Capitulo 5

720 28 0
                                    

Me desperté súper tarde eran las 12:00 de la tarde, me levanté fui a buscar al soldado que no estaba en la habitación. Mire en todos los rincones posibles de la cabaña, pero nada, este tipo no aparecía.

Entre en la cocina, y entones encontré una nota de él pegada en la nevera que decía; regreso más tarde.  y entonces pensé, no me dijo que se fue, total me daba igual.

Pero en cuestión de segundos la misión regresó a mi como un vale De agua fría- ¡mierda!-entre corriendo a la habitación, y de inmediato recordé que tenía un mini localizador, que para mí maldita fortuna no tenía señal, así que decidí esperar, en verdad no creía que retrasará fui de nueva cuenta a la sala para encender la chimenea y vi algo que llamó mi atención, eran mis bragas tiradas en el sillón. ¿Qué hacían ahí?, pensé... ¿será que se tocó pensando en mi? ¿o sólo lo hizo para molestarme? las levanté y las guardé en la habitación. Está vez actuaría como si nada hubiera pasado. El sólo de hecho de pensar que lo vería en un rato me hacía sentir nerviosa. no sabría qué hacer, cómo reaccionar o que decir. Ayer estuvimos a punto de hacerlo si no fuera porque me detuve y salí huyendo de él, el pudor pudo más que yo y los nervios y la vergüenza de estar desnuda frente a el me hacían sentir ¿extraña? digo, era la primera vez que estaba desnuda frente a un hombre, jamás en vida he tenido relaciones sexuales con alguien y ni siquiera se besar, porque nunca lo hice hasta hace apenas ayer.

Apreté mis ojos tratando de superar lo de anoche pero no podía. Entre más los cerraba, las imágenes de él sobre mi cuerpo me comían. Pero bien -suspiré -, actuaría natural como si no fuera la primera vez que me pasaba.

Trataré de enfocarme en mi misión que era capturarlo, pero antes debo recordar que es un asesino ha matado y cometido delitos de alto riesgo. «Es un asesino, es el enemigo, es un monstruo, un criminal, un hombre sin piedad» pensaba una y otra vez ,Pero en el fondo de mi corazón algo me decía que algo dentro de él gritaba por ayuda me sentía en un dilema. Quizá debía conocerlo mejor, platicar con él. Ni siquiera sé su nombre o cuántos años tiene, dónde nació... Realmente no sabía por qué me estaba tomando muchas consideraciones con él cuando en éstos momentos debería estar llamando a los agentes de SHIELD para que vinieran a capturarlo y ellos lo sometieran a un interrogatorio intensivo. Digo, ya lo tengo justo en el blanco pero no puedo hacerlo, algo me dice que aún no es el momento. Por eso he decidido escuchar mis instintos y por lo tanto aprovecharé estos momentos a solas para conocer al temible Soldado de Invierno.

Dure metida en mis pensamientos un buen rato, cuando escuche que la puerta se abría, era el llevaba consigo un venado, sin mirarme lo colocó en la mesa, me miro- ¿sabes cocinar? –

 -Si ,pero el venado es de carne dura tardará mucho en coserse- no me moví para nada- este es pequeño tardará menos- afirmó- cocínalo-señaló al animal muerto- ¿es un favor o una orden? - cuestione cruzando los brazos- una orden- el también hizo lo mismo- bien, pero tú pártelo, yo me encargó del resto.

Rato después lavaba la carne para ponerla a hervir, el por su parte fue a bañarse después de drenar toda la sangre antes de partir los trozos, mientras yo buscaba las especias senti su mirada al agacharme para buscar unos utensilios que me ayudarán a mezclar todos los ingredientes-se te nota- dijo repentinamente recargado en el sillón que estaba frente a la barra de la cocina- ¿qué?-

 -Que no traes ropa interior- me sonrojo por el comentario tan atrevido- grosero- me levante para terminar mi tarea culinaria- si envenenas la comida antes de morir te mataré- ahora estaba detrás mío con su aliento y su cuerpo mojado, y con un leve movimiento me acerqué más a su pecho- si no quieres que esto salga salado vístete-mire de nuevo lo que están a frente a mí- sus manos se recargaron a ambos lados de mi- no sabes las ganas que tengo de romperte la ropa- aspiro el aroma de mi cabello haciéndome sentir Un choque eléctrico en el cuerpo. -Dime que no eres virgen- volvió a decir- por qué si es así te puedo partir en cuatro- con su mano metálica hizo a un lado mi cabello para rozar sus labios húmedos en mi cuello -eso no te importa- mi respiración se agitó y mi corazón se aceleró- ¿y quién te dijo que quiero revolcarme contigo? –

 -Mmm.. ese es el problema, quieres que te haga mía, pero te resistes- ahora aquella mano se estaba metiendo debajo de mi suéter recorriendo mi vientre deteniéndose en medio de mis pechos -Alto- dije deteniendo su mano.-¿Piensas que soy cómo cualquiera? digo, otra ya se hubiera revolcado contigo sin problema, pero... yo no soy una cualquiera que accede a tus intentos de seducción. Entiéndelo. Yo no soy una más- le dije apartándome de él. -Ni siquiera sé quién eres, ni tu nombre... y ¿así quieres que te entregué mi cuerpo? eres patético invierno. Jamás me acostaría con un completo desconocido y mucho menos contigo. Jamás, grábatelo en tu mente J Á M A S...

-Si supiera quien soy te lo diría, no recuerdo nada, pero ante todo soy un caballero, discúlpame- acto seguido se dio la media vuelta y antes de entrar me miró nuevamente- lava tus bragas- y cerró la puerta con un leve azote.

Me quede fría, no sabía quién era ¿sería verdad? O ¿mentira? A mi parecer sonó muy convincente, escuche que HYDRA utilizaba métodos muy poco sutiles para entrenar a sus soldados, di un leve suspiro y continúe preparando la comida, dios tardó una eternidad.

Al fin después de media tarde pudimos comer, el soldado se sentó y no dijo nada- está muy bueno- hasta que por fin se borró el silencio- discúlpame, pero...-

 -Al contrario- su voz sonó melódica

-Esto me trae gratos recuerdos- dije mirando hacía la ventana- estar aquí en medio de la naturaleza, me recuerda como cuando salía con mi padre a acampar siempre lo hacíamos una semana antes de que yo empezará mis actividades escolares -suspiré nostálgicamente- cantábamos frente a la fogata, mi padre sabía tocar la guitarra. Mi madre y yo estábamos alegres acompañando la melodía luego salíamos a montar a caballo, hacíamos divertidas carreras. Aunque después nos ganáramos un buen regaño de mi madre Ella era tan hermosa, tan buena y tan dulce... Siempre la extraño... Esos eran buenos tiempos hasta que pasó lo que tuvo que pasar- dije cabizbaja- pero ya todo eso ya terminó. Todos esos buenos tiempos me hacen fuerte, tener fé y esperanza en que cualquier obstáculo tiene solución... y.... ¿Qué me dices tu? supongo que alguien como tú ha vivido muchas cosas- dije mirándolo a los ojos.

-No lo sé. ..Recuerdo algunas cosas, pero después de despertar no recuerdo las cosas- su mirada ahora era triste- lo siento...¿no está salado? -Pregunte desviando la mirada-¿Quieres te? Fue lo único que encontré para tomar.

-Amm... bueno... al contrario está muy sabroso, no pensé que supieras cocinar tan bien...

-Bien- sonreí- am... traeré un poco de té, es lo único que hay... ¿te gusta?

-Nunca lo he probado.

-¿En serio? Estoy segura de que te encantará.- dije un poco sorprendida.

Me levanté de la mesa y serví el té en las dos tazas, las tomé y por accidente la torpe de mi casi se tropieza y tiró el té encima de él. Que a consecuencia el soltó un grito por lo caliente que estaba.

-Perdón, perdón, perdón! ¿te quemé mucho? Dios mío soy una torpe!- me disculpé mientras tomaba un trapo y trataba de ayudarlo.

-No digas eso, está bien- decía mientras me retiraba suavemente la mano.

-Discúlpame, voy por una pomada que tengo es muy buena es para heridas y quemaduras.

-Está bien- dijo mientras se quejaba un poco.

-Bien- dije mientras me dirigía a la habitación y sacaba el pequeño frasco. De inmediato fui con él que lo encontré sentado sobre el sofá.

-¿Dónde te duele más?

-Aquí- dijo señalando su brazo humano y su abdomen.

Fui aplicando primero en su brazo que en cuestión de segundos sintió como poco a poco se le iba sanando. Hasta que después tuve que untar en su abdomen, lo cual me puso un poco nerviosa y al parecer mi roce hizo que su piel se erizará un poco, pero no le dije nada. Su abdomen se sentía duro y marcado. Se notaba que se ejercitaba mucho y el echó su cabeza hacía atrás.

Soldado del invierno Feelings between stringsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora