Capitulo 3

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Sin quererlo entre, no sabía lo que ese loco podría hacerme, pero aun así me arriesgue- la cabaña tenía todas las comodidades que me pudiera imaginar de inmediato mi cuerpo dejo de temblar -puedes sentarte donde quieras- dijo dejando sus armas en una mesa. Con sumo cuidado me senté cerca de la chimenea, no quería que me fuera a tomar desprevenida, y sin más de la nada él estaba en boxers haciendo lagartijas por lo cual al verlo no pude evitar sonrojarme.

Estaba incómoda, no sabía a dónde mirar, era la primera vez que un hombre semi desnudo estaba en frente de mí haciendo lagartijas Así que dirigí mi cara a la ventana, mientras se formaba un silencio incómodo en la sala acompañado con los gemidos del soldado. No lo soporté más, la idea de que éste idiota estuviera por ahí muy campante en frente de mi  con solo la ropa interior no me agradaba mucho. Me hacía sentir... extraña. Así que me paré en seco y me dirigí a un pasillo que daba a unas habitaciones quería tomar un baño y relajarme Pero mi estómago empezó a rugir, sí, tenía hambre.

No quería salir y tener que verlo, en parte su presencia me parecía irritante, pero moría de hambre y lo peor era que seguramente en un sitio como este no hubiera comida.

Me esperé 15 minutos que serían suficientes para evitar verlo  Así que salí a la cocina a buscar que comer. Iba caminando cuando lo veo en el sillón, me quedé paralizada al verlo ahí acostado sin ropa, notando que debajo de sus boxers se formaba un bulto, lo bueno que el imbécil se había quedado dormido.

No lo pensé ni dos veces y caminé rápidamente a la cocina y fui hasta el refrigerador a buscar comida.

- ¿Qué haces aquí?- escuché detrás de mi

Era el, dios mío ahora estaba delante de mí- quiero comer- respondí de mala gana- Si fuera más desconfiado diría que estás buscando un arma- ahora estaba dando vueltas alrededor de mi como un león hambriento- tengo hambre, no eh comido desde que estoy en. Este país- fue lo único que mi boca pudo decir

-En el refrigerador no hay nada, busca en la nevera, ahí hay geles y polvo nutritivos deshidratados.

-¿Qué? eso es comida espacial ¿Acaso es lo único que comes?

-No pero es lo único que hay, a estas horas es peligroso salir a buscar alimento- dijo mientras sacaba unos sobres de lo que se podría llamar alimento.

Suspiré resignada y me senté en frente de él y me dio dos sobres...

-Come- me dijo mirándome serio, no dije nada y empecé a comer.

Pasaban los minutos y lo único que compartíamos era la mesa y miradas serias, formándose un incómodo silencio...Después de unos minutos decidí romper el hielo.

-¿Qué quieres de mí?- dije mirándolo fijamente mientras me cruzaba de brazos. Pero él no contestó, solo suspiró.

-Matarte- dijo secamente, mientras se paraba de la mesa.

-¡Oh genial! Quieres matar a un aliado- seguí cruzada de brazos en mi lugar, volví a suspirar y me recline con todo y silla jugando un poco con el equilibrio- y si quieres matarme ¿por qué tienes una erección? -Lo dije entonó de burla, para después ver lo sentarse nuevamente en la mesa cruzó sus dedos apoyándose sobre la mesa y mirándome nuevamente.

-Esto no lo provocaste tu-sonrió al momento que señalaba aquella parte- soy hombre, es natural-sus labios se curvaron de modo divertido.

-¿Por mí? ¿En serio crees que me interesa alguien como tú? -reí- además quién se fijaría en una erección de 13 cm- me burlé.

Esa fue la gota que derramó el vaso, furioso chocó los puños con la mesa rompiéndola por completo, por mi parte me levante de la silla con semblante triunfador camine hacia una de las habitaciones y antes de entrar le advertí- no trates de matarme gato, el ratón te puede dar una dolorosa sorpresa- acto seguido cerré la puerta tras de mi

Me recargué sobre la puerta y no pude evitar sonreír y negar con mi cabeza. Me dirigí al baño para tomar una ducha y me fui desprendiendo de mi ropa. Abrí el grifo y deje que el agua caliente cayera sobre mi cuerpo relajándome por completo. me quedé parada por un momento dejando que el agua me recorriera por completo. «Necesito comunicarme con SHIELD al fin tengo al Soldado de Invierno como quería» pensé «justamente ahora era un blanco fácil para capturarlo» algún plan tenía que ejecutar Después de terminar de enjabonarme y enjuagar por completo mi cuerpo, tomé una toalla y salí del baño.

Pegue el grito de mi vida, el muy depravado hijo de pu#@% estaba sentado en la cama con mi ropa en las manos y una pistola- ¡Oh! Lo siento ¿es tuyo? ...preciosa- dijo en tono pícaro y mordiéndose el labio inferior- ¿que ahora me quieres violar? - me cruce nuevamente de brazos y me recargue en la puerta- tal vez- dijo al tiempo que tomaba con su dedo índice mi sujetador- que color tan bonito, y es de encaje- ahora lo sostenía con las dos manos ,y sin esperarlo lo rompió

-¿Qué hiciste idiota?- grité furiosa- ¿quieres dejarme sin ropa? ¿Así es como resuelves todo? solo disfrutando arruinando la vida a los demás.

-No tanto como…- dijo mientras tomaba en sus manos mis bragas.

-Déjalo ahí- le ordené furiosamente.

-Son lindas- dijo mientras la sujetaba con ambas manos a punto de romperlas.

-¡NO!- grité mientras me acerba rápidamente hacía él para arrebatárselas. Pero el intento fue inútil, la fuerza de su mano metálica me lo impidió.-¡dámelas ya!- le ordené de nuevo.

-Está bien ten- dijo mientras estiraba su brazo para dármelas. Me acerqué para tomarlas pero el idiota tenía la mano cerrada y no me dejo agarrarlas.

-No estoy jugando, dámelas ya.                      

-Yo tampoco, toma.

-Abre tu mano y dámelas.

-Está bien, ven por ellas.

-Te juro que te mataré por esto estúpido soldado.- dije mientras me acercaba de nuevo.

-Pero con una condición- dijo mientras ocultaba las bragas detrás de él.

-¿Qué?- pregunté enfadada.

-Quítate la toalla-

Soldado del invierno Feelings between stringsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora