AkaFurivember 2020

Día 12: Calor/Agua

Soy masoquista por siempre comenzar a escribir a las 2 o 3 de la mañana para terminar recién entre las 4 y las 5 xD 

Con la llegada del verano, el calor se vuelve insoportable, más aún en las prácticas de basquetbol para los chicos de Seirin, quienes aprovechan sus días libres al máximo para disfrutar de alguna escapada a una piscina o un día en la playa.

Esta vez coincidió que tanto Seirin como Rakuzan tendrían el mismo día con descanso, esto Akashi lo aprovechó para invitar a Furihata a una cita, sin embargo, este último se negó, porque iría a la piscina con todos los de primero y este era un compromiso previo y que ya habían planeado desde hacía dos semanas atrás. Aunque eso no fue suficiente para detener al pelirrojo, quien ni lento ni perezoso se invitó solo a esa salida de amigos, así que Kuroko tuvo que informarle sobre ello al resto de sus compañeros, quienes no podían negarse de todos modos.

Así llegó el ansiado día de ir a la piscina, pero los planes cambiaron ligeramente, porque en vez de ir a una piscina pública cualquiera, terminaron yendo a un parque acuático. Por inesperado que suene, no fue idea de Akashi, fue idea de Kagami. Resulta que ese día tenían una competencia de comer helado, quien resultara victorioso podría pasar gratis junto a sus acompañantes, independiente cuántos asistieran. En resumen, fue mera casualidad.

Como se esperaría, Kagami terminó ganando la competencia y él junto a los chicos de primero, más Akashi, pudieron entrar totalmente gratis.

Al entrar, todos se fueron a hacer lo suyo, Kawahara, Tsuchida y Fukuda se dirigieron rápidamente a los toboganes, Kagami no estaba satisfecho por el helado y fue a los puestos de comida para comprar algo, Kuroko lo acompañó. Furihata y Akashi terminaron por quedarse solos, así que buscaron algún lugar sin muchas personas para poder sentarse. El castaño no tenía muchas ganas de meterse al agua todavía, no era precisamente un buen nadador, temiendo hacer el ridículo frente a Akashi, prefiere evitar entrar al agua. Por otro lado, Akashi lo acompaña porque no quiere dejarlo solo, además que tampoco es como si sintiera una necesidad de entrar en una piscina, calor no tenía por el momento.

A pesar de llevar unos cuántos meses de relación, todavía tenían problemas para interactuar cuando estaban solos en lugares públicos y con mucha gente. No pasan por estas dificultades cuando están de visita en casa del otro o cuando están con sus compañeros, no es que teman ser juzgados, es sólo vergüenza por parte de Furihata; quien todavía tiene problemas para asimilar su relación.

Sin poder decirse nada y sólo mirando a la gente divertirse, antes de poder comenzar una conversación, Furihata escucha el llanto de un niño llorando y se levanta, Akashi le sigue de cerca. Caminando va un pequeño de quizás unos siete u ocho años, quien mira a sus alrededores y solloza cada que parece no encontrar a quien busca.

Los dos chicos se acercan a él para prestarle su ayuda.

— ¿Estás perdido, pequeño? — Furihata es el primero en hablarle. También le sonríe amablemente y así entre en confianza.

— Sí... — Dice el niño muy cabizbajo. — Vine con mi hermana mayor y mi hermano mayor... Hic... — Otra vez estaba por romper en llanto. — No les dije que iría al baño y cuando regresé, ya no estaban... ¡Hermana, hermano! — Vociferó antes de continuar sollozando.

Akashi colocó su mano sobre la cabeza del chiquillo para así calmarlo.

— Tranquilo. Tus hermanos deben estar preocupados por ti también, pero no conseguirás encontrarlos llorando. Te ayudaremos a buscarlos. — Esta es una faceta nueva que Furihata ve del pelirrojo. — Kouki, busca a algún salvavidas o alguien del personal, yo preguntaré a la gente de por aquí sí han visto a dos personas preguntando por un niño.

— ¡Sí!

Gracias al esfuerzo de ambos no les tomó mucho tiempo encontrar a la familia del niño. Su hermana lo abrazó apenas o tuvo en frente y les agradeció a Furihata y Akashi por haberlo encontrado.

— No esperaba que Sei fuera tan bueno con los niños. — Soltó Furihata de la nada.

— Mira quién habla. — Le respondió Akashi. — Apenas escuchaste el llanto del niño te levantaste para ir a auxiliarlo, por sus ojos hinchados me percaté que llevaba un buen rato perdido. Sólo tú te tomaste el tiempo de ayudarle.

— ¡Po-Por supuesto que lo hice! ¡Si tengo la oportunidad de ayudar, lo haré!

— Ya veo, entonces: Soy un mal nadador, vamos al agua para que me ayudes.

— ¡Espera, eso es mentira!

— Si me ahogo quiero respiración boca a boca de Kouki.

— ¡Detente!

El resto de la tarde se divirtieron junto a los demás yendo por los toboganes, lanzándose con salvavidas o haciendo carreras de nado.

Quizás no sólo ayudaron a ese niño, ese niño también les ayudó un poco para romper el hielo.

¡Venga ya! ¡Que casi llegamos a la mitad!