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capítulo: 11

El rubio había llegado a la casa de Tiago, estaban hablando y habían dos sospechosos, uno más que otro...

-¿Entonces? Me decís que Joaquín es más probable que lo haya matado, pero ¿Por qué haría algo así?- Cuestionó el moreno.

-Mira, antes de que muriera Bairon ya habías visto a Joaquín ¿Verdad?

-Dos veces... La primera fue cuando estaba con Bairon comiendo algo que ni me acuerdo... La segunda..¡La segunda fue cuando Bairon murió!

-Aber...aber, entoces ¿Lo más seguro es que sea Joaquín?- Especuló la morena.

-Probablemente si- Mencionó el rubio.

-¿Y que diablos vamos a hacer? O..osea...yo también....yo también lo quiero.

-¡Pero es un maldito asesino!

-Pero no puedo hacer nada por Bairon, él ya murió, por más que me duela le tengo que dejar ir, además ¡No hay manera de desquitarnos!- Soltó él pelinegro.

-¡Claro que sí!- Contratacó la chica.

-¿Qué?

-Joaquín es tu novio, así que lo tenes que hacer sufrir sin piedad alguna, si no funciona ese método ocuparemos otro.

-Estas diciendo que ¿Quieres que lo mate?

-No es necesaria la muerte para sufrir, o al menos no por ahora.

-¿Entonces como le voy a hacer?

-Lo vas a engañar con alguien... Y tú nos vas ayudar- Señaló al chico de piel palida.

-¿Yo? Yo ya ayude bastante no me quiero entrometerme mas- Vosiferó.

-¡Ahhh! ¿Con que no quieres ayudar? Cuando me necesites ¡Te voy a mandar a la mierda!- Amenazó la mujer.

-Eli, no puedes obligarlo- Tiago defendió al chico.

-¡Claro que sí! Éste siempre me pide favores y nunca me los devuelve, así que ¡Ésta es la ocasión para que me los devuelva!- Rodó los ojos.

-Puedo conseguir a alguien que lo quiera hacer no hay necesidad que él lo haga- Gruñó.

-Está bien. Pero tenés dos días, si en ésos dos días no conseguis a alguien, te la verás conmigo- Amenazó.

-¡Claro! Cómo no- Frunció el ceño entre la desesperación -Tú, muchas gracias por la información, pero si no es mucha molestia ¿Te puedes ir de mi casa?.

Tiago se sentía destrozado, no sabía como explicar sus sentimientos, se había vuelto a enamorar y de una persona dañada, una persona que no valía la pena; su corazón le decía que le perdone, pero su mente le decía que lo mande a la mierda, que ése chico le podía destruir en tan solo unos segundos, ése chico se describía en tan solo una simple palabra; psicópata un gran y maldito psicópata.

Tiago, consiguió a un chico de piel palida como la nieve, ojos color esmeralda, cuerpo formado y una sonrisa que derrite a cualquiera, pelo teñido de color azul y negro.

Hoy le tenía que mostrar la carnada a Elizabeth, con él tenía que darle celos a Joaquín.

-Eli te presento a Daniel, Daniel ella es Elizabeth, mi mejor amiga- Los presento Tiago.

-¡Mucho gusto! ¿Ya son novios?- Interrogó con hipocresía.

Daniel miro de reojo a Tiago en busca de una repuesta ya que este no había salido del closet y no le gustaba decir sus cosas "íntimas", aunque Tiago lo haya conseguido con engaños.

-¡Si!- Hizo el mayor intento para que se note el entusiasmo y que él chico no sospeche.

-¡FELICIDADES!- Gritó.

-Gra..gracias- Agradeció tímido.

-De nada.

La charla siguió con las preguntas incómodas de Elizabeth, Tiago sin interés en la charla y Daniel muy nervioso.

Tiago y Daniel iban caminando en dirección a casa de su "novio" la noche estaba por llegar, los faroles se empezaban a prender a brindar una mínima iluminación, el sol a pasar los minutos se iba ocultando más, las estrellas se empezaban a hacer presentes, la presiosa luna se empezó a dar una mayor iluminación, a medida que caminaban era tranquilizante, ya que la naturaleza se hacía notar más y brindaba una perfección inalcanzable.

Entre la oscuridad se iba apareciendo una sombra una persona que no se reconocía iba escabullendose entre el bosque.
Con la poca iluminación que les brindaba la luna, se mostró el rostro de Joaquín.

En Tiago se hizo presente un escalofrío tanto de miedo como de tristeza, ése chico se había ganado el amor de él, Tiago ahora no sabía que hacer con los sentimientos que, a pesar de conocer aquella macabra verdad, se mantenían en su ser.

Al ver a Joaquín, Tiago aceleró el paso, él todavía no se sentía listo para enfrentarlo, ésa herida que le había causado no era tan fácil de curar, aunque se intenté hacer el fuerte, su corazón le engañaba, sus ojos estaban cristalinos, las lágrimas amenazaban con salir, su cuerpo temblaba, sentía un nudo en su garganta, quería llorar, ansiaba llorar.

Llegaron a la casa de Daniel, perdiendo de vista a Joaquín, Tiago quería pensar que él no lo había visto, sabía que Elizabeth lo iba a obligar a cobrar venganza, él la quería cobrar, pero no sé sentía listo, no sabía cómo afrontar a Joaquín, ése chico ya tenía el amor absoluto de él.

Elizabeth no paraba de acosar a Tiago, que entre más ligero obtenga la venganza podrían disfrutar la tristeza de él, aunque ella lo que verdaderamente tenía planeado era matar a Joaquín. Tiago se encontraba en una "cita" con Daniel y también había invitado a Joaquín, pero ninguno sabía la presencia del otro.

A Daniel lo había invitado unos minutos antes que a su verdadero novio.

Daniel y su "novio" se encontraban en la playa en una pequeña cabaña, alejados de todo tipo de personas, con solo la presencia de la naturaleza, pajaros haciéndo escuchar su hermosa melodía, árboles brindando sombra a cualquier tipo de especie viviente, presiosa flores de variados colores en un jardín bastante cuidado, el césped alineado con un exelente corte, se podía escuchar las olas del mar, un ambiente bastante tranquilizador.

-¿Quien fue tu último novio?- Pregunto el de ojos esmeralda.

-Pues mi último novio...- No sabía que decir ya que depronto conozca a Joaquín y dañará el "plan"- Se llama... ¿Sabes? No me gusta hablar del tema.

-A vos nunca te gusta hablar- Rodó los ojos.

-Claro que si, sólo que de ése tema no. Aber pos pregúntame algo, pero que no sea eso.

-Como te enteraste cuando fuiste gay, osea ¿como supiste que eras gay?.

-Pues no lo muy recuerdo muy bien, pero creo que primero era bi, ya pues me gustaban ambos géneros, pero después me fueron gustando más los hombres que las mujeres, empecé a conceguir mas novias ya que me parecía absurdo que me guste un chico, pero no me satisfacían las chicas de la manera que yo quería, sólo no me gustaban, después empecé a tener más ofertas de hombres y les perdí el gusto a las mujeres.

-Pensé que me ibas a decir "No me acuerdo"

-No soy tan seco- Frunció el ceño.

-Claroooooooo

-Si quieres te lo demuestro- Intento hacer la mejor cara pícara, sabía que ése chico no tenía la culpa y por lo menos debía de dejar ser un grosero.

-¿Ah? ¿Si? ¿Cómo?

-Asi- Le dió su mano al chico, él la recibió con gusto, pero le dió un tirón y lo pego contra su cuerpo, él muchacho se sonrojo, a lo que a Tiago le causó gracia, su mano la puso en la cadera del joven empezó a acariciar, con la que le quedaba libre la dirigió al rostro del chico y dejó unos cuantos mimos, luego la puso detrás de su cuello y unieron sus labios en un divertido beso.