Aquella noche, más que cualquier otra, hacía frío.
Estaba viendo el vaho escapar de sus labios cada vez que respiraba, y le dolían tanto las manos que le costó que el mechero diera llama durante el suficiente rato como para encenderse el cigarrillo que tenía en la boca.
Quizá debía haber fumado dentro como todos los demás, pero necesitaba algo de aire fresco, aunque fuese ese aire helado.
Al menos, allí no olía a esa insoportable mezcla de cerveza, sudor y maría. No creía que hubiera peor combinación de olores que esa.
También le gustaba escuchar la ciudad, saber qué ocurría.
Era una noche tranquila, la falsa calma que daba estar en el ojo del huracán, aunque Ho Seok no sabía eso todavía.
Otra calada larga al cigarro y, cuando vio que el cilindro se había hecho tan corto como para acercarse a sus dedos, lo arrojó a la acera y lo pisó. A continuación, se encendió otro con más soltura que el primero.
Fue entonces cuando la calma se terminó.
Escuchó las ruedas de un coche chillar al otro lado de la calle, y después el ruido de un coche impactar contra algo. Luego volvió a oír ese sonido, y un ruido de impacto más fuerte. Con la oscuridad de la calle y la lejanía, no lograba ver nada de lo que estaba ocurriendo, pero no le gustaba.
Arqueó una ceja y negó con la cabeza. Esperaba que no fuese nada. No tenía ganas de lidiar con ese tipo de cosas.
Pero el sonido de los coches se iba haciendo más fuerte y saber que conducían en esa dirección hizo a Ho Seok resoplar con resignación.
Al menos, tendría la suerte de que nadie en su sano juicio entraría en su territorio a armar escándalo.
O eso pensaba, porque ese Mustang negro que iba en cabeza no se desvió en el cruce o frenó, sino que siguió adelante, pasando por delante de él.
Dejó atónito a Ho Seok, aunque no más atónito que las palabras del chico pelirrojo que iba en el asiento del copiloto.
-¡Ten cuidado no cojas frío, bombón!
¿Qué clase de broma de mal gusto era esa?
Al principio se quedó perplejo, sin saber muy bien qué era lo que acababa de ocurrir. Aquello era insólito, una falta de respeto terrible. ¿Es que querían una guerra?
Chasqueó la lengua y con prisas dejó caer el cigarrillo al suelo para sacar su pistola que llevaba guardada detrás y empezar a disparar contra el coche. ¿Se creían que les iba a salir gratis?
Obligó al niño pelirrojo a meterse dentro del vehículo, y no consiguió pararles pero al menos se cargó el retrovisor derecho y un foco trasero a balazos.
Más le valía a Yoo Ki Hyun tener una explicación razonable sobre por qué sus mocosos habían entrado en su territorio de esa manera.
Los dos coches que perseguían a los chicos del Mustang pararon en seco antes de la esquina que marcaba los límites de su territorio y el de ellos, y cuando se bajaron del coche, Ho Seok se acercó a paso lento hasta ellos, con la pistola aún en la mano aunque no tuviera balas.
Uno de los coches tenía toda la luna y los faros delanteros reventados por las balas y había un cadáver reciente en el asiento del copiloto.
Nadie quería provocar una guerra entre bandas, pero solo había que ver a esas personas maldiciendo para saber que tenían muchas ganas de cobrarse venganza.
Una de las mujeres se cansó de aquella discusión estúpida que estaban teniendo tratando de averiguar qué hacer y se acercó a Ho Seok, y él tardó menos de un segundo en levantar la pistola y amenazarla con ella.
ESTÁS LEYENDO
FATAL LOVE »Jookyun, Showho. MONSTA X
Action«oh, I'm sorry, did I make you anxious?» En medio de dos bandas callejeras, siete personas veían sus destinos entrelazándose entre violencia, drogas y dinero manchado de sangre. Shownu y Wonho querían quererse en un mundo que deseaba separarles, Jo...