Tokio del siglo XXX era un reino prospero y pacifico, luego de que las Sailor Scouts arriesgaron su vida incontables veces en el pasado para cuidar este mundo, todo aquel esfuerzo había dado su fruto, al fin podían vivir con tranquilidad.
Usagi Tsukino había ascendido al trono hace cinco años atrás, y a pesar de que parecía poco tiempo, habían sucedido inumerables cosas en la tierra, luego de aquella helada que acechó el planeta, Tokyo de Crystal fue el primer reino en levantarse y en el resto del mundo poco a poco se fue intentando inculcar el estilo de vida y la moneda del país. Se podría decir que era la primera potencia mundial y los demás países que existían estaban bajo la orden de los dos reyes; Endymion y Serenity.
Era una vida maravillosa, a pesar de todas las dificultades que pasaron, había valido la pena, y al exterminar a los anteriores enemigos en el pasado, hoy día ya no tenían que enfrentarse a nada más que los típicos problemas políticos que acechaban las naciones.
- Serenity, ¿qué fecha es hoy? - Pregunto Endymion, antes conocido como Mamoru Chiba, mientras firmaba algunos papeles. - Serenity levantó la vista de los papeles que ella sostenía y sonrió suavemente.
- Hoy es 30 de Julio.
- ¿30 de Julio? Ya ha pasado un mes desde tu cumpleaños.
- Si, el tiempo pasa muy rápido. - aquella voz con un deje de melancolía llamó la atención del joven rey, y este levantó la vista de sus papeles, observando el rostro de su esposa. Ella sonreía, pero él la conocía muy bien y sabía que aquellos ojos brillaban con algo de tristeza.
- ¿Hay algo que te esté molestando?
- ¿Uhm? No, ¿Por qué lo preguntas? - Sus ojos se encontraron con los de su querido esposo.
- Serenity, hace tiempo tengo la sensación de que ocultas algo. Si algo te está preocupando, puedes decírmelo. - Serenity sintió la sinceridad en la mirada de Endymion, y tuvo deseos de hablarle de aquello que la había perseguido desde siempre y siempre había guardado, pero... No podía. Simplemente las palabras sonaban mal de cualquier forma incluso si estaban llenas de inocencia.
- No es nada, solo estoy un poco cansada, no te preocupes, gracias por preguntar. - Acarició la mano de Endymion encima de la mesa y le regaló una suave sonrisa.
Endymion apretó aquella mano suavemente y asintió.
En aquel momento tres golpes se escucharon en la puerta, sorprendiendolos. Generalmente a está hora nadie se acercaba a la oficina de Endymion.
- Adelanté. - Contestó él, y en ese momento la puerta se abrió, mostrando a una joven de cabellos corto color arena.
- Que él resplandor de Tokyo de Cristal esté con ustedes, Rey Endymion y Neo Reina Serenity- Saludo haciendo la típica reverencia.
- Haruka, no es necesario que hagas eso, con un buenos días es suficiente. - Endymion habló, sonriendo. Haruka se encogió de hombros y sonrió.
- Es lo que siempre debemos de hacer ¿no?
- ¿Por qué has venido? - Pregunto Endymion, antes de contestar, Haruka compartió una mirada secreta con Serenity y esta última entendió a qué se debía.
- Necesito hablar con la Neo Reina, ¿está bien si te la robo por unos momentos? - Endymion asintió.
- Si, justo antes de que llegarás le iba a decir que debería ir a descansar.
- Gracias. - asintió Haruka.
- Bien, entonces si ya no me necesitas, me retiro. Puedes llamarme si necesitas ayuda.
- Claro, diviértete. - Endymion sonrió y Serenity le devolvió la sonrisa.
- Nos vemos luego, majestad. - Saludo Haruka, antes de voltearse para seguir a Serenity. Tras cerrar las puertas y caminar unos metros, lejos de los guardias, Haruka habló. - Incluso aunque pasen los años, no puedo acostumbrarme a verte actuar así, cabeza de bombón. No es tu forma de hablar, ni siquiera de caminar, no eres tú. ¿Acaso eres feliz?
- No es como si tuviera otra opción. Desde que me convertí en el centro de las miradas, no puedo permitirme cometer ni un error. Pero realmente extraño comer dulces y dormir muchas horas.
- ¿Solo eso? - Sonrió pícaramente.
- Extraño los videojuegos, extraño hacer tonterías, extraño divertirme con las chicas, poder ir a cualquier lado con total libertad, extraño las historietas también.
- En pocas palabras; extrañas ser Usagi Tsukino.
- Si. A veces tengo la sensación de que debí haber vivido más antes de sentar cabeza y gobernar un reino.
- Creo que el primer error fue haber conocido el futuro.
- Pero si yo no conociera mi forma de ser del futuro y todo lo que me concierne del futuro, probablemente sería un desastre.
- Tal vez ser un desastre es más divertido que estar escondiendo tu personalidad y actuando como algo que no eres. A lo largo de los años pude ver qué en realidad, jamás fuiste como la princesa Serenity, más bien siempre fuiste Usagi fingiendo ser Serenity.
- ¿No era que querías este futuro a toda costa?
- Si, lo quería. Pero no así, no si eres infeliz, cabeza de bombón.
- Extraño que me llames así, ¿sabes? - en un abrir y cerrar de ojos Haruka la acorralo contra la pared. Usagi la observó con alegría. - admitelo, extrañas que juegue contigo.- en ese momento Haruka se acercó peligrosamente, consiguiendo que Usagi se sonrojara y soltara una risita.
- Por un momento me sentí como Usagi Tsukino de nuevo. - comenzó a reírse escandalosamente.
- ¿Lo ves? Deberías salir conmigo.
- Pero que cosas dices, Michiru te matara. - Haruka se apartó sonriendo, esa era su pequeña cabeza de bombón, no aquella tan distante, agraciada y elegante.
- Michiru está preocupada por ti.
- Estoy bien, en serio.
- A mi no me mientas, cabeza de bombón. - en aquel momento llegaron al jardín de Serenity, era un jardín al cual solo podía entrar Serenity y quien estuviera con ella, ya que solo ella poseía la llave del lugar. Ni siquiera Endymion la tenía, porque para ella, aquel era su lugar sagrado, al cual escapaba cuando se sentía agotada y se hundía en sus pensamientos.
- No estoy mintiendo, están siendo todos felices, eso es suficiente para que yo me sienta feliz.
- Están siendo todos felices, salvó tu. ¿Acaso crees que debes sacrificar tu felicidad por la de los demás?
- Toda mi vida tuve que sacrificar aquello que amaba, hoy día tengo una hija inclusive, no puedo ser egoísta y sacrificar la felicidad de todos por la mía.
- Pero, ¿cuanto más piensas seguir así?
- Hasta que mi existencia termine. - suspiró- Haruka, este es mi destino. Esto es lo que me toco, tengo que ser feliz incluso aunque sea mentira, tengo un esposo maravilloso, una hija preciosa, una vida pacífica, salud, prosperidad y mis amigas y las personas que amo están viviendo feliz y pacíficamente, si eso no es felicidad, entonces no sé lo que sea.
- Pero estás reprimiendo tus sentimientos. Observa a tu alrededor, cabeza de bombón, estas flores que están aquí son la prueba de lo que en realidad quieres. Y no me mientas diciendo que es por el rey, porque cada vez que observas estas flores, no es Endymion en quien piensas.
Usagi soltó un jadeo, ¿cómo es que ella...?
- Porque te conozco. Y porque te conozco sé que cada 30 de julio piensas en esa estrella, recuerdas que es su cumpleaños y te encierras aquí para recordarle. Porque necesitas de esos recuerdos para sentirte viva. Y porque aún tus ojos brillan de tristeza cuando alguien menciona el nombre de "Seiya Kou".
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«El destino estaba marcado, pero todavía te amo.» (SeiyaxUsagi)
Fanfiction- Mamá, ¿Qué es aquello que siempre observas a través de la ventana?- Preguntó inocentemente una pequeña niña de ojos rojos y cabello rosa. La joven dama vestida de blanco con cabellos plateados y ojos zafiro se volteo, sonriendo cálidamente. - Me g...