AkaFurivember 2020

Día 19: Ángeles/Maldición

Ya sólo 12 días más... Vamos cerebro mío, no me falles ahora :'v

Cuando mi hermano y yo éramos niños, mi mamá nos compró un libro que compilaba muchas historias de distintas índoles y variando el estilo narrativo como el género. Mi hermano nunca tuvo una real apreciación hacia ese libro, como yo tampoco lo tuve, sin embargo, había un relato que solía llamarnos la atención debido a un gran detalle: El villano en esa historia era un ángel.

Para nuestro conocimiento infantil, se supone que los ángeles estaban relacionados a las cosas buenas, buenas acciones, deseos, ayuda, entre otros. Este ángel no era precisamente malo, pero tampoco era alguien que pudieras considerar bueno.

La historia trababa de un ángel que maldecía a las personas cuyos amores no eran correspondidos, según sus propias palabras, era un castigo merecido para aquellos indignos que se aferraban a falsas ilusiones de amores imposibles. Cada que la persona maldecida viese a su amado, comenzaría a tener una fuerte fiebre, entre más se acercaran, más fuerte serían los síntomas. Si la persona no renunciaba a su amor, moriría.

En ese momento sólo podía sentirme mal por las que decidían seguir adelante a pesar del dolor, la fiebre y su posterior muerte. Sin importarles nada, parecían al final burlarse del ángel al hacerles saber que ni si quiera una maldición los haría cambiar de parecer.

Una de las personas que se reveló, pero no murió, fue un chico que decidió confesarse. El ángel nunca previo las confesiones en la maldición, por lo que independiente la respuesta, fuese un sí o un no, el amor de esa persona fue escuchado, siendo el primero en humillar a ese ángel.

Ha día de hoy conservo el libro, también tuve la oportunidad de recomendárselo a Kuroko, mi compañero de equipo en el club de básquet, con quien pude compartir opiniones respecto a la trama.

Lo que nunca esperé fue... Sentir la impotencia de esa maldición inexistente cuando comencé a sufrirla.

Se suele decir que el amor es impredecible, no sigue normas y te terminas enamorando incluso de quien menos pensaste, pero cuando comencé a tener sentimientos por Akashi Seijuuro, conocí el dolor por el cual pasaron todos esos personajes. Por un extraño motivo, fui afectado por la maldición del ángel.

Cada vez que Kuroko se reunía con la "Generación de los Milagros", como si fuese una jugarreta del ángel y su maldición, yo me topaba con Akashi.

Al principio podía llegar a mi casa caminando, me recostaba en cama, tomaba unos medicamentos y al cabo de unas horas sanaba, no obstante, con cada día, cada semana, cada mes, la maldición se hizo más fuerte y los encuentros más frecuentes. Un ángel ficticio y una maldición de un relato inventado me querían muerto.

Tuve que pedir una licencia en el club por mi delicada salud, si salía a la calle, sin importar el día, Akashi estaría en Tokio por distintos motivos: Familiares, personales, de negocios, entrenamientos. Dejó de ser coincidencia cuando mi fiebre superó la barra de los cuarenta grados y tuve que ser llevado a urgencias. Ese ángel debía estarse burlando desde el cielo.

Con lo que no contaba el ángel, fue un milagro similar al del relato.

Mientras estuve ingresado en el hospital, ya sintiéndome ligeramente mejor, Kuroko y Kagami fueron a visitarme, preocupados por el deterioro de mi salud.

— Lo... Lo siento, chicos. — Mi voz actual se escucha más apagada de lo usual.

— No te disculpes, Furi. — Dijo Kagami a la par que me entregaba un canasto lleno de frutas. — Kuroko está seguro de saber lo que te pasa.

— ¿Kuroko? — Ah, cierto, él también leyó esa historia.

— Furihata-kun, no sé por qué razón te afectó una maldición ficticia, pero si la cura a esto es una confesión, quizás esto funcione, aunque también es peligroso.

Ambos salieron de mi habitación, cerraron la puerta, pero inmediatamente volvió a abrirse, ahí parado se encontraba la razón de mi fiebre, la razón de mi maldición, Akashi Seijuuro en persona. Sentí cómo mi cuerpo se debilitada con cada paso que daba hacia mí, pero antes de perder el conocimiento nuevamente, escuché con claridad sus palabras.

— Me gustas, Furihata Kouki.

No fui yo quien se confesó, fue él... Aun así, todos mis síntomas desaparecieron de golpe, pero se supone que era yo el maldecido, entonces, ¿Por qué funcionó?

— ¿Por... Qué?

— Si crees que me estoy declarando por un favor o para ayudarte, estás totalmente equivocado. Me gustas de forma sincera.

Varias respuestas inundan mi cabeza sobre la situación actual, se supone que la maldición sólo afectaba a las personas con amores no correspondidos y son ellos quienes debían declararse para romper la maldición. Sin importar cómo lo mire, esto no tiene sentido para mí.

— Tu cara me está diciendo que no tienes idea por lo que estás pasando. Kuroko me explicó la situación y supe de inmediato que yo también había sido maldecido.

— ¿Eh? — Eso sí me sorprendió. — Pe-Pero... En esos encuentros ca-casuales que tuve contigo, nunca te vi afectado.

— También desconozco la razón real del por qué no fui afectado por la fiebre, aunque puedo asegurarte del bajo rendimiento que he tenido durante estos últimos meses. En resumen, fui afectado, sólo que en menor medida.

— Ya-Ya veo...

— Furihata, ¿Nunca te pusiste a pensar que la historia trataba sobre una interpretación de un Cupido Sádico?

— ¿Cupido Sádico? — Respondí a su pregunta, preguntando de regreso.

— Sí: ¿Qué sucedería si Cupido quisiese haber puesto a prueba la voluntad de las personas? Esta es sólo una inferencia a la cual he llegado después de leer el libro: Digamos que aquellos amores siempre fueron correspondidos, pero como ninguna parte tenía el valor de declararse, los ponía en una situación de vida o muerte.

— Aunque tenga sentido, realmente ese Cupido sería demasiado cruel al hacer eso... — Por muy feliz que esté en este momento de ser correspondido, no quita el hecho de que estuve al borde de la muerte...

— En todo caso, estoy feliz de haber llegado a tiempo.

Todas las veces que vi a Akashi, jamás lo vi sonreír tan dulcemente... Estoy demasiado feliz de estar vivo.

Insisto, los días que más me gustan son aquellos cuyas temáticas me permiten crear una historia dentro de otra historia <3 Como cuando tocó videojuegos o el día de ayer que pude escribir esa obra de teatro xD