Lo mejor fue la compañía

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(Perspectiva Allison)

Terminé de cocinar poco después de ese impulso que había tenido, Jasper me ayudó a poner la mesa para mi padre y para mi mientras yo sacaba la lasaña del horno y la emplataba.

-Papá, te doy 5 minutos para sentarte a la mesa o voy a por ti- dije.

-Ya voy- dijo divertido-

Mientras esperaba a que viniese me giré hacia Jasper el me miraba con una tierna sonrisa que correspondí, saqué mi móvil del bolsillo trasero de mi pantalón.

-¿Sería precipitado pedirte tu número?- pregunte tendiéndole el móvil.

-Para nada- dijo tomándolo entre sus manos y anotándolo- no duermo, así que puedes llamarme a cualquier hora.

-Gracias- dije sonriéndole- te mandaré un mensaje para que puedas guardar mi número si quieres.

Él asintió antes de que Alice bajase por las escaleras y Edward, Carlisle y papá se uniesen a nosotros en la cocina.

-¿Qué hacéis vosotros dos?- preguntó papá elevando una ceja.

-Le estaba pidiendo su número- respondí- ¿por qué? ¿te pondrás celoso?

-Jovencito, puedes llevártela con moño y todo- dijo mi padre bromeando.

Jasper y el resto de los Cullen se rio ante sus palabras, pero yo fingí enfadarme y dirigirme hacía la puerta aunque no llegué lejos ya que papá me tomó en brazos haciéndome dar vueltas y consiguiendo que riese.

-No pongas ese puchero, sabes que no podría vivir sin ti- dijo papá dejándome en el suelo para despeinarme.

-No se de que puchero hablas, solo iba a colocar bien el abrigo en la percha- dije encogiéndome de hombros.

-Son adorables ¿verdad? - dijo Alice.

-Lo son- afirmaron los tres hombres.

Estaba algo avergonzada, así que les saqué la lengua antes de dirigirme a la mesa.

-Podéis tomar asiento si queréis- los invité.

-Será mejor que os dejemos cenar a gusto- dijo Carlisle disculpándose- ha sido un placer Allison.

-Lo mismo digo Carlisle- dije acercándome y dándole un ligero abrazo que pareció tomarlo por sorpresa.

-Yo quiero uno- dijo Alice tomando el lugar que antes Carlisle ocupaba.

Me reí divertida y la estreché entre mis brazos.

-Mi pequeño duendecillo- dije sin soltarle- ¿cómo has visto mi fondo de armario?

-Estupendo- dijo mientras nos separábamos- pero no vendría mal alguna que otra salida de tiendas más ¿qué me dices?

-Que mi padre va a tener que hacer horas extra y yo encontrar un trabajo para seguirte el ritmo- dije divertida.

-Al parecer tendremos que programar una cirugía de urgencia- dijo mi padre mirando a Carlisle serio- ¿cuánto conseguiría en el mercado negro por un riñón?

-Depende ¿el derecho o el izquierdo? – dijo Carlisle siguiéndole la broma y consiguiendo que todos riésemos.

-Te pasaremos a buscar mañana- dijo Edward- según nos ha comentado tu padre no os llegarán los coches hasta por la tarde.

-Sería genial, gracias Edi- dije dándole un pequeño abrazo que correspondió.

-No hay de que hermanita- dijo despeinándome ligeramente.

Mi calma y mi tormenta. (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora