Hablando Dormido - CheolSoo

I

Entró a su habitación compartida con Seungcheol y no le sorprendió ni un poco lo que veía, el antes mencionado estaba sentado en el sofá viendo una película con Jeonghan.

Ni siquiera parecía que vivían separados, Jeonghan iba a su piso casi todos los días y se la pasaba pegado a ellos.

Bajó la mirada con una mezcla de resignación y tristeza, cuando se disponía a salir y cerrar la puerta uno de ellos lo detuvo.

¡Shua!—dijo alegremente—¿no quieres ver la película con nosotros?

Emm...—se asomó un poco para ver la pantalla e hizo como que pensaba—no, gracias Han.

Seungcheol lo miró también y se puso algo nervioso.

Pero las películas de acción son tus favoritas...—dijo Jeonghan.

Ya la ví.—mintió y luego soltó una risita—sigan.

Los otros dos asintieron y volvieron su visita a la televisión, ya afuera y habiendo cerrado la puerta soltó un suspiro.

Caminó pesadamente hasta la cocina y decidió prepararse un té.

Se sentó en la mesa con taza en mano, los demás chicos habían salido y en el momento le pareció lo mejor ya que quería estar solo.

Se quedó pensativo, la culpa lo invadía y quería dejar de sentirse así.

No es que le molestara que Jeonghan estuviera con ellos, al contrario, pero no podía evitar sentirse un poco celoso y triste cada vez que veía a sus dos amigos juntos.

Esa situación le estaba afectando, se sentía mal porque él le tenía mucho cariño a Jeonghan y ni que decir a Seungcheol.

Eran amigos desde hace muchos años, seguía sin creer que esto le estaba pasando y se arrepentía del amor que había florecido en su corazón.

No era correcto, nada de eso era correcto.

No era correcto haberse enamorado del mayor del grupo, no era correcto sentir celos de Jeonghan o de cualquier otro de los chicos y mucho menos era correcto dejarse llevar por sus sentimientos hasta el punto de no poder concentrarse en los ensayos.

Soltó un suspiro de nuevo, tomó un sorbo de su té y ya estaba frío, se preguntó cuanto tiempo se habrá perdido en sus pensamientos.

Se quedó mirando a la nada mientras jugaba con la bolsita de té dentro de su taza unos minutos más y luego dejó el recipiente vacío en el fregadero.

Se puso su abrigo, bufanda y tomó su teléfono.

Hacía mucho frío, pero no le importó, lo único que quería era distraerse así que salió a caminar.

Recorrió las calles cercanas al edificio, caminaba sin rumbo mirando el atardecer y trataba de pasar desapercibido.

El viento movía sus cabellos, la bufanda cubría hasta su nariz pero igualmente sentía el frío del aire en su cara y se sorprendía de lo bien que le hacia.

Decidió entrar a una pequeña cafetería, pediría un chocolate caliente y se quedaría descansando ahí un poco.

Le entregaron su pedido, se sentó en una mesa al fondo de la cafetería y se quitó la bufanda.

Se sintió aliviado, el lugar estaba vacío así que podía estar tranquilo y comenzó a tomar su chocolate.

Después de unos minutos sacó su teléfono, jugó por un rato hasta que se aburrió y al ver la hora decidió que debía regresar.

Se puso su bufanda, salió del lugar y caminó a paso lento.

Ya había oscurecido, las lámparas iluminaban su camino y pocos autos pasaban por la zona.

Llegó a su destino, pero decidió quedarse afuera un poco más y así poder prepararse para poder ver a Seungcheol.

Esto se está haciendo cada vez más difícil...—pensó.