Capítulo 20

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Contiene lemon

Tras una hermosa velada con Mal llena de risas y bueno comida senti que necesito algo más. Veo el reloj del celular y pienso:¿lo hago o no?.
Transcurridos unos minutos decidí llamar a Darien y esperarlo desnuda.
- Hola habla Darien.
- Traren. Escucha bien lo que te diga quiero que vengas ya a mi departamento. Lirsa- cuelgo la llamada.
Veo en mi tablet una un chocolate para ti a la mitad oigo sonar el timbre tres veces voy a la puerta.
- Traren- suelto como un pequeño grito y le abrió a Darien - ponte aquí.
Lo pongo frente a la puerta parado como un poste.
- Mi amor sacate toda tu ropa, incluso tus bóxer.
Avance hasta el sillón del salón me siento abro mis piernas para empezar a masturbar con lentitud con dos dedos ante la imagen de Darien.
-Ponte a cuatro patas y ven a mi como si fueras un gatito- le ordenó.
Este se acercó mimosamente con un simil ronroneo.
Con mi mano libre le acarició su espalda hasta sus nalgas que cuando llega le doy un azote, a la tercera vez mis uñas ya se clavan en su espalda.
- ¡Darien!, bebe, mi gato mimoso. Abrió aún más las piernas al sentir su respiración mis manos fueron a su cabellera azabache.
Con sus dedos abrio los labios vaginales para mover su lengua de arriba abajo muy lentamente.
-¡ Darien!,... Sigue... -solte entre sonoros gemidos.
Su lengua llegó a su hinchado clítoris, que lo movió en círculos. Con mis manos empujo su cabeza hacia mi y restrego mi coño por su cara para sentir su lengua de una forma más profunda el interior de su vagina.
Sentí como explote soltando gran cantidad de flujo sobre su boca.
Tirandon de su pelo de nuevo lo hizo llegar a la altura de su cara, nos besamos con pasión.
Al quedar sin aire lo separé de mi.
Me acuesto en el sillón con la piernas abiertas un arriba del cabezal y la otra toca mi pie el pie piso.
- Bien gatito, te quiero adentro mio.
Darien se puso entre mis piernas sin avisar me penetro con fuerza su boca descendió por mi cuello hasta llegar a mis hinchados pezones, los chupo y mordio con fuerza mientras me retorcía de placer en el sofá.
Mis manos se clavan en su espalda con cada gemido. Siento como Darien me onunda de su semilla en mi interior termino
convulsionaba de placer.
Quedó totalmente abierta de piernas sobre el sofá.
- Te mereces un premio. Párate.
De rodillas con la cabeza entre sus muslos.
Tome el enorme pene entre mis manos pasando mi lengua a lo largo al principio poco a poco, lo fui salivando, de repente Darien empujó mi cabeza hacia él, tosí y tuve arcadas.
-¡Darien! - lo rete, me paro- te quiero en cuatro patas ahora - le ordenó. - como te has atrevido.
- Lo siento ama.
- ¡Callate! - le doy una una tunda de nalgadas hasta que los veo ardiendo de rojo.
Me paro para ver si lo sigo castigado o no. Mi coño volvía a estar muy húmedo ante este espectáculo con mis manos le araño su cola.
Le doy una patada, su cabeza choca contra el piso.
- ¡ven aquí en cuatro patas!-le ladro-en esa posición abre las patas.
Tome con las dos manos la enorme verga, que la ordeño.
- Te gusta que lo acaricie verdad- mientras creció.
- Ah,... - gemia.
Me pongo en cuatro patas.
-Gatito ven.
Este viene en cuatro patas lentamente se pone arriba mío con mi mano guió su miembro hasta la entrada de mi sexo que entra con fuerza y presión. Él empezó a taladrar mi sexo, poco a poco. Comencé a mover las caderas muy lentamente.
De repente de la nada misma él con sus manos en mis caderas empuja hacia su ingle con mucha fuerza y me ensartó hasta lo más profundo de mis entrañas, siento como sus bolas toca interior.
Grité de dolor y placer, su enorme miembro ahora si que entraba y salía de mi sexo con gran facilidad. Darien cada tanto me andaba apretando mis tetas, pezones. No sé cuanto tiempo me estuvo empotrando pero pasaron los minutos sentí como mi cuerpo explota de orgamos y este me llena.
- Ah... , basta...
De repente me desenganche.
- Darien tirate al piso boca arriba.
Sin delicadeza tomo su pene el cual masturbo, para luego introducir en mi sexo de un golpe solté un espasmo de placer, con cada cabalgata sentía como mis tetas se bamboleaban con cada embestida. Al sentir la última estocada dentro mío.
Pasado unos minutos me desacopló, puse mi coño a la altura de su cara metió su lengua en mi vagina hasta alcanzar mi hinchado clítoris.
Nuestros jadeos y gemidos de placer debían escucharse en todo el departamento, al momento de llegar al otro intenso orgasmo, mis piernas se apretaron contra su cabeza mientras se tragaba mis fluidos vaginales. Quede exhausta sobre el suelo.
Una vez que me recupero con piernas temblorosas como gelatina me paro.
- Darien vete, y no recordarás nada de lo que sucedió, lirsa- le ordenó.
Luego de que Darien se fue me tiro a la cama agotada.

Suena la alarma del despertador, como si me pesará una tonelada los ojos va al baño siente que la espalda le duele. Busca un pequeño espejo para ver que tiene y horrorizado observa que tiene como rasguños. Trata de ponerse esa crema que le recomendó la doctora Mizuno.
Oigo como del celular suena la música rapsodia que es de llamada, al seguir insistiendo lo atiende por si es una emergencia.
- Habla Darien.
- Hola amor, es mi prometida Rei que últimamente me está cansado e irritando con sus actitudes de niña mimada.
- Hola Rei, ¿que temprano? - le pregunto intrigado ya que a estas hora de la mañana esta en la cama.
- Es que estoy en problemas y no sé que hacer - dijo como en un tono asustada provocando en mi una curiosidad.
- Dime si te puedo ayudar.
-Necesito encontrar a Serena- soltó provoca más curiosidad.
-Para que. No es que no se bien, o mejor dicho la aborrece.
- Es algo un poco más complicado y necesito verla ¡ya! .
-Pues...
- Rei, ¿Qué hiciste? - en mis venas corre una ira, si algo me molesta es no soporto que despidan a la gente porque si o por su condición.
- Nada la cuestión es que llame a lo de Setsuna y resulta que ya la habían despedido. Bueno pensé que al vivír en el mismo edificio...
-No soy ningún acosador. Nos vemos mañana en el MOMA para la muestras trabajo de arte del señor Mizuno.
-Pero Darien...
Corto y la bloqueo que ella resuelva su problema, yo ya tengo los míos viendo su espalda y nalgas alga ensangrentada.

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