Capítulo 3

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Como había dicho, había vuelto al monte a ver a Ryder aquel día, él ya me estaba esperando y fuimos de nuevo al estanque para estar a gusto a solas. Así sucedió igualmente con los siguientes días hasta que directamente nos encontrábamos allí en el estanque. Ryder y yo pronto nos hicimos mejores amigos, fortaleciendo nuestra amistad cada día.

-Te he traído algo, cierra los ojos -dice él escondiendo algo tras su espalda.

-Está bien.

Cerré los ojos emocionada y luego sentí algo caer alrededor de mi cuello. Él se apartó y yo abrí los ojos para ver qué había sido.

-Feliz cumpleaños.

-Que hermoso, Ryder -dije al ver un collar con una pluma como dije-. Gracias.

Lo abracé efusivamente y él me devolvió el abrazo. Luego me dijo para subirme a su espalda y dar un paseo por el cielo, sobrepasando las nubes y acompañando a las aves a nuestro lado.
Él solía hacer eso, y yo siempre amaba que lo hiciera porque volar... se ha vuelto una de mis actividades favoritas.

Esa era la única cosa que envidiaba de Ryder, sus alas, porque él podía ir y volver a donde sea cuantas veces él quiera y muy fácil. Aparte que sentir esta sensación al volar... es maravilloso...

Fue mi mejor cumpleaños hasta el momento, pero terminó tan rápido y en pocos meses había vuelto a la escuela. Suspiré pesada mientras me veía en el espejo, estaba lista para irme a mi primer día pero no lo estaba mentalmente.

-¡Evett, vamos! -me llama mi mamá desde el piso de abajo.

-¡Voy! -respondí.

Me miré una vez más y me distraje con el collar, lo puse bajo mi remera para ocultarlo y fui a encontrarme con mi madre para que me llevara a la escuela.

-Suerte, haz muchos amigos esta vez.

-Mamá... -me quejé.

Ella ha molestado con ese tema de hacer amigos desde que la psicóloga de la escuela la llamó porque todos los maestros siempre me veían sola en los recesos o actividades grupales. No es mi culpa, son ellos que no quieren juntarse conmigo ni darme una oportunidad.

Salí del auto bufando y caminé hasta mi clase nueva, escogí mi lugar y esperé a que todos los demás llegaran hasta sonar el timbre. La maestra nos da la bienvenida a un nuevo año escolar y se presenta. Volteé la mirada hacia la ventana, agradecía que mi lugar fuera junto a esta, me distraje con el paisaje y más porque desde aquí se podía ver el monte de Ryder. Quería estar con él ahora, no aquí...

-Pst...

Ignoré el sonido, no era para mí de todos modos.

-¡Pst!

Resoplé cerrando los ojos.

-¡Pssst! -alguien toca mi hombro.

-¿Eh? -me volteé y vi a una niña nueva que me sonreía ampliamente. Me apunté con el dedo, extrañada de que alguien me estuviera hablando. Ella asiente.

-Hola, soy Karla ¿Y tú?

-Evett -respondí aún confundida.

-Oye, que suerte que nos sentamos juntas. Te ves interesante, de mi tipo de amigas.

-¿Ah?

La maestra habla más fuerte para llamar nuestra atención, ambas hicimos como si no estuviéramos hablando y cuando su atención se desvió hacia los demás, Karla volvió a hablarme.

-¿Quieres ser mi amiga?

-Yo... bueno...

Lo pensé por un momento, no estaba muy interesada en tener más amigos además de Ryder. Ya no quería que me decepcionaran, pero por otro lado... si no hacia amigos aquí, los maestros volverían a hablar con la psicóloga quien volvería a hablar con mi madre sobre verme sola en los recreos.

-Está bien, supongo...

-¡Bien!

La maestra nos mira con advertencia y nosotras bajamos la cabeza avergonzadas. Ella nos deja en paz y Karla vuelve a sonreírme, le devolví la sonrisa por cortesía. Cuando el discurso de la maestra había acabado por fin, nos puso a hacer tareas. Karla y yo finalmente tuvimos la oportunidad de hablar más mientras las hacíamos, nos conocimos. Ella me dijo que dibujaba y luego me mostró unos cuantos dibujos, me emocioné porque también me gustaba dibujar, así que igualmente saqué mi libreta y le mostré mis propios dibujos.

Ella me la arrebató emocionada y se puso a ver detalladamente uno a uno mis dibujos mientras opinaba que todos estaban muy hermosos, me hizo sentir bien escuchar eso de alguien más que no fueran mis padres o la psicóloga. Pero entonces me distraje al escuchar unos toques en la ventana, volteé a ver y abrí los ojos de par en par al ver a Ryder en la rama del árbol frente a esta.

-¡Hm!

Miré al resto de la clase esperando que nadie lo esté viendo y por suerte... así era. Nadie prestaba atención y él solo sonreía, lo miré confundida por no saber qué estaba haciendo aquí, pero él solo me sonríe antes de irse volando con rapidez. Hm... solo había venido a asustarme.

-¡Este está hermoso! -volteé a ver el dibujo que Karla estaba viendo- ¿Tiene nombre?

-Ryder... -mencioné.

-Está increíble, las alas le dan un toque muy lindo.

-Sí ¿verdad?

Ella admira mi dibujo y yo solo sonreía apenada. Veía como seguía pasando de página para ver los demás hasta que llegó a las hojas en blanco y se quejó porque quería seguir viendo los dibujos.

-Haré más, no te preocupes.

-Y me los muestras todos -me apunta con el dedo.

-Claro, si eso quieres.

Asiente frenética y yo reí levemente. Guardé mi libreta y miré hacia la ventana donde hace un momento estaba Ryder. ¿Cómo se le ocurría venir aquí en estos momentos? Cualquiera pudo haberlo visto.

ENTRE CUERVOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora