Capítulo 19

1.1K 128 2
                                    

No era la primera vez que Ryder me molestaba al ponerse sobre mí, pero antes no lo tomaba tan en serio; quiero decir, sí, me ponía realmente nerviosa, pero no en un mal modo... Mi rostro ardía sonrojado, esta vez me sentía acorralada y asustada...

-Ryder, esto es...

Me toma por la barbilla y me hace mirarlo a los ojos que destelleaban con desespero y enfado, pero no conmigo.

-No tienes ni idea de lo que está pasando. Me llamas idiota y ni siquiera entiendes que lo que hago es por ti -hablaba apretando cada vez más los dientes. Me solté de su agarre con una mueca.

-Porque tú no me dices nada. ¿Cómo esperas que entienda algo que nadie me explica? Te fuiste y me dejaste sola en el peor momento de mi vida, lo único que puedo pensar ahora de ti es que eres un imbécil.

-Y lo siento -aparté la mirada sin querer escucharlo pero él me hace regresarla-. Evett, en serio lo siento.

-Bien, lo sientes. Pero a mí ya no me importa.

-Mentirosa -respondió-. Quieres que ruegue por tu perdón.

-Sería lo mínimo, ¿no crees?

Apoyé mi mano en su pecho y lo empujé, aunque fue él quien se levantó para dejarme sentarme aún con la manta cubriéndome.

-Ryder, mis padres están muertos. Me he quedado sola. Mi mejor amiga se burla de mí con sus amigos y hay unos malditos esbirros molestando hasta la muerte en la ciudad. Más de lo que crees.

Me mira atento a cada palabra, noté en su mirada que mientras más hablaba más culpa veía en él. Bajó la cabeza pero esta vez fue mi turno de tomarlo por la barbilla y obligarlo a encararme.

-Me mudé de mi casa, tú desapareciese y hay un miserable demonio acosándome porque quiere violarme.

-Eso no va a pasar... -bufó y yo levanté la mano pidiendo que callara, así lo hizo.

-Si te busqué fue porque tú fuiste el único lugar seguro que tuve, incluso más que mi propia casa. Contigo me sentía mucho mejor... Pero te fuiste -resalte lo último-. Y no tienes idea la cantidad de veces que pensé en matarme porque ya no soportaba la vida que me estaba tocando.

Realmente estuve muy cerca de hacerlo, tuve la oportunidad cientos de veces... de distintas formas, cualquiera me hubiera servido. Pero no lo hice por él... porque sabía que quería verlo al menos una vez más.

-Así que, ¿crees que después de todo eso, secuestrarme y traerme justo donde ese demonio que me busca está... es la mejor opción? ¿Ahora entiendes por qué eres un idiota?

-Evett, yo no lo sabía...

-Pues adivina porqué, ¡ah claro! Porque te fuiste.

Aparté la mirada de nuevo, sentía el nudo en mi garganta cada vez que mantenía la mirada en él. Cada vez que lo veía ahora quería llorar, no era justo que yo sea la que llore.

-Vete, Ryder -pedí una vez más.

-No.

-¡En serio que eres un...! -me quedé en silencio abruptamente cuando lo volví a mirar- ¿Q..Qué... Qué haces?

Él me mira de reojo pero vuelve a bajar la cabeza, manteniéndose de rodillas en el suelo.

-Evett, tienes razón, acepto mi error y que soy un completo imbécil.

-Bueno, ya es algo... -murmuré.

-Aún no termino -siguió-. Así que aquí y ahora, de rodillas ante ti... te ruego que me perdones.

-Te tomaste muy literal lo de rogar -hablé un poco nerviosa y removiéndome por lo mismo.

-Si me lo pides de nuevo me iré pero no te preocupes, no dejaré que Asher vuelva a tocarte.

Aún no me miraba, mantenía todo el tiempo la cabeza agachada y los ojos cerrados, pero podía ver sus manos inquietas por el miedo a que no lo perdonara. Que problema... Una parte de mí grita en mi interior que lo perdone y que le confiese mis más profundos sentimientos; pero la otra quiere golpearlo y negarse a todo, aún no puedo perdonarlo del todo... pero por lo menos lo intentó.

-Primero, te acepto un abrazo pero no más de cinco segundos.

Apenas terminé de decir aquello él se levantó y me abrazó como nunca antes lo había hecho... tan cálido, tan reconfortante y cómodo... Cerré los ojos suspirando de alivio, se sentía mucho mejor.

-Muy bien, suficiente -lo empujé y cubrí mi rostro fingiendo molestia pero en realidad estaba cubriendo mi sonrojo-. Lo segundo... No, Ryder, no voy a perdonarte.

Me miró con sorpresa pero comprendiendo enseguida el porqué. Cerró los ojos para aguantar mejor la noticia.

-Lo que hiciste me ha dolido demasiado y ni siquiera me dices toda la verdad. Así que, te pido de nuevo... que te vayas.

Asintió sin hablar ya, se giró hacia la ventana y pude notar sus ojos cristalizados, pero se fue al instante. Miré hacia la ventana aún sorprendida por lo que vi, jamás había visto a Ryder llorar o a punto de hacerlo... No iba a mentir, eso me hizo sentir culpable y me tentó al corazón, pero era lo mejor. No quería que pensara que podía hacerme daño las veces que quiera y lo iba a perdonar enseguida, pero conociéndolo... nunca más volvería a hacerme daño.

Solté un suspiro profundo y miré sobre mis hombros, él me había dejado su chaqueta que hace un momento estaba sobre los suyos. Me quité la manta para ponerme esta y levantarme de la cama para acercarme a la ventana. A pesar de estar en un lugar peligroso y donde no quería estar realmente... las vistas eran tan hermosas, el atardecer se veía tan bello y perfecto.

-Que hermoso.

ENTRE CUERVOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora