a la primera hora y se fueron directas al baño a platicar.

— ¿Qué sucede amiga? ¿Pasó algo con tu familia? —le preguntó a la azabache, sujetándola de los hombros. Ella negó.

—Y- yo —Marinette se cubrió la cara y sollozó—... Chat me terminó. 

— ¡¿Qué?! ¿Por qué? —Alya abrazó a la otra chica y dejó que ésta llorara todo lo que quisiera y necesitara. Cuando la Dupain se calmó un poco, por fin habló.

—No sé cómo, pero nos escuchó hablando en el parque —comenzó a contar—. Yo no he visto su cara bajo la máscara, así que quizá pasaba por ahí y yo no sabía, o...

—Pero yo no vi que nadie nos escuchara. —agregó Alya, con algo de confusión.

—Pues quién sabe, pero eso ocurrió. 

—Aguanta, en nuestra plática tú me dijiste que sí lo amabas, ¿no habrá tomado en cuenta eso? —puso su mano en su barbilla mientras pensaba.

—Seguramente no escuchó toda la conversación...

—Tal vez... —la castaña suspiró— Te diría que intentaras buscarlo cada que haya un nuevo villano, pero por alguna extraña razón ayer no ayudó a Ladybug, ni siquiera dio señales de vida.

Marinette quería comentarle al pie de la letra cómo sucedieron las cosas, sin embargo, no podía ni debía ya que para eso tendría que revelar su identidad y esa no era una opción. Aparte, la campana que indicaba el fin de la clase sonó. Las dos salieron del baño y se encontraron con Adrien y Nino.

—¡Hey! ¿Por qué no entraron a química? —se acercó a interrogarles el moreno.

—Marinette está un poco enferma y me quedé cuidándola hasta que se sintiera un poco mejor. —inventó de pronto.

— Rayos... ¿Pero ya estás mejor Marinette?

—Sí, algo así... —la azabache cruzó miradas con el Agreste, pero éste trataba de evitarlas a toda costa.

—Amigo, ayudémosla a entrar al salón. Se ve débil. —Nino pasó un brazo de Marinette atrás de su cuello y esperó a que Adrien hiciera lo mismo del otro lado, pero no lo hizo.

—Yo... Yo tengo algo más que hacer. Adiós. —el rubio se alejó casi corriendo, dejando a los otros tres pasmados.

Las clases continuaron y no era un secreto que Adrien estaba distante con Marinette, varios ya lo habían notado, en especial ella, razón por la cual se sintió peor de lo que ya estaba. Sólo quería volver a su casa para dormir y dejar de sentirse así.

Al finalizar las horas en la escuela, la euroasiática regresó a su casa, sin embargo, antes de que entrara a ésta, sintió cómo alguien la jalaba del brazo a un lugar un poco oscuro. Al voltear se do cuenta de que era Fu. 

— ¿Usted lo sabe?

—Sí, lo sé todo.

—Perdóneme Maestro. —se disculpó con él, agachando la cabeza.

—Tranquila Marinette, todos comentemos errores.

—Sí, pero... Pero gracias a mí Chat Noir renunció a pelear junto a mí e incluso mi identidad está expuesta.

— ¿Tienes su miraculous? —la azabache asintió. El viejo suspiró, no muy seguro de la oferta que le iba a hacer a la chica, pero es que tal vez era la única forma de arreglar un poco las cosas— ¿Quieres que te diga su identidad?

Los ojos de Marinette brillaron como nunca, un destello de esperanza apareció en éstos, no obstante, inmediatamente su mirada se volvió sombría como en un inicio.

—Pero tendríamos que renunciar a ser Ladybug y Chat Noir, ¿no?

—Ciertamente —aclaró Fu—. Pero aunque es riesgoso, podría hacer una excepción. 

—No lo sé Maestro, no lo sé. Él hizo su elección, yo no puedo obligarlo a nada.

—Así es, pero yo sé que aún te ama —le dijo Fu tomando sus manos—. Piénsalo durante algún tiempo, cuando tengas la respuesta, sabes dónde encontrarme. 

El mayor se fue caminando y Marinette y Tikki se miraron mutuamente, algo sorprendidas y confusas. El cielo estaba nublado y gotas de lluvia comenzaban a caer, por lo cual, la chica se colocó audífonos y se metió a su casa a hacer tarea, para más tarde salir a patrullar la ciudad y regresar a descansar. 

¡Hola! 

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¡Hola! 

¿Qué tal están? Espero que hayan iniciado esta semana con todo y se sientan bien.

¿Qué decisión tomará Marinette? ¿Qué está sucediendo en la mente de Adrien? Y no sé ustedes, pero para mí que el Maestro Fu se portó bien chido, juju. uwu

Como sea, gracias por leerme.

¡Hasta la próxima!

AllieGarcia9

Intentémoslo [Marichat].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora