Intentémoslo [Marichat].

Capítulo nueve

Tenía a todo volumen la canción que supuestamente debería estar practicando en el piano, pues no tenía ganas de tocar nada. De hecho, llevaba un mes sin practicar, ya que aquello le recordaba a su ex novia debido a que él le estaba componiendo una canción para demostrarle cuánto la amaba. 

Estaba recostado en su cama y se giró para quedar bocarriba. Extrañaba tanto a Marinette como a Ladybug, también a Plagg; pero no pensaba arrepentirse de la decisión que había tomado, al fin y al cabo había perdido su confianza en la chica y tanto para una amistad, una relación de pareja o de simples compañeros, se necesitaba confianza; era vital. Además, parecía que ella no hacía nada por recuperarlo.

Aun así, sentía un hueco en el pecho y cada vez que pensaba en lo que había escuchado aquella tarde en el parque, le entraba rabia y una inmensa tristeza. Tal vez el amor no era para él, o tal vez eso le pasaba por no aceptar a Kagami. No. No seas tarado, pensó. 

Debido a que ya no podía escapar de casa y a que ya no se juntaba tanto con sus amigos si sabía que también iba a asistir Marinette, su vida se estaba volviendo similar a la que tenía antes de haber ingresado a la escuela Françoise Dupont. Ya no tenía una vida tan solitaria, pero vaya que sentía que algo le faltaba. 

Tapó su rostro con las palmas de sus manos y comenzó a llorar. ¿Había hecho lo correcto? No sabía. Pero de lo que sí estaba seguro era que se había equivocado al haber decidido entregarle su corazón a Ladybug y a Marinette, quienes resultaban ser la misma maldita persona. Había sido muy ingenuo.

Sus amigos siempre le preguntaban por qué ya no se juntaba tanto con la azabache, sin embargo, él siempre les cambiaba el tema, aunque a la que sí era difícil evitar era Alya, la novia de su mejor amigo y mejor amiga de su ex novia. Y aunque sí le hablaba a la morena, de cierta forma también estaba algo molesto con ella. ¿Acaso Marinette se burlaba de él con Alya? ¿Acaso era un chiste para ambas? ¿Acaso les divertía jugar con él? ¿Había sido todo un plan? No lo sabía. Todo era muy confuso.

Sacó su celular y se quedó observando la conversación que tenía con Marinette. A pesar de todo, no tenía ni siquiera el valor para borrarla. Abrió una imagen de la chica y se quedó mirándola atentamente. Por favor dime que estoy equivocado respecto a ti, pensó.

Marinette se sentía sumamente cansada tanto mental, física y emocionalmente por todo lo que había tenido que pasar desde hace un mes. Extrañaba como amigo, compañero y novio al chico con traje de gato, pero seguía sin aceptar la oferta de Fu, a quien ya le había entregado el miraculous de la destrucción, porque tenía miedo a ser rechazada por quien era Chat Noir, sin mencionar que él había sido muy claro con que no quería saber más de ella y no lo podía obligar, ya que a pesar de todo, respetaba la decisión que el chico había tomado.

Como Ladybug, de vez en cuando luchaba junto con Rena Rouge, Carapace o Viperion, pero las batallas contra lo que Hawk Moth y Mayura controlaban, comenzaron a volverse más esporádicas debido a que Chat Noir no aparecía y, por obvias razones, el portador del miraculous de la mariposa al necesitar tanto el anillo como los aretes y no sólo uno de ellos, fue perdiendo la convicción. 

A veces se ponía a hablar con Alya para desahogarse, pero como no podía contarle absolutamente todo, Tikki era la única a la que le confesaba hasta lo más mínimo. De cualquier forma, sus amigas también se habían percatado de que ella, aunque lo intentara, ya no tenía esa radiante sonrisa que le ofrecía a otros siempre, así que naturalmente se fueron preocupando por ella, y aunque no sabían lo que le ocurría, le daban consejos, en especial uno: "Si hay aunque sea una mínima posibilidad de reparar las cosas, inténtalo." 

La azabache recordó esa frase y se quedó analizándola. De pronto, sintió una extraña sensación en todo su cuerpo que la animaba a levantarse de la cama. Ella sola se estaba quitando el tiempo y las oportunidades. Por lo tanto, inició a preparar su ropa y abrió la llave de regadera. 

Después de salirse de bañar, se puso un vestido negro con detalles rosas, se cepilló con cuidado su cabello -el cual dejó suelto- y se maquilló un poco. Agarró una pequeña bolsa y le indicó a su kwami que se ocultara. Iría a donde el Maestro Fu.

—Entonces has decidido que te diga quién se encuentra detrás de la máscara, ¿verdad? —preguntó el maestro al ver entrar a Marinette. 

—Sí. Quiero luchar por él. —respondió pintando en su rostro una gran sonrisa llena de seguridad.

— ¿Estás lista para escuchar? —la chica asintió y él le colocó el anillo en las manos— Tu compañero Adrien Agreste es Chat Noir. 

Cuando la joven diseñadora escuchó eso, inconscientemente dejó que lagrimas salieran de sus ojos e inmediatamente comenzó a reír. Vaya que la vida estaba llena de ironía. Además, ahora comprendía por qué el modelo de buenas a primeras la ignoraba o se apartaba. Apretó con fuerza el miraculous y le agradeció al Maestro, antes de retirarse y en un lugar solitario convertirse en Ladybug.

Muchos recuerdos inundaron su mente y varias cosas le hicieron sentido. Se sentía tonta, feliz y nerviosa, pero nada la detendría, pues estaba decidida a entrar a la habitación del Agreste y tratar de recuperarlo a como diera lugar. 

Afortunadamente, la ventana estaba abierta, así que pudo entrar. Adrien, quien estaba acostado en su sillón viendo el techo, se levantó de prisa algo pasmado.

— ¿Qué haces aquí?

—Vengo a recuperar a mi compañero, a mi amigo y a la persona que amo. 

Hello!

¡Sí, sí, sí! Al fin Marinette va a intentar rescatar su relación con Chat. :0

¿Qué opinan? ¿Les gustó? ¿Quieren saber qué pasará? ¡Pues lean el próximo capítulo!, que ya es el último. uwu

Bueno, falta ese capítulo, el epílogo y otras cosas más, jeje.

¡Nos leemos el lunes!

Los quiere;

AllieGarcia9

Actualización de nota de autora: 

Estoy muy enferma, de hecho me acaban de hacer la prueba del covid para saber si lo tengo, aunque igual hay probabilidades de que sea otra cosa (más tarde me darán los resultados). 

Les cuento esto porque tenía planeado escribir hoy -o en estos días- el último capítulo de la historia para el lunes, sin embargo, aunque haré mi mayor esfuerzo para tenerlo, no prometo nada. Espero comprendan. 

Por favor cuídense mucho. 

Eso es todo, creo.