Mi omega

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Jiang Yanli caminaba entre los pasillos de Lotus Pier, su rostro brillante y sus túnicas purpuras con rosa se mecían con la brisa, al igual que sus mechones de cabello azabache, dando una imagen de pureza y calma, una alfa digna de esposar, su madre Madam Yu estaba muy orgullosa de su hija, aunque no era muy fuerte en las artes marciales o con la espada, era admirable en las artes culinarias, en la danza y la música, su carácter era sincero pero firme en sus decisiones y pensares, una joven que inspiraba respeto y belleza, siendo ella la mayor de los primogénitos de la Secta YumengJiang y del Clan Jiang, su hermano, Jiang Cheng, era un beta con un carácter dominante e intimidante, pero de un corazón sensible, estaba comprometido con el amo de la Secta GusuLan, ZeWunJun, Lan XiChen, su segundo hermano, de crianza, era un revoltoso omega casado con el segundo amo Lan, HanGuanJun, Lan WanJi, todos vivían felices en sus residencias, cada quien con su pareja.

Su padre, el líder de la Secta YumengJiang, FengMain amaba a su madre, aunque al principio contrajeron nupcias por un acuerdo de conveniencias entre Clanes, pero con el paso del tiempo, el amor floreció en dicha relación, ambos era una pareja de alfas, con convicciones distintas, al igual que sus caracteres, sin embargo, ambos se a completaban, uno era parte del otro.

Yanli estaba casada con un omega de carácter un poco complicado, ya que al principio tuvieron varios desacuerdos, pero después de unos meses, estos fueron olvidados en el pasado, ahora vivían en armonía, el amor crecía en brotes pequeños, pero florecían irradiando flores gigantescas y coloridas, resultado de ese amor, fue el hijo que crecía en el vientre de su omega, un joven de una belleza superior al nivel estándar, de una familia que lo respaldaba, de un linaje que cualquiera deseaba tener, un omega envidiado y codiciado por muchos y muchas alfas, Jin ZiXuan, era su omega, quien la había cautivado, Jin ZiXuan mostraba ser altanero y arrogante, pero en el interior era un joven tímido, amable y humilde, un omega inocente de la perversidad del mundo, un maestro en las artes marciales y en la cultivación, un omega delicado, que le gustaba que lo elogien y lo reconozcan, un princeso en pocas palabras.

Yanli se adentró en su habitación, donde en la cama estaba recostado su omega, con su vientre voluminoso, cubierto por una fina tela que se apegaba a él, como otra capa de piel amarilla con distintivos purpuras, la joven se acercó a la cama, y se recostó al lado de su esposo.

-ZiXuan, ¿Cómo te sientes? – Pregunto la joven mientras rodeaba el vientre de su omega.

-Bien, ya te lo había dicho hace treinta minutos. – Contesto el joven, posando sus delicadas manos sobre las de la joven.

-No puedo evitarlo, me preocupo por ti y por nuestro hijo. – Dijo la joven, mientras abrazaba con mayor fuerza, acercado su rostro a la nuca del menor. Jin ZiXuan se estremeció, ya que la joven desprendía un aroma que lo enloquecía, ese aroma lo trastornaba, y ahora con el embarazo, sus feromonas están desequilibradas, eran una bomba de tiempo, solo necesitaba un detonante para hacerlo estallar.

-Losé, aunque me contó Wei Wuxian, que para un embarazado se recomienda tener ciertas actividades, para relajar el cuerpo y prepararlo para lo que viene. – Dijo el menor sonrojándose, su rostro se volvió un jugoso tomate, la joven sonrió, ya que para que su esposo dijera eso es porque realmente estaba muy desesperado y decidido en hacerlo.

-Tienes ocho meses de embarazo, no creo que sea lo más correcto hacer. – Dijo la joven mientras recorría sus manos dentro de la delicada túnica del menor, este comenzó a temblar, sus mejillas se calentaron al punto de ebullición, con voz temblorosa continúo hablando.

-Por eso, ya pronto nacerá nuestro hijo, no lo hemos hecho hace casi tres semanas, mi cuerpo debe estar relajado y flexible, además el bebé está bien, solo hay que tomarlo con calma, y no lo dañaremos. Por favor, siento mi cuerpo arder. – Suplico el omega, su mirada yacía perdida en el suelo, y su piel erizada, la joven sonrió, levanto la cabeza del menor, viendo esos brillantes ojos que tanto le encantaba perderse, atrapo esos rosados labios con los suyos, sus manos despojaron de las prendas del menor y las suyas, dejándolos desnudos, la joven desato el cabello del omega, que estaba recogido en una coleta, dejándolo esparcido por toda la blanca cama, su rostro de tomate se calentaba en mayor intensidad, la joven descendió su lengua por las rojizas mejillas de su esposo, recorriendo su cuello, hasta llegar a las dos cerezas del pecho del menor, lamiéndolos y succionándolos, como si fueran dos caramelos, el aroma de chocolate inundo sus fosas nasales, pues era el aroma que desprendía ZiXuan, un aroma dulce y cálido, el corazón de la joven golpeo su pecho, sus mejillas se colorearon, pero en menor intensidad de las del omega, dirigió su miembro en la palpitante y mojada entrada de su esposo, entrando lentamente hasta lo más profundo de su ser, teniendo cuidado de no lastimar a su hijo, ZiXuan gemía en voz alto, inundado la habitación, Yanli sonrió con regocijo, como adoraba escuchar la voz de su esposo cuando le proporcionaba placer, la alfa comenzó con sus estocadas, al principio lentas, después tomaron velocidad y potencia, chocando en ese sensible punto que hacia el omega gritar y retorcerse de placer, una fina capa de sudor cubrió ambos cuerpos, durante un determinado tiempo estuvieron demostrándose su inmenso amor el uno por el otro, fusionando sus cuerpos en uno, el aroma a vainilla se mezcló con el aroma a chocolate, pues era el aroma que desprendía la alfa.

La joven cambio al omega de posición, dejándolo en cuatro, brindándole una vista de su esbelta espalada y su nuca, el omega gemía entre respiraciones entrecortadas, su corazón latía desenfrenado, su sangre hervía por sus venas, sin embargo un dolor provino de su nunca, recorriendo por toda su piel, el omega soltó un grito de dolor.

-¡¿Yanli?! – Pregunto el omega, sin embargo, al sentir algo suave, húmedo y cálido lamer el líquido tibio que salía de su herida, un líquido carmesí, sus gemidos se volvieron más intensos y constantes, pues el dolor había desaparecido, volviéndose en un inmenso placer, terminando la alfa anudado dentro de ZiXuan, concluyendo su acto de amor en un orgasmo compartido, el menor se vino en las blancas sabanas y la mayor dentro de él, el aroma de chocolate con vainilla se tornó más intenso, debido a que la joven había mordido en el lazo que antes habían hecho, remarcando su dominio con ese bello omega, que llevaba a su hijo en su vientre.

-Solo dejo en claro que eres mi omega, y yo soy tu alfa. – Dijo la joven volviendo a besar esos rosados labios.

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elvis- Sempai 

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