Daddy [Lucas Wong & Tn]

Capítulo 3: ¿La ley del hielo puede descongelarse?

Apropósito ____ es Tn, decidí cambiar eso.

⚠ADVERTENCIA⚠
Este capítulo puede contener contenido +18.

《____》

Al ver eso, me quedo paralizada. Veo como Lucas me mira paralizado y yo decido irme del lugar para intentar procesar que mató a mi padre. Escucho mi nombre ser gritado por Lucas retumbar en los pasillos pero no presto atención. Y si ¿El me hace lo mismo a mi? Con sólo tener la idea de que eso me pase, tengo deseo de escapar y no regresar jamás.

―¡Wolf espera o te mataré ahora mismo! ―el hombre que estaba con Lucas me detiene.

Lo admito, eso fue suficiente para terminar de asustarme.

―¿Puedo esplicarte qué pasó? ―Lucas aparece detrás mío y yo asiento no muy convencida de su explicación ―El te hiso sufrir mucho ¿Qué no es bueno tener venganza de ello?.

―¿Matándolo? ¿Qué estás loco? ―empiezo a hablar ―¡El me crió, me dió ropa y comida! Eres un maníaco bruto, Lucas ―me voy del pasillo, pero esta vez caminando, pero Lucas me detiene empujándome a un muro y empotrándome ahí.

―¿Qué me dijiste? ―sus ojos se destacan furiosos.

―Eres un maníaco bruto ―repito lento y claramente.

―¿Tienes algún problema con que lo sea? Pues ese no es mi asunto, como tu misma lo dijiste una vez ―su rostro se acerca más al mío ―Yo soy tu dueño y ahora te lo dejaré claro. ―el me carga en sus hombros y yo lo golpeo intentando safarme de el.

⚠ADVERTENCIA⚠
Empezamos con el contenido +18. Lea bajo su responsabilidad. (Creo que la mayoria ignorará mi advertencia y leerá esta parte igual).

―¡Mierda Lucas, bájame ahora! ―grito desesperada ―¡Alguien por favor ayúdeme!.

―Nadie te escuchará ―Lucas me tira a una cama de otra habitación ―sólo a mi me escuchan y ahora tu lo harás ―me da una nalgada y yo gimo.

Me quita la toalla que llevo puesta para taparme, el se quita el pantalón y siento algo entrar en mi sacándome un gemido de dolor. Siento las grandes manos de Lucas agarrar mi cintura y empezar a estrellarla contra el.

―¡¿Quien es tu dueño?! ―azota mi trasero fuertemente asiendo que el golpe se escuche ―¡Dilo!

―Lucas ―en un casi suspiro pronuncio su nombre.

―¡Grítalo! ―vuelve a azotarme.

―¡Lucas! ―lloriqueo un poco.

―¿Lucas qué? ―empuja otra vez mi cintura hacia el y siento algo tocarme haciendo que tenga mucho placer.

―¡Lucas Wong! ¡Lucas Daddy! ―vuelvo a lloriquear.

―Así me gusta, ____ ―sigue follándome con furia y así mis lágrimas caen por el dolor que siento y mis gemidos se transforman en lloriqueos ―Que te quede claro ―suspira ―quién eres y a quién le perteneces ―da una última embestida haciendo que un líquido recorra mi interior  y me suelta haciendo que caiga completamente agotada.

A la mañana siguiente, me despierto con un gran dolor en mis piernas... Me pregunto por qué fue o por quién fue mejor dicho.

―Buen día, pequeña ―escucho a Lucas saludarme con un desayuno. Pero yo lo ignoro intentando levantarme pero caigo al piso ―¿Estás bien, ____? ―se acerca a mi para ayudarme a levantarme pero rechazo tu ayuda. ―¿Qué te pasa ahora?.

No contesto y bajo a la sala a tomar algo de agua y ayudar a los sirvientes de la casa un rato, luego iría a mi colegio.

―Chicas ―escucho a Lucas bajar y todas sus amantes responden a su llamado ―iré a trabajar y llevaré a una de ustedes conmigo.

Lucas, no me elijas. Lucas, no me elijas. Lucas, no me elijas.

―____ vendrás conmigo ―¿Qué parte de NO me elijas no es clara?.

―Lo siento, pero hoy no puedo acompañarlo, hoy tengo que ir a mi colegio ―respondo segura ―tal vez, puede llevar a otra.

―Pues, te llevaré, ponte el uniforme y sube al auto ―así como habla, no me queda otra que obedecerlo.

Subo al auto y ahí nos vamos a mi colegio. Al llegar soy la primera en bajar del auto y voy rápido a la entrada de mi colegio para que no intente hablarme. Cuando el resto llega, todo el mundo murmura cosas de mi como "Esa ____ se vende y un hombre tan guapo como el que estaba afuera la compró ¡No lo creo!" Un grupo de chicas se me acercó también.

―____, dime ¿Buscan a chicas nuevas en la subasta de tu padre? ―me pregunta una.

―No, ―respondo ―hace unos días papá renovó la remesa de chicas y no buscan más, pero si les interesa, para el renuevo del próximo mes, les digo que pueden ser vendidas permanentemente o alquiladas por una noche, en mi caso, soy una amante permanente ―les explico.

―Ah... ―asienten ―gracias, ____.

Al parecer todos vieron a Lucas. Ahora estoy en mi clase de idioma extrangero.

―Bienvenidos clase —esa voz me parece familiar.

—¡Lucas! —lo llamo y me mira —perdón, digo. Profesor Wong ¿Puedo hablarle afuera?. —es asiente y salimos del salón —¿¡Pero qué haces aquí?!.

—Mi trabajo, enseñar idioma extrangero —habla sin prisa.

—Se qué planeas y juro que no funcionará.

—¿Qué crees que planeo?.

—Quieres vigilarme e intentar corregir lo que hiciste mejorando mis notas en las materias ¿verdad?.

—¿Tan obvio soy? —yo asiento.

—Ahora estoy haciéndote la ley del hielo, así que dudo que funcione.

—La ley del hielo puede descongelarse, _____ —¿La ley del hielo puede descongelarse? —empezaremos con la clase ya.

... ¿Es verdad lo que dice?...