Capítulo 2

1.4K 145 4
                                    

Poco supe de ese niño luego de aquella vez perdida en el monte, pero no importa... sabía que estaba allí, ¿de quién más será la pluma negra gigante que encontré en mi ventana? Mi casa es la que está a los pies de este monte, fue por eso que lo visitamos, nadie quiere vivir cerca de allí por las historias que cuentan los ciudadanos que hay tras la neblina. Muchos dicen que son monstruos, otros comentan que son ángeles que solo no quieren ser vistos, y otros dicen que son demonios. Un año fue suficiente para armarme de valor y confianza y volver a ese lugar a buscar a ese niño que jamás e olvidado. Ryder.

Suspiré profundo y agarré mi pequeña bolsa con fuerza, salí camino al sendero del monte y subí por este. Mis padres saben que iré, pero no saben a qué. No iba a mentir, tenía miedo, luego de lo que pasó el año pasado no había podido siquiera pensar en ir de regreso allí por miedo a perderme en la niebla una vez más. Apreté mi bolsa mas fuerte al estar subiendo, escuchaba muchas cosas pero todas causaban inseguridad en mí, ¿y si regreso? Creo que aún no estoy lista...

-Mm... -miré arriba, notando la gran pared de niebla.

No podía retroceder ahora, estaba tan cerca...
Suspiré y extendí mi mano hacia la niebla, dándome ánimos mentalmente para entrar y buscar a Ryder.

-Yo no entraría allí si fuera tú.

-¡¿Hm?! -me giré rápido y vi justamente al que estaba buscando.

-¡Ryder!

Él se sienta sobre una roca mientras sonríe levemente, me aparté de la niebla y me acerqué a él.

-Te he estado buscando -comenté.

-Lo sé, ¿qué otro cuervo conoces? -responde con diversión-. Pero mejor nos alejamos de aquí, no es seguro para ti.

-¿Por qué?

Él no responde y solo se levanta. En un segundo vuela hacia mí hasta sujetarme por los brazos y me levanta hasta elevarnos y alejarnos de la niebla. No pude evitar soltar un grito de sorpresa y aferrarme a él.

-¡P..Pero avisa!

Ryder ríe mientras vuela, noté que sus alas eran más fuertes que hace un año. Más grandes y más hermosas, sonreí ampliamente sintiendo el viento contra mi cuerpo. Ryder nos baja finalmente en un estanque natural y me deja con más cuidado en el suelo.

-Que precioso -murmuré asombrada por lo bello de este estanque.

Me acerqué al borde, apoyándome en mis manos y rodillas para alcanzar el agua sin caerme y vi un par de peces coloridos nadando por allí. Amplié mi sonrisa y miré a Ryder que sonreía al verme.

-Es mi lugar favorito para estar -comentó.

-Entiendo por qué -me senté a su lado.

-¿Por qué me estabas buscando?

-Pues... cuando me he perdido y tú me ayudaste, me agradaste mucho y quería volver a verte.

-¿Es eso? -asentí-. Ya veo, tú igual me has agradado, Evett.

-Recuerdas mi nombre.

Ese mínimo detalle me hizo sonreír mucho más ampliamente y sentirme emocionada por ello.

-Claro que sí, ¿por qué no lo haría?

-Bueno... tienes razón, siendo que me has visitado a mi casa un par de veces...

Lo tomé por sorpresa, vi sus alas abrirse a la defensiva y su rostro contraerse porque supe que había ido a verme.

-¿Cómo sabes...?

Busqué en mi bolso y saqué su pluma para mostrársela, él bufa sabiendo que fue descuidado pero se encoge de hombros aceptándolo.

-Lo admito, sí fui, pero fue para saber si estabas bien.

-Entiendo -guardé la pluma de nuevo-. Quería visitarte antes... pero sinceramente me daba miedo estar aquí y no encontrarte.

-¿Por qué te daría miedo? Este lugar es hermoso.

-Pues, lo es para ti. Si hay peligro puedes huir fácilmente... mientras que mi única opción de vida es rezar porque no duela -respondí, él asiente dándome la razón.

-Pero no tienes que preocuparte, ahora eso no pasará, yo puedo protegerte -sonríe orgulloso.

-¿Lo harías?

-Claro.

-¿Entonces puedo regresar aquí?

-Si es lo que quieres...

Ambos nos miramos un segundo y sonreímos emocionados. Era tan extraño, con Ryder sentía que podía confiar plenamente y estaría bien, pero eso no sucedía con mis antiguos amigos o los nuevos. Tengo nueve años y ya he pasado por muchas decepciones de amistades, los niños son muy malos a veces. Ya sea siendo conscientes de que lastiman a otros o no.

-Háblame de ti -pedí.

-¿Qué quieres que te diga?

-Pues, lo que quieras. Quiero conocerte.

Ryder se puso pensativo en lo que yo me acomodaba y esperaba a que me contara sobre su vida personal o lo que quisiera.

-Pues, para empezar tengo catorce años. Vivo con mi papá, pero también está el resto del clan... Me gusta volar, el deporte y me gustaría conocer más sobre el mundo humano.

-Am... perdona, no tienes que responder si no quieres, pero... ¿y tu mamá?

Ryder se encoge de hombros.

-No lo sé. Papá dice que se fue luego de mis primeros meses de vida -respondió como si no le afectara.

-Lo siento.

-No pasa nada.

Hice una mueca sin querer indagar más para no hacerle sentir mal. Miré al estanque de nuevo.

-Ahora es tu turno -menciona Ryder.

-Bueno... tengo nueve años, pero en dos meses cumpliré diez, vivo con mis padres, pero ya sabes eso. Me gusta dibujar, el maní y los animales, pero no tengo ninguno -hice un puchero por esto último-. Siempre quise cuidar de uno pero mis padres no me creen lo suficientemente responsable.

-Que mal.

-¿Verdad? Yo soy muy responsable.

-Estoy seguro de que sí -rió un poco con algo de sarcasmo en su voz, así que lo miré fulminante.

Metí los pies en el agua y enseguida pude sentir a algunos peces haciéndome cosquillas en estos, me reí levemente y Ryder me imita.

-Y oye... ¿Cómo te llevas con tu clan? -pregunté.

Su sonrisa flaquea por un minuto, mira el agua sin parpadear, como si recordara cosas. Pero al reaccionar vuelve a sonreír.

-Bien, todos son muy buenos -respondió no tan convencido. Yo me le quedé viendo.

-¿Huh? ¿En serio? -cuestioné pero él asintió.

-Sí, claro. ¿Y tus padres cómo son contigo? -cambia de tema al preguntar.

-Son muy buenos también, me cuidan mucho -respondí sonriendo ampliamente para no hostigarlo.

-Eso es lindo de oír.

Miré al agua y moví mis pies un poco creando unas pequeñas olas. No dijimos nada por poco tiempo, cuando se me ocurrió otra pregunta.

-¿Qué hacen en tu clan? -pregunté.

-Ellos se especializan en la caza y en la supervivencia, hay otras criaturas que quieren hacernos daño entonces tenemos que defendernos.

-¿Ah? ¿Por qué querrían hacerles daño?

-Son entidades que ni siquiera piensan, solo tienen como objetivo luchar o comer.

-Que... feo... -hice una mueca.

Él asintió nuevamente estando de acuerdo conmigo. Nos quedamos hablando y conociéndonos más por todo lo que quedaba de tarde hasta que me di cuenta que ya era hora de ir a casa, no podía tardar más tiempo, esa fue la condición con mis padres para venir aquí. Me despedí de Ryder asegurándole que volvería mañana y bajé casi corriendo el monte, hasta llegar a casa. Ya quería que fuera mañana para volverlo a ver, me sentía tan cómoda con su compañía...

ENTRE CUERVOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora