Capítulo 17

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Rodé en el suelo junto a otro esbirro terminando sobre él y sin dudarlo clavé la espada en su pecho, jadeé agotada y me levanté del suelo. Miré a todos lados, ya finalmente no habían esbirros, el jefe del clan se estaba encargando de los últimos. Vi como todo había sido destrozado, las reparaciones costarían bastante.

-Ayuden a los heridos -habla el jefe a los demás guerreros.

Su mirada se encuentra con la mía, ambos no habíamos dirigido más que miradas desde que había llegado aquí. Aparté la mía y me puse a ayudar a quienes aceptaban mi ayuda, estaba llevando a una mujer que tenía una gran herida en el hombro cuando me sobresalté por el grito de un hombre.

-¡Allí! ¡Arriba! -seguimos su mirada a lo que estaba apuntando.

Abrí los ojos de par en par al ver a aquel cuervo sobre uno de los tejados de una casa. No podía creer que lo estaba viendo de nuevo.

-¿R..Ryder...? -murmuré sin creerlo.

Ryder me mira un segundo antes de pasar la mirada a su padre que lo veía asombrado, pero entonces todo pasó en un segundo. Nadie tuvo tiempo de reaccionar cuando Ryder había volado hacia su padre y había clavado su espada en su hombro derecho, lo habría hecho en el pecho de no ser por la reacción de su padre.

-¡Jefe!

-¡Ryder! -grité.

La mujer que ayudaba se aparta de mí, ella y otros guerreros van a rodear a Ryder pero él se aparta y regresa hasta el techo de la casa.

-¡Traidor! -grita alguien y se prepara para atacarlo.

Ryder no se mueve hasta que el guerrero estuvo frente a él y solo le bastó mover una vez su espada para cortar la cabeza de aquel cuervo y dejarlo morir. Jadeé del horror al verlo tan frívolo y sin importarle haber matado a uno de los suyos o el haber atacado a su propio padre.

-Agh... -el jefe se levanta sujetando su herida-. Ryder, no puedo creer lo que estás haciendo.

-¿Te sorprende, padre? Creí que te lo esperabas -la voz de Ryder me puso los pelos de punta.

-¡Ryder, hermano! -Jira, James y Vince se acercaron corriendo y viendo la situación, Jira lo mira como a un desconocido.

-Después de lo que has hecho, no puedes no haber esperado que lo hiciera -Ryder se levanta-. No mereces seguir con vida luego de lo que hiciste.

-Ryder, ¿qué estás diciendo? -pregunté llamando su atención.

Lo miré mejor, se veía tan cambiado, con cicatrices nuevas y diferente. Ya no podía reconocerlo. De repente él apareció frente a mí, a unos cuantos pasos de distancia, empezó a acercarse aunque varios guerreros volaron hacia él para atacarlo. En un pestañeo él mató a todos ellos sin sentarse al corazón, lo que me dejaba más paralizada a mí. Seguía acercándose y yo no podía moverme.

-¡Evett!

Jira, James y Vince se acercaron corriendo pero Ryder usó sus alas y creó una fuerte ráfaga de viento que los alejó de mí. ¿Sus alas eran tan fuertes como para hacerlo? Incluto sorprendió a los demás, hasta a su propio padre. Nos miramos fijamente el uno al otro, no me dijo nada, y cuando estuvo frente a mí elevé mi mano hasta su mejilla.

-¿Qué te ha pasado? -pregunté dejando resbalar una lágrima por mi mejilla.

Él cerró los ojos al sentir mi tacto en su mejilla, apoyando su mano en la mía. Al abrir los ojos de nuevo me sujetó rápidamente por la cintura hasta acercarme a él. Abrí los ojos de par en par y largue un grito de sorpresa cuando alzó vuelo.

-¡Ryder!

Me aferré a él para no caer. Los guerreros nos siguieron pero él de dio vuelta y con otra ráfaga de viento creada por sus alas los hizo desestabilizar y alejarse. Volvió a volar con una gran velocidad que antes de darme cuenta, ya estábamos muy lejos del clan.

-¡Ryder, bájame! -exigí pero él me ignoró- ¡Es en serio, idiota!

Finalmente bajó pero no a donde yo quisiera. Vi como íbamos hacia una mansión abandonada, parecía en ruinas, estaba al borde de una colina donde por debajo había un río caudaloso. Entró por la ventana de una habitación y yo me aparté de un empujón de él hasta perder el equilibrio y caer al suelo.

Miré a todos lados, esto parecía una habitación normal, nada que ver con las ruinas de afuera. Lo escuché acercarse de nuevo así que volteé y me arrastré hacia atrás.

-N..No te acerques -pedí sorprendiéndolo un poco-. Ya ni siquiera te conozco...

Se mantuvo mirándome por poco tiempo hasta que volvió a acercarse con pasos más lentos, me arrastré hasta que estuve contra la pared.

-¡Y..Ya! ¡Déjame!

Se agachó hasta mi altura y extendió su mano hacia mí. Cerré los ojos sin poder evitar sentirme tan asustada... Vi como intentó matar a su padre y luego mató sin piedad a miembros de su clan, entiendo el odio pero nunca creí que sería capaz... Si pudo hacer eso, ¿qué me espera a mí?

-Por favor... déjame... -pedí una vez más con la voz llorosa.

No quería morir en manos de Ryder, tenía miedo de que eso sucediera... Era irónico. Nunca pensé que la persona que más he querido, que más me ha cuidado... sería también la que más terror me esté causando. ¿Cómo pudo pasar esto?

Nunca sentí que me tocara finalmente, solo escuché un suspiro profundo y luego un aleteo alejándose de aquí. Abrí los ojos finalmente y vi que estaba sola en este lugar, dejé que el aire en mis pulmones saliera con brusquedad al igual que mis lágrimas. Me sujeté la cabeza con ambas manos y sollocé por el miedo que sentía.

-¿Por qué está pasando esto? Debería estar feliz de que Ryder por fin ha vuelto. ¿Por...Por qué? Esto no es lo que quería.

Sollocé más fuerte y escondí mi rostro entre mis rodillas, apreté mis piernas y dejé que el llanto saliera. Me dolía tanto que Ryder haya cambiado a lo que es ahora. Tenía tantas razones para hacerlo antes pero no lo había hecho, hasta ahora. No fui capaz de detenerlo...

ENTRE CUERVOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora