(Perspectiva Allison)
Desperté con el sonido de la alarma, esa noche me había costado conciliar el sueño, por lo que estaba un tanto adormecida cuando entré en la ducha. Agradecí enormemente el agua fría que me ayudó a despejarme, no me apetecía secar el pelo así que lo cepillé y dejé que se secase solo mientras me vestía y bajaba a hacer el desayuno.
Papá aún no había bajado a la cocina, así que me puse a hacer el café, el zumo de naranja y unas tostadas para los dos. También aproveché para hacerle un par de sándwiches, uno vegetal y otro de beicon con huevo, los guardé en una bolsa de almuerzo junto a una botella de agua y una manzana. Sabía que papá muchas veces se olvidaba de comer, pero si le hacía el almuerzo solía comérselo, se me había hecho costumbre ya esa rutina.
- ¡Qué bien huele! - dijo papá bajando las escaleras.
-Te he hecho el almuerzo, hoy solo son un par de sándwiches y una manzana, mañana te prepararé algo mejor- dije sentándome a desayunar.
-Muchas gracias, cielo- dijo dándome un beso en la cabeza antes de sentarse frente a mí para desayunar- esta tarde no se si podré salir a tiempo del trabajo para ir a buscarte, te voy a dar algo de dinero para que llames a un taxi.
-No te preocupes, puedo venir andando- dije- es solo durante esta semana, hasta que nos lleguen nuestros coches.
-Como quieras- dijo papá- pero te he hecho un ingreso en tu tarjeta, úsalo como veas, tú eres responsable para eso.
No insistí en el tema, siempre terminábamos discutiendo por temas de dinero, el me daba más de lo que necesitaba y yo simplemente ahorraba para un futuro o alguna emergencia, como mi portátil nuevo, el anterior se me había roto en plena época de exámenes.
-Yo pongo los platos en el lavavajillas, sube a por tu mochila y te espero en el coche- dijo.
Hice caso y subí, comprobé que llevaba todo lo necesario y llevé en la mano el cuadernillo de Jasper, teníamos biología juntos a primera hora.
Una vez en el coche papá encendió la radio y nuestras voces inundaron el vehículo mientras destrozábamos las canciones. En esta ocasión al llegar al instituto ya había varios coches allí, me despedí de papá y tras recordarle que almorzara salí para entrar al instituto.
-Buenos días- dijo una voz cantarina a mis espaldas.
-Alice- dije antes de girarme- ¿qué te he dicho de mi pobre corazón?
-Lo siento- dijo Alice sin un ápice de arrepentimiento.
-Buenos días- dije divertida- ¿a qué se debe tu alegría el día de hoy?
-Hoy traen la nueva colección de ropa a unas tiendas de Port Angels- dijo Alice- me preguntaba si te gustaría ir conmigo y mis hermanos.
- ¿No puedes esperar al fin de semana o al viernes?-pregunté intuyendo la respuesta.
-Pero alguien se me podría adelantar- dijo con un tierno mohín en los labios.
-Está bien, pero quita esa carita de cachorro o tendré que darte un achuchón- dije sonriendo con ternura ante su gesto.
-Genial- dijo dando un pequeño saltito emocionada- ¿Te parece bien si nos vamos después de clase?
-Tendría que pasar por casa para coger mi otra cartera- dije- aquí llevo lo necesario para el almuerzo.
-Podemos llevarte a casa si quieres- ofreció Alice.
-No quiero molestar- dije.
-Insistirá hasta que aceptes- dijo Edward apareciendo a nuestro lado junto a sus otros hermanos.
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Mi calma y mi tormenta. (Jasper Hale)
FantasyEn ocasiones las decisiones que tomas te llevan por caminos que jamás esperaste, a veces esas decisiones ni siquiera depende de ti en un principio, la vida da muchas vueltas, pero el destino está marcado y no puedes escapar de él, aunque tampoco que...