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Capítulo 12: Magnolia - Parte 2

Llevaban dos horas en la fiesta y Hobi había perdido la cuenta de las copas que se había tomado. El hotel había cerrado ese comedor descomunal solo para ellos y, aunque las mesas seguían estando ahí, las habían dispuesto a lo largo de la sala, de tal manera que se quedara una gran pista de baile en el centro, y vaya que si la estaban amortizando.

Una vez Bong había hecho su discurso final, equipo y reparto habían acabado con la lagrimita a punto de caramelo a partes iguales y tenían las emociones tan a flor de piel, que se habían lanzado a la barra libre y a la pista como si fuera su último día en la Tierra.

En uno de sus giros, Hobi aprovechó para hacer un barrido disimulado a la sala, pero como habían pasado a una iluminación más propia de una discoteca, solo podía distinguir las personas que estaban en la pista improvisada, y las que estaban en las mesas, quedaban en la oscuridad.

"¿Por qué le buscas? ¿Qué más te da dónde esté?", se dijo frunciendo el ceño, pero la verdad es que le inquietaba no tener localizado a Seojoon. Durante los últimos días de rodaje, el trabajo no les había hecho coincidir mucho, y no se habían dirigido apenas la palabra, pero de repente, a las once de la noche anterior, su teléfono había empezado a sonar y tuvo que leer varias veces el nombre que aparecía en pantalla para procesar que era él el que le llamaba.

¿Qué quería ahora? ¿Por qué no le dejaba en paz? Desde el momento en que había decidido no ayudar a Taeyong, se había acabado para él. No más jueguecitos, no más mentiras, no más Seojoon. Así que decidió ignorar la llamada y, simplemente, silenció el teléfono.

Pero la cosa es que cuando se había despertado esa mañana tenía cinco llamadas perdidas de él y no pudo evitar preguntarse si le había pasado algo y había sido un completo idiota al no contestarle...

Al llegar al hotel, con los nervios ya circulando por el estómago y con la idea de llamarlo él mismo rondándole la cabeza, se dio cuenta, una vez más, de lo idiota que era cuando se trataba de ese hombre: ahí estaba, sentado en la mesa de los jefazos supremos y algunos de los actores principales, tan perfecto como siempre, enfundado en un traje de raya diplomática azul marino que le sentaba como un guante y sin ningún rasguño, ni huesos rotos a la vista.

Hobi soltó un suspiro mientras levantaba el brazo para darle una vuelta a Joon, que probablemente llevaba tanto o más alcohol en sangre que él y que, claramente, tenía la cabeza en otra parte, pero que había decidido entregarse al baile para evadirse de sus preocupaciones. Entonces, vio que el chico captaba algo que le hizo dibujar una sonrisa de oreja a oreja y se acercó a Hobi para hablarle al oído para que pudiera oírle por encima de la música.

- Mira quiénes han decidido aparecer.

El mayor se dio media vuelta y sus ojos se toparon con Taeyong y Doyoung, caminando en su dirección tímidamente, cogidos de la mano.

- ¡Vaya horas! -le gritó Hobi a Doyoung al oído cuando llegaron hasta ellos- ¡Os habéis perdido la cena y el discurso de Bong! ¿Se puede saber qué estabais haciendo?

Automáticamente, las mejillas de Doyoung se tornaron de un rojo casi incandescente, visible hasta en esa iluminación tenue y se limitó a disculparse haciendo una pequeña reverencia.

- ¡Sentimos llegar tarde, perdimos la noción del tiempo! -le gritó Taeyong a su jefe mientras pasaba un brazo por la cintura de Doyoung.

Hobi estuvo a punto de replicarle, pero luego se fijó en la sonrisa infinita que tenía Taeyong en los labios y la forma en que Doyoung no era capaz de levantar la vista del suelo, tan rojo que parecía que iba a explotar, y no necesitó más explicaciones.

- Bueno, bueno, no pasa nada, pero más puntualidad para la próxima fiesta de fin de rodaje, ¿mmm? -dijo dando unas palmaditas a Doyoung en la espalda, que asintió enérgicamente- Venga, ¿qué hacéis aquí parados? ¡Ahí tenéis la barra libre! -les dijo extendiendo el brazo para señalar la barra de bar del fondo.