capitulo: 10

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–Tiago ¿Cuál fue el motivo de muerte de Bairon?– Pregunto la pelinegra.

–La verdad.. no sé, no me atreví a preguntar ¿Por qué?

–Es que me tomé el atrevimiento de averiguar y... El murió de balazos y golpes.

–¿¡Que!? Co..¿Cómo que de balazos y golpes?

–Pues si, un amigo me está ayudando a averiguar y estoy a tan sólo unos pasos de describir quien fue el patán que hizo ésa barbaridad.

–Yo..yo quiero ayudar.

–Estoy esperando respuesta, me dijo que en dos días tendría toda la información que necesitamos.

–Está bien, apenas te enteres ¿Me avisas?

–Claro que si.

Los días pasan muy bien para la pareja de enamorados, ahora Tiago no trata mal a Joaquin.

Cada día que pasa es un día lleno de emociones para ambos, cada segundo juntos es simplemente mágico.

Estaban caminando con la poca iluminación que les brindaba la luna, un camino demasiado oscuro, como el alma de Joaquin, al dar pasos, se escuchaba crujir las hojas, un escalofrío pasaba en el cuerpo de Tiago, haciendolo soltar un chillido suave.

Sólo faltaban unas cuantas cuadras para llegar a casa de Tiago, iban con los dedos entrelazados cada uno metido en sus pensamientos....

–¿Sabes? Tenerte cerca era un sueño inalcanzable y... Por fin estoy con vos, ahora somos novios y me haces el hombre más feliz del jodido mundo– Confesó él peli blanco con una media sonrisa.

–Yo pensé que jamás me volvería a enamorar y mírame, ahora me tenes loco por vos.

–¿Como hiciste para no volverte loco antes?

–¿Por.. qué lo dices?

–Todas las personas están locas a su manera, pero locas, todos somos bizarros o.. ¿No?

–No lo veo de ésa manera, pero cada uno en su mundo, cada quien puede pensar como quiera.

–Pues él que no esté loco se mercería un premio.

–¿Que tienes contra ése tema?

–No es nada, sólo olvida lo que dije.

Al llegar a casa del pelinegro de dieron un beso de despedida y Joaquin cogió rumbo a su casa.

Tiago al entrar, se encontró a Elizabeth besandose con una chica, estaban casi semidesnudas, y al notar su presencia, la desconocida casi se muere del susto, él por su parte solo cogio rumbo a la cocina, ignorando la escena.

Estaba tomando un jugo de fresa, metido en sus pensamientos, hasta que siente que hay alguien llamandole.

–¿Tiago?– Parloteo la pelinegra.

–¿Si?

–Perdon.

–¿Por?

–Pues por la chica, es que no sé cómo sacarme a Nicole de la cabeza,ella ya me dejó muy en claro que no quiere nada con migo– chilletio triste.

–Tranquila, ésa chica se dará cuenta de la mujer que se está perdiendo, éso te lo aseguro, no conozco del todo a Nicole, pero sé que no puede ser tan ciega y no ver a semejante mujer que se está perdiendo.

–Naaaa, no creo que sea algo que ella merezca... Ella es.. sencillamente preciosa, la verdad, las palabras sobran.

–Se nota que te trae loca.

–Demasiado. Y éso me ecxita, soy muy ecxitosa.

–Eres muy extrovertida.

–¿Éso es malo?

–Debería.

–Pues no debería.

–Y cómo vas con tu novio.

–Pues... Supongo que bien.

–Me alegra que tengas felicidad, ojalá y valga la pena.

–Claro que la vale, tampoco es tan malo solo que aveces es muy raro.

–¡Demasiado!– Exageró la chica.

–Pero lo que no es raro es aburrido.

–Pues, si lo bueno es lo que es irregular.

–Mañana llegan nuevas noticias ¿Verdad?

–¡Si! Hablé con Alex y me dijo que estaba a punto de enterarse de quién fue el maldito asecino.

–¿Sabes? ¡Te amo!

–Eso ya lo sé, pero me gusta que me le repitas.

Diez de la mañana, Tiago estaba desayunando serial.

–¡Buenos días!–Dijo la pelinegra.

–¿Qué tienen de buenos?

–Nada, pero me gusta ser positiva.

–¿Cómo amaneciste?

–Creo que tener sexo en mi cama no es la mejor opción ya que a cada segundo se caen las tablas– Se rió por la confesión

–¡Es hoy!– Estalló él chico.

– En unas horas llega.

–Voy a salir con Joaquin en la tarde vuelvo.

–¡Tiago!

–¿Qué?

–No le digas nada de ésto a tu novio. Sólo lo debemos saber los tres ¿Entendido?

–¿Por?

–No debemos confiar en nadie ni en nuestra misma sombra porque también nos puede traicionar.

–Yo creo que él nos podría ayudar.

–¿Es él o yo?

–¿Es en serio?– Protestó alzando una ceja.

–¡Muy en serio!

–Claro que te escojo a vos.

–Entoces ni una sola palabra de ésto a él... Es que hay algo de él, que no me cae del todo bien.

–A ti casi nadie te cae bien.

–Éso no es verdad.

–Claro que sí, la mayoría de mis amigos te dan mala espina.

–Él no es sólo tu "amigo"

–Bueeeee puede que sea mi novio.

–Me caía bien Bairon.

–No los compares.

–Claro, porque los dos son demaciado distintos. Dime a quien amas más a.. ¿Bairon o a Joaquin?

–¡Bairon ya murió!

–¿Pero si estubiera vivo a quien escojes?

–¡DEJA DE PONERME A ESCOJER!

–¡AA! osea que querés más a Joaquin, como olvidas tan rápido.

–¡NO! Maldición, yo amo a Bairon, pero me cansé de sufrir, ¡él ya no está! Y tengo que olvidarlo. Tenemos que olvidarlo.

–Lo... Lo siento.

–Tranquila, se que también la estás pasando mal y que es difícil, pero tenemos que dejarlo ir, o éso es lo que él hubiera querido– concluyó entre la desesperación.

–Si..lo sé.

Las horas pasaron lentas, cada minuto carcomía lentamente a ambos, la espera era agotadora, sólo era cuestión de minutos para que Alex llegué...

–¿Cuando se va a dignar a llegar?– Preguntó el pelinegro.

–Dijo que a las cuatro llegaba– El moreno miró de reojo el reloj.

–Faltan diez minutos...





"̷-̷:̷;̷𝓝𝓮𝓪𝓻 𝓨𝓸𝓾 "̷-̷:̷;̷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora