CAPITULO 18

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lucille granger

Durante los últimos días, los 5 hemos estado bebiendo y disfrutando de las vacaciones de invierno en la mansión. Desde mi llegada, nunca hubo un día en el que Draco y yo pudiéramos mantener nuestras manos quietas, literalmente. Los cinco acabamos de terminar de nadar en la puta piscina cubierta de Draco. Y vaya que todos nos moríamos de hambre. Envolví mi cuerpo en una toalla blanca y me contoneé dentro de la cocina mientras me seguían.

"¡La barba de Merlín!" Narcissa exclamó: "¡Todos están goteando en el suelo!"

Ella miró a nuestros pies mientras el agua goteaba sobre el suelo de mármol.

"Corre arriba y límpiate, ahora". Dijo severamente.

"Lo siento, mamá", soltó Lorenzo, corriendo escaleras arriba, chocando con Blaise para evitar meterse en problemas.

Mientras aceleraba con Onyx y Draco, fui interrumpido.

"Lucille, ¿podrías quedarte aquí un segundo?" Preguntó Narcissa.

Paré mis pistas y tragué saliva. Mierda. Me di la vuelta y la miré mientras sonreía.

"¿Qué necesitas de ella?" Espetó Draco.

"Draco, solo ve a limpiarte. Estás goteando sobre mis pisos ensangrentados. Solo voy a pedirle que me ayude con algo en la cocina, eso es todo".

Miré a Draco mientras la frustración estaba plasmada en su rostro. Le di una mirada tranquilizadora.

"Ve, Draco. Estaré bien".

Resopló y se dio la vuelta, alejándose con sus chirriantes pies mojados en el suelo de mármol. Volví a mirar a Narcissa, temblando por el aire frío en mi cuerpo empapado.

"Entonces, Lucille," dijo, "Draco se olvidó de informarme que tenías ... padres muggles".

Mi garganta se apretó.

"Por lo general, nunca dejaría ... sangre sucia en mi casa, especialmente mi propio esposo", continuó Narcissa, acercándose poco a poco a mí.

"Pero por alguna extraña razón, no sé cómo lo hiciste, has logrado hacerlo ... más feliz".

Mordí mi labio nerviosamente.

"Y no hay nada que quiera más en el mundo que tener mi propia carne y sangre, bueno, feliz", dijo Narcissa suavemente, "supongo que sabes que es un Mortífago, ¿correcto?"

Contuve el aliento en estado de shock.

"Um. S-sí", respondí.

"¿Oh? ¿Así que conoces la tarea que le asignó el Señor Oscuro?"

"Sí ..."

"¿Cómo te sientes al respecto?"

Sus ojos ardían a través de mí; Supongo que de ahí es de donde Draco lo sacó. Quiero decir, ¿qué más se suponía que debía sentir al respecto?

"Um. Asustado por él, supongo".

"No le tienes miedo, ¿correcto?"

"No..."

"Genial", resopló, caminando de regreso a la isla de la cocina, agarrando una botella de vino, "Porque Lucille, realmente me encantaría que estuvieras cerca durante este tiempo tan ... perjudicial ..."

Tragué saliva. Por supuesto que ¡Voy a estar por aquí! No soy un maldito tonto.

"Por supuesto, Sra. Malfoy," respondí.

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