La Drapie

Capítulo 24

-... ni siquiera compartimos lazos de sangre.
- No tengo tanta suerte - digo enojada.
- Te imaginas ser su hermana, ja, ja, ja. - oigo sus carcajadas- esa es una vulgar perra solitaria que ni las pulgas la quieren, es más seguro que están frígida que por eso tu marido se harto de ella porque era una madera.
Un coro de risas femeninas llega a mi.
-Serena voy apagar el audio. Ahora vas a ver Rei lo que hago . Ja, ja, ja. - río con ganas, marco el número de teléfono de Darien, este atiende al segundo pitido. -  Traren, Darien ven a mi departamento con la escusa de que te llamo un amigo por algo grave, lirsa.
Desde mi balcón veo como el automóvil de Darien entra a la cochera, desconecto por unos minutos las cámaras de la entrada. Le abro la puerta a Darien que una vez dentro, conecto todo de nuevo.
Y procedo a besarlo. Metió su lengua en la boca de Darien sabia a vino tinto con chocolate, se besaron con una pasión arrolladora. Este la agarró de las nalgas, por debajo de la falda, la alzó hasta posarla contra la pared sin parar de besarla. Empezó a excitarse de una manera, que mi entrepierna palpita y él con su bulto duro demostraba que me desea.
- Hazme tuya, Darien - le balbuceo.
La llevó en brazos hasta su cama, aquella en la que tienen sexo desenfrenado.
Él comenzó a besar y a chupar mis pezones, mamando suavemente y lamiendo con su lengua provocando que llegará un orgasmo. Luego de mi disfrute fue bajando con lengua, con su lengua que cada tanto me daba un mordisco hasta llegar a mi vientre donde jugo un rato con con mi ombligo, tras una seguidilla de orgasmos llega por fin a su coñito para lamerleselo y chupar su clitoris.
- Ya, Darien.
- No, le gusta, ama- en un tono apenado y lastimosa.
- Lo adoro, pero te quiero sentir adentro.
Abro mis piernas mientras él se sitúa entre ellas, con mis manos le acaricia su gran garrote que estaba duro y suave. Este suelta unos gemidos.
- Ama... -  se queja cuando dejo te amasar su palo.
- Darien!, - lo reto. - eres mi esclavo, no olvides.
Él se declina sobre mi entrado en mi de una vez provocando dolor y placer en mi.
Pongo mis manos es sus posaderas clavando mis uñas con cada embestida.
Me besa en los labios mientras le taladrar tanto que le causaba infinito placer, notaba como aquel palo exigía a su estrecho conducto que se abriera para él. Puedo sentir con más intensidad cuando se contrae, lo que te causa un goce extremo.
En eso suena su celular.
- Darien atiende pero con voz clara.
- Hola, Rei ¿Qué quieres? - lo dice n un tono hosco sin dejar de penetrar - ¿gemidos?, de que estás hablando - mientras se vacía dentro mío - Mira Rei, estoy harto. Adiós.
Con dos estocadas cae rendido sobre mi.
 - Excelente, mi amor - le dije una vez repuesta.- Te mereces un gran premio.
- Sí... Ama.
- Sí, te quiero sobre mi de nuevo.
Volví a poner mis manos en su trasero y empujándo hacia mi entrando de una.
- Darien, sigue no te dentengas - este aumenta lentamente sus embates.
Elevó mis pies apoyándolos en sus hombros para facilitar la penetración y llegar tan hondo que con cada estoque podía sentir sus huevos golpean mi trasero.
Su miembro se deslizaba ardientemente ligeramente entrando y saliendo consiguiendo que me retorciera de placer.
Me dio durante un buen rato a toda potencia.
En una de esas retrocedío con tal ímpetu que se salió.
- Darien!, como te atreves a dejar me así- le sermoneo con furia.
Bajo mis piernas de sus hombros -  Lo siento ama.
Tomo su tranca con una mano y se la masturbo hasta que veo una gota preseminal.
- Ahora Darien te quiero ver andar en cuatro patas como el perro que eres por toda la habitación.
Tras unos minutos transcurrido de que estoy dando unas nalgada suena su teléfono de nuevo. Lo dejo que atienda arrodillado.
- Hola - dice en un tono frío. - Lo siento Rei, pero estoy ocupado... Mira no puedo ir ahora. ¡ay! - se queja cuando le estrujo sus huevos. - No me paso nada... - mi lengua recorre su pectoral hasta su pecho- ¡ah...! -  suelta otro un gemido cuando le beso una tetilla - Te tengo que cortar.
Adiós.
- Muy bien mi amor, te mereces otro premio, un poco más grande. Pero primero, arrodilla te y besa mi pie derecho y chupa - este lo hace provocando que una corriente de lava salga de su volcán. - para. Sube lentamente lamiendo mi pierna hasta mi entrepierna. ¡ Ah! ¡Sí! ¡Darien!, Excelente, ahora- le coloca a lo largo y ancho de su miembro un gel haciendo que se ponga duro y gruesa, subo a la cama y me pongo en cuatro patas- tu premio.
- Ama...
- Quiero que juegues con mis nalgas.
Sin esperar sus manos comenzaron acariciarle las nalgas, las apretaba a la vez que las separaba y juntaba. Sentía como mi ano se estiraba y comprimía cuando lo hacía.
Alzo mi cola en pompa.
- Darien un beso negro.
Este apartó los cachetes y empecé estremecer de gusto al sentir  que algo húmedo y suave recorrió todo mi canal. Era su lengua. Varias veces me lamió la cárcava para luego detenerse en mi ano. Lo besó, lo lamió y con la punta de su lengua me penetraba suavemente.
Lo disfrutaba tanto, me estoy arrepintiendo de no haber echo antes esto.
- Darien!,... ¡ah!...¡Sí!... , pon tus dedos... ahí... con la... crema... - con voz temblorosa y gemidos de placer.
Su dedo con gel entró sin dificultad. Empecé apretar con mi esfínter cosa que me dio un gusto que desconocía de que podía experimentar en aquel agujero.
- ¡Ah!, Si! Darien! -  lo alienta.
- Le gusta ama.
Comenzó entonces a taladrar hasta que me clavo tres dedos.
- Basta- dije un poco acalorada. Darien tu premio: desflorar mi ano.
- ¡Ama!, que orgullo, va ver no decepcionará.
Cuando la punta se apoyó en mi agujero me estremeció. Empujó pero yo instintivamente me cerraba. Volvió a intentarlo con valor hago como si fuera hacer fuerza en el intestino.
- ay!... Sigue- me quejo de dolor al sentir como su glande entra en mi.
Volvió a empujar y me clavó otro trozo de aquel miembro duro y caliente. Grité de nuevo. Sentía como lentamente se abrió poco a poco mi esfínter se estiraba dejándole paso. El dolor era desgarrador. Lágrimas se escapaban de mis ojos con gemidos lastimosos.
- Darien, clava ya! - le ordenó.
Muerdo con furia la almohada que tome entre mis manos. De una estocada acabó de desflorarme. Cuando tuve el glande dentro el dolor se convirtió en tormento.
Darien continuo penetrando lentamente.
Percibo como dentro de mi túnel era forzado por un intruso caliente, que lo único que quiere es mi martirio. Siento su garrote primero un cuarto, después medio hasta que me la hincó entera de un golpe. Sus huevos se pegaron con mis nalgas. La tenía totalmente enterrada en el ano. Resoplo varias veces de tan tremenda estocada.
De repente empezó a meter y sacar aumentado la velocidad.
Tenía tal ardor en mis entrañas y tal escozor en la entrada  aquello que me quemaba por dentro me enardecía de tal manera que empecé a gemir quedamente de gusto, el dolor se convirtió en mi placer.
Era una delicia, el golpeteo de sus huevos con mis nalgas sonando como un rítmico compás, sus jadeos me enloquecen, el gozoso roce de su miembro en mis entrañas, una de sus manos jugando con mi pecho y la otra con mi clitoris. Siento como mis jugos salían de mi como cascada. Me convulsionó como en un gran orgasmo que veía estrellas y algo más.
Al aumentar la velocidad de sus embestidas me volvió loca de pasión.
De pronto estalló dentro de mi, inundando mis entrañas de su simiente.
Fue tan intenso, tan prolongado, tan profundo, mi orgasmo fue el más apasionante de mi vida hasta ahora.
Esta tan caliente que seguí apretando su miembro para sacar hasta la última gota de leche.
Con el cuerpo tembloroso y a dolorido caí sobre la cama.
- Darien ven aquí.
Una vez hecho, me acurrucó junto a él.
- Darien acaricia mi cuerpo, has lo que sientes.
Este comienza a besar a su boca lentamente con ternura.

Suena un ruido que la despierta que lo reconoce como su timbre.  Sale de la cama con las piernas temblorosa como gelatina.
- Darien ve y escondete al closet y no salgas hasta que yo te llame.
Al ver al monitor que son las chicas las atiendo. Me pongo un kimono y me hago una cola de caballo.
- ¿te despertamos? - dice Merlina en un tono claro y suave.
- Sí, pero no importa. Y como les fue después que corte el audio.
- Fue hermoso - dice Harley en tono tranquilo - baile con Ace y Style- mientras danzaba por la sala.
- Para mi fue el recorrido - Merlina con una de oreja a oreja.
- Yo creo que fue cuando se fue el novio a la señorita Hino - soltó unas carcajadas que todas nos pusimos a reír con ganas - Tenias que a ver visto, se escondía cada tanto en un rincón para llamar, su madre la miraba con decepción y su padre con furia.
- Aunque lo peor creo que nadie podía creer que nosotras podíamos llevar tanta joyas y los vestidos Louis Vautier.
- Es verdad, por cierto ahora que recuerdo tu papá me dijo que lo llames más tarde que tienen que hablar.
- Veo si lo hago. Mina me dijo que la no la despertarás y que tienen que...
- ir al Spa Crystal, sí lo recuerdo.
- Bueno donde dejamos todo esto.
- Las joyas vengan en la caja fuertes. La indumentaria quedensela.
- De enserio - dice Harley con un tono esperanzador.
- Sí.
- ¡Gracias! - asustando me con su abrazo y luego comienza a bailar otra vez.

- Otra vez - me quejo de dolor mientras colocó crema en mi cuerpo para las lastimaduras. Tras tomar el celular veo como veinte llamadas perdidas de Rei que fueron echas a la madrugada y que conteste tres llamadas de ella un número desconocido.
Una vez ya termina, se sienta frente a la computadora para ver que hizo mientras estaba inconsciente de sus actos.
Sus ojos se abrieron de par en par al observar que se dirigía hacia el departamento de Serena. Pero para su espanto quedo atónito en todo cuanto veía.
- ¿Qué existe esa posición sexual? -  mientras gimo de placer de mi masturbaciòn.
Apago todo cuando oigo el timbre salgo atender en bóxer feliz al ver a mi novia Rei para sacarme la calentura.
La tomo del cuello por atrás y sin previo aviso le como la boca con desesperación.
Luego la alzó de las nalgas para tirarla a la cama pero yo apoyo en mis brazos para no ser un peso.
Al jugar con mi boca en sus pecho, decido darle vuelta en la cama para que quede en cuatro patas, le doy besos en su cuelo para bajar por su espalda, en eso me detengo al ver su asterisco rosado estaba rojo y abierto le salió de ahí una gota blanca.
- No lo puedo creer. Eres una...
- ¿Se puede saber de que estas hablando?.
- Tienes semen en tu ano. Rei -  alejándose de ella.
- Es mentira. Tu sabes que yo nunca lo haría por ahí.
- Conmigo - le reprocho con frustración.
- Con nadie.
- A no...
Giro para tomar un papel, vuelvo sobre mis talones para envolverme a ella, la beso. Le meto mi dedo en su culo, ella se retuerce de dolor y me empuja cayendo de cola al piso.
- ¿Porque haces eso? Duele - le recrimina.
- Para mostrar esto- le muestra el papel mojado - semen.
- Mira ¿quien habla? El que desapareció anoche y no contesta mis llamadas.
- Tienes razón, lo mejor va ser que nos tomemos un tiempo separados.
- ¿Éstas loco?.
- No, creo que es lo mejor.
- Lo mejor para ¿quién?, o ¿me estás engañando?.
- No.
- ¿Vas a tirar a la borda una relación de cuatro años por la borda?.
- Sí, porque si hay que odio es que me engañen y sobretodo eres una infiel.

Con una pereza trato de salir de la cama, pero me gana.
Como puedo tomo la tablet y me fijo que hay del evento de ayer.
Feliz de que no hay fotografía mías en ningún lado, felicito mentalmente a Serena antes de soltar unas carcajadas. Ya me imagino como estará papá sin poder ayudar a su amigo.