filthy

CAPITULO 27

lucille granger

"Te levantaste temprano", dijo Onyx mientras entraba al dormitorio.

Me doy la vuelta para ver a Blaise de pie junto a ella e inmediatamente grito, corriendo hacia mi cama para agarrar una capa y envolver mi cuerpo desnudo.

"¡Ónix!" Grité. "¡Me estoy cambiando!"

"Blaise no mira", respondió Onyx, quitándose la camisa y dirigiéndose hacia la cómoda.

"Lo haré, pero realmente no me importa", replicó Blaise, mientras Onyx le daba una palmada en el pecho.

Me burlé.

"Blaise, date la vuelta", lo reprendí.

Suspiró y se dio la vuelta. Dejé que la capa cayera al suelo y me acerqué a mi tocador.

"¿Falda o pantalón de vestir?" Le pregunté a Onyx.

"Pantalones de vestir. Ha pasado un tiempo desde que usaste pantalones de vestir", respondió, poniéndose el botón.

Saqué los pantalones de vestir y mi blusa de la cómoda y dejé la blusa encima de la cómoda.

"No entiendo por qué no puedes empacar una bolsa para pasar la noche para el día siguiente cuando te quedas en casa de Blaise"

"Porque quiero volver contigo, cara de muñeca", marcó mientras reía.

Puse los ojos en blanco.

"Está bien, Sra. Zabini", me burlé.

"Ew, Lucille", espetó.

"¿Ew?" Preguntó Blaise.

"¡No lo digo en serio!"

Dijo rápidamente, luego le dio un beso en la mejilla a Blaise para tranquilizarla. Me reí entre dientes, mientras me ponía los pantalones de vestir. Empiezo a luchar para subirme los pantalones. Aspiré y lo intenté de nuevo. No se movía. Que carajo Seguí luchando cuando inmediatamente me di por vencido y me senté en el suelo con frustración.

"No quiero ir a clases", enfurecí, con los brazos cruzados.

"¿Por qué?" Onyx preguntó, mientras se ponía la falda.

"¡Estos malditos pantalones no encajan!" Exclamé, levantándome y volviéndome a intentar.

"Aquí, déjame ayudarte", se acercó y me quitó las manos de la cremallera.

Intentó forzar el cierre de la cremallera, pero no se movía.

"Joder, Lucille. ¡Chupa o algo!"

"¡Lo estoy intentando!" Grité de vuelta.

Lorenzo irrumpe e inmediatamente se tapa los ojos.

"¿Es este el momento equivocado?" Advirtió.

"No, ¿podrías ayudarme?" Onyx preguntó a Lorenzo.

"¿Con que?" Preguntó, su mano todavía sobre sus ojos.

"La maldita cremallera de Lucille. No se cierra y estoy empezando a irritarme"

"No creo que deba hacer eso-"

"¡Solo ayuda, Enzo!" Onyx gritó.

"Está bien, está bien, maldita sea", espetó, arrastrando los pies hacia mí a ciegas con los ojos cubiertos.

"Guíame hasta la puta cremallera"

Onyx guió sus manos hacia mi cremallera. Tuvo que agacharse un poco, dado que es literalmente 9 pulgadas más alto que yo. Trató de cerrar la cremallera con una mano, pero no funcionó.