Metí todo lo necesario en la gran bolsa, no tenía tiempo que perder. Solo tenía una oportunidad de cumplir mi propósito, y si la desperdiciaba, años de entrenamiento se irían por la borda. Cogí mi improvisada maleta y baje las escaleras de mi base lo más rápido que podía, saltando de dos en dos los escalones. Ya había llegado a la planta baja cuando la sirena del camión empezó a sonar, había llegado la hora. Había pasado los tres últimos años preparándome para esto, tanto física como psicológicamente, y en aquél instante estaba eufórica. Tanto esfuerzo y tantos sacrificios por fin habían dado sus frutos, y estaba más que contenta conmigo misma. Rápidamente me dirigí hacia mi mejor compañera y amiga, con una simple mirada y un abrazo, nos despedimos. A ninguna de las dos nos gustaba decir adiós a un ser querido, a una parte de ti, era demasiado doloroso. Siempre me había tratado con cariño y aprecio y había antepuesto mis necesidades a las suyas, por eso sabía que, si reparaba mucho en que estaba dejando atrás una de las personas más importantes de mi vida no me iría nunca y eso no lo podía permitir, ni ella tampoco, por eso las dos respetamos el acto de la otra. Como una pluma salí corriendo por el pasillo que llevaba a la puerta principal y después de abrirla, le eché un último vistazo al que en pocos segundos sería como mi antiguo hogar. Había tantos recuerdos escondidos entre las sombras de aquéllas paredes blancas inmaculadas. La primera vez que llegué aquí, mis primeros años, la muerte de Sophia (una de las mejores agentes de SHIELD) en aquél desgraciado accidente... un sin fin de alusiones tanto malas como buenas. Aquélla corporación no solo había sido una casa para mi, también había sido un refugio, porque el hogar es el único sitio seguro en el que puedes refugiarte.
Siendo consciente del poco tiempo que me quedaba, salí por la puerta principal cerrándola tras de mi. El corazón se me encogió nada más hacerlo, nunca sabes si regresarás de nuevo...
Desde que cumplí quince años decidí que no quería vivir en el mundo que habíamos creado. Quería que todo volviera a ser como antes, quería aportar mi grano de arena para forjar una sociedad mejor. Un día los descubrí. Un ejército de soldados de diferentes nacionalidades unidos con un único fin, estar preparados para su llegada, y acabar con ellos de una vez por todas. Se hacen llamar HYDRA. Viven en las sombras, nadie los había visto, pero se sabe que están ahí, en todas partes. He estado todo este tiempo esperándolos, sin tan siquiera estar segura de que existen, pero valía la pena. Había una probabilidad del cincuenta por ciento de formar parte del movimiento que iba a cambiar el planeta, que nos iba a convertir de nuevo en la especie dominante. Definitivamente eso sonaba preocupante. Una fuente fiable me había informado de su llegada a la ciudad, y que estaban buscando reclutas con la suficiente capacidad física y mental.
Estaba a punto de abrir aquel trozo arrancado madera, también llamado puerta, cuando oí su voz, la última vez que iba a oír su voz en mucho tiempo.
-Danielle- Pronunció mi nombre con voz firme- Ten cuidado- Me dijo Fury.
No dije nada. No quería decir nada. Ni siquiera me giré.
Giré el picaporte y salí de allí sin mirar atrás, muerta de miedo. Miedo a lo desconocido. Miedo a empezar de cero, pero lo tenía que hacer, tenía que dar con el Soldado de Invierno. Esa era mi misión.
estaba sumamente segura de que superaría cualquier obstáculo que se me presentara ,mi corazón latía a mil por hora .todo estaba listo ,atraparía al soldado de invierno y le aria pagar todos sus crímenes... Transborde el vehículo y nos dirigimos al campo, donde después tomamos el helicóptero, éramos como 11 agentes reclutas y nos lanzamos en paracaídas a la zona del blanco... Como era de esperar no había nadie en la calle, solo estábamos yo y las siluetas de las casa que poblaban las calles. No tardé mucho en empezar a caminar por la espesa capa de nieve blanca que cubría las aceras y parte de la carretera. Estuvimos inspeccionando el lugar, nos separamos por grupos, pero al fin de cuentas decidí separarme del equipo. Todo estaba tan tétrico, era como un pueblo fantasma; se podían ver negocios abandonados, carros y casas aún amuebladas, hasta que pasaron así las horas. Según las instrucciones de mi contacto debía ir a la plaza mayor del pueblo, allí pasaría un camión a recoger a los candidatos.
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Soldado del invierno Feelings between strings
FanfictionEl amor esta donde menos lo imaginas, y con el asesino que menos te lo esperas, ¿una maquina de matar o un hombre? ninguno de los dos lo sabe... quiero dar gracias a Yazmin Suastegui por escribir en colaboración conmigo sin ella esta historia no se...