Perspectiva de vida de Xue Yang

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Todo este tiempo que tuvo que vivir albergando tales sentimientos en su corazón, todo lo que tuvo que padecer para cumplir con su venganza sin fundamentos, todo para que al final el mismo fuera el causante de su miseria y sufrimiento, provoco la muerte de tantas personas, derramo chorros tras chorros de sangre inocente, destruyó vidas por donde quiera que anduviera, arrastrando augurios a quien se topara en el camino, desde su infancia ha tenido que soportar tantas desgracias, tantas pruebas de vida para un pobre infante, un niño inocente que vivía en las calles, experimentó a tan corta edad la maldad humana, la escoria de la humanidad, siendo víctima del abuso de una cruel realidad, pues fue utilizado por un líder de un Clan prominente, el cual lo engaño con el fin de transmitir un mensaje a un cultivador enemigo, quien al enterarse del mensaje ataco al niño, este magullado regreso abatido reclamando su paga, unos dulces, los cuales le eran imposibles probar, un manjar que estaba lejos de su alcance, de sus posibilidades, sin embargo, ese respetuoso líder del Clan, le dio la espalda, dejándolo como un simple perro, un simple pedazo de basura, sin importar lo indefenso y necesitado que estaba el infante, le paso el carruaje encima, mutilándole uno de sus dedos, sin mostrar empatía o remordimiento, continuó su trayecto como si nada hubiera sucedido, dejándolo en el suelo bañado en una nube de polvo y tierra, sin embargo el tiempo es justiciero, ya que el remordimiento creció en su corazón, pues estaba harto de su estilo de vida, de presenciar la escoria humana que vive dentro de nosotros, por lo que buscó consuelo en donde no había, sumergiéndose en las artes demoniacas, consiguiendo el poder para protegerse y obtener sus logros a costa de cualquier cosa, por lo que a los años, a la edad de su primaveral juventud logro su venganza, exterminando a todo el Clan, quien era el líder que le había utilizado y humillado años atrás, no dejando ni a los perros con vida, asesinó a todos por completo, usando el Sello de los Nueve Trigramas que restauro del Patriarca Yiling cuando fue asesinado por sus mismas creaciones, fue invitado y protegido por el líder de la Secta LanlingJin, Jin GuangShan, el cual colaboró con ellos por un tiempo, fue allí donde lo conoció, un prominente cultivador respetado por todos, Xiao XingCheng, un famoso cultivador vagabundo, siempre mostrando amabilidad, respeto, amante de la justicia y la moral, siempre ayudando al débil, apoyando a quien lo necesitara, un hombre de valor y moral sobresaliente a lo promedio, de una belleza extraordinaria, este lo capturó, ya que investigó el caso del misterioso asesinato del Clan el cual había sido masacrado mediante el uso de las artes demoniacas, sin embargo, el líder de la Secta LanlingJin le dio apoyo y asilo, pero no por siempre, ya que por varios motivos tuvo que huir, ya que la maldad era más fuerte de lo que aparentaba, el ser humano es un ser extraordinario, realmente fabuloso, puede crear mascaras que ocultan su verdadero ser, un disfraz que contenga lo que realmente sientes y piensas, ocultándolos ante todos, para luego apuñalarlos por la espalda, por ello, cansado de contemplar la falsedad del ser humano y de lo corrupto que puede llegar hacer con tal de cumplir sus objetivos puede llegar a ser peor que un demonio, un ser maligno que habitan en las profundidades del Infierno y el Inframundo, pero a veces, tus mismas palabas pueden abofetear tu propio rostro, ya que XingCheng mostro que él no portaba ningún disfraz o máscara, él siempre mostro su verdadero rostro y pensar, actuando bajo sus ideales, gracias a él, pudo vivir los mejores años de su vida, ya que con él, logro sentir esa cálidez de una familia, gracias a él logro experimentar ese sentir que conforta el corazón, el alma, aunque sus mañanas y tardes eran movidas, por las noches podía sentí la plenitud, una sensación que nunca antes había sentido, las sonrisas se formaban inconscientes en sus labios, pues XingCheng y A-Qing llenaban ese hueco que se había formado y que cada vez crecía más en su corazón, amenazándolo con destruirlo en mil pedazos, pero gracias al amor de sus amigos, su familia, logro sanar sus heridas, tanto físicas como sentimentales; todavía recuerda esa noche, el cual se había desahogado sobre ese momento donde todo comenzó, él lo escucho atento, brindándole palabras de consuelo y un abrazo, dándole como obsequio un dulce, el mejor obsequio que nunca antes a recibido, eso fue el momento que más se le marco en su vida, arriazándose en su memoria, como un tormento que siempre le recordaba lo que había hecho, pues por su estúpida venganza, obtuvo como resultado solo dolor y tristeza, pues XingCheng se suicidó, al enterarse que fue utilizado para asesinar a seres inocentes, siendo uno de ellos, Son Lang, su mejor amigo, un joven y prominente cultivador vagabundo el cual fue víctima de su venganza, ya que asesino a todos sus protegidos y enveneno sus ojos, haciendo que XingCheng le brindara los suyos, quedando incapacitado de la vista por el resto de su vida.

Fue hace años, cuando esa tarde él perdió a la persona que más amaba, el cual logro conmoverlo y cautivarlo, aunque él nunca se imaginó que las cosas terminaran así, todo se le salió de las manos, todo se descontrolo, fue tanto su dolor que no pudo superarlo, no podía superar la muerte de XingCheng, lo quería de vuelta, quería verlo de nuevo, oír su voz, aunque si pudiera hacer que regresará a su lado, sabía que las cosas nunca volverían a ser como antes, pero preferiría que lo odiara y quisiera matar a vivir sin él, sin su familia, sin su razón para seguir en esta vida de tormento, pues ellos eran su todo, así que desesperado utilizo todo método conocido para volver a estar con él y A-Qing, para volver a ser una familia, que tanto anhelaba y amaba estar, desde que tenía memoria, siempre careció de ello y no sabía cómo era permanecer a una familia, por lo que una vez que logro sentir esa cálidez no permitiría perderla, intento tras intento, pero el resultado fue el mismo, por lo que al encontrar al Patriarca Yiling, el maestro del diabolismo, el maestro de las artes demoniacas, rencarnado, era su única esperanza de volver a sentir esa calidez que tanto extrañaba, por ello no le importaba perder la vida en ello, con tan solo volver a sentir ese amor invadir su mente, corazón y alma a aunque sea por un fragmento de segundo lo valía todo, no importaba lo que tuviera que pagar, su familia era su todo, su razón para continuar viviendo, así que se disfrazó de XingCheng para "pedir voluntariamente" la ayuda de Wei Wuxian, pero al final nadie comprendió su verdadero ser, pues su máscara y disfraz estaba tan adhiriendo a su piel, formando una nueva capa de tejido y sangre, ni él sabía si su interior era el disfraz o el exterior lo era aún.

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elvis- Sempai 

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