4 | La caminata hacia el Mundial

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Lo único en lo que Fred podía pensar mientras caminaban era en lo mucho que lamentaba haberle dicho a T/n que le gusta Angelina. No estaba particularmente seguro de si ella realmente le creía, pero aún así no se sentía bien. No debería haberlo dicho, pero ya era demasiado tarde. Sin embargo, notó que ella estaba un poco decepcionada. Lo estaba enmascarando bien, pero Fred podía ver a través de ella. La idea de que ella también le gustara cruzó por su mente, pero ¿por qué le gustaría al pobre y estúpido Fred Weasley, cuando la mitad de Hogwarts la quiere? ¿Cuándo hay muchachos mucho más atractivos y ricos en Hogwarts?

Pero tal vez, solo tal vez, ¿le agradaba? Un chico puede soñar, ¿no?

George se estaba quejando con   T/n de que su madre les había quitado todos los productos de broma y les gritó antes de salir de la casa cuando Fred finalmente volvió a sintonizarlos. Fred se unió a las quejas, aunque se sintieron aliviados de que ella no supiera que estaban planeando hacer en la Copa del Mundo.

Arthur estuvo murmurando en voz baja todo el tiempo sobre estar retrasado en el horario debido a que Harry y Ron se tomaron demasiado tiempo para prepararse, mientras que T/n seguía resoplando y resoplando por tener que caminar tanto tiempo.

—¡No puedo esperar para llegar, mi bolso pesa tanto!

Fred la miró.

—Puedo llevar tu bolso, si quieres.

—No ... no, no es necesario, Freddie– Las mejillas de T/n se enrojecieron y Fred sintió que su corazón saltaba ante el apodo—. Gracias por la oferta, pero estoy bien. De todos modos, ¿cuánto más tenemos que caminar?

—Ni idea– George se encogió de hombros— ¡Oye, papá! ¿Cuánto tiempo hasta que lleguemos?

—No mucho. ¡Ya veo a Amos!

—¡Ya era hora, hijo!– El Sr. Diggory llamó al vislumbrar al gran grupo.

Él, como el Sr. Weasley, llevaba una gran mochila con una carpa encima, aunque la del Sr. Diggory era notablemente más pequeña.

—¡Lo siento, Amos!– El Sr. Weasley se disculpó—. Algunos de nosotros tuvimos un comienzo un poco somnoliento.

Se volvió y miró a Harry y Ron, quienes intentaron esconderse detrás de Hermione y Ginny.

—Este es Amos Diggory, todos– el Sr. Weasley presentó al otro hombre—. Trabaja conmigo en el Ministerio.

Hubo un crujido en las hojas y   T/n miró hacia arriba, notando una persona encaramada en el árbol. Saltaron y ella reconoció a el Hufflepuff inmediatamente. Después de todo, estaban en el mismo año.

—Ah, y este joven debe ser Cedric, ¿verdad?– Preguntó el Sr. Weasley mientras estrechaba la mano del adolescente.

—Sí señor– Cedric asintió. Hizo un breve contacto visual con T/n antes de darse la vuelta y llevar al grupo hacia adelante.

Fred, habiendo notado el intercambio, miró con más dureza a los Hufflepuff, no solo porque los vencieron injustamente en Quidditch el año anterior.

T/n miró a las dos chicas frente a ella, que se habían vuelto hacia ella y estaban moviendo las cejas de manera sugerente. La niña mayor resopló y envolvió sus brazos alrededor de cada uno de los gemelos, diciendo: "Vamos, chicos. ¡Tenemos un traslador que atrapar!"

Los tres caminaron y conversaron, ocasionalmente riendo. Cedric los miraba de vez en cuando. Cuando Fred lo atrapó, lanzaría miradas sucias al Diggory más joven, luego volvería a reírse de lo que sea que T/n o su gemelo hubieran dicho.

Para cuando llegaron a la cima de la colina donde se suponía que iban a atrapar al Traslador, George se había separado de los dos, ya que tuvo que atarse los zapatos, y nunca se volvió a unir, así que ahora era solo T/n y Fred caminando del brazo. Se sintió extrañamente íntimo para este último.

—¿Por qué estamos todos parados alrededor de esa vieja bota manky?– Preguntó Harry, mirando al Traslador.

—No es una bota vieja, amigo.

—¡Es un traslador!"

Harry parecía desconcertado todavía, pero los gemelos y T/n procedieron a acostarse uno al lado del otro, la niña estaba entre los dos niños, cada uno poniendo un dedo en la bota sucia. Todos los demás, excepto Harry, ya habían hecho lo mismo y el Sr. Diggory ya estaba contando el tiempo.

—¡Harry, vamos!– T/n lo llamó y el niño se dejó caer junto a George, tocando la bota justo cuando desaparecía.

El grupo giraba, con los dedos como si estuvieran pegados a la bota. T/n no pudo evitar tomar la mano de Fred, entrelazando sus dedos para un poco de comodidad.

—¡Déjalo ir!– Gritó el Sr. Weasley.

—¿Qué?– Harry gritó con incredulidad, aunque fue el único que dudó. Todos los demás se despegaron de la bota, en caída libre del cielo.

Aterrizó sobre alguien, causando que tanto ella como la persona gimieran de dolor.

—¡Lo siento mucho, Fred!– T/n luchó frenéticamente para alejarse de él cuando reconoció su voz.

—Está bien, amor– dijo Fred mientras se sentaba, frotándose la parte posterior de la cabeza—. ¿Estás bien?– T/n asintió con la cabeza, luego apartó la mirada de él y miró al Sr. Weasley y los Diggorys, que estaban aterrizando graciosamente en el suelo.

—Presumidos– se burló T/n, haciendo que Fred se riera.

Se levantó y le dio una mano, ayudándola a levantarse también. Los dos se quitaron el polvo y T/n se dio cuenta de que todavía estaba agarrada de la mano de Fred. Ella retiró la mano con vergüenza y miró hacia otro lado cuando el Diggory más joven se acercó a ellos.

—¿Estás bien?– preguntó Cedric mientras miraba a T/n.

T/n sonrió y estaba a punto de responder cuando Fred intervino—Sí, estamos bien.

Cedric le dio al pelirrojo una mirada rápida, luego volvió a mirar a T/n.

—Espero que lo pases muy bien en el partido, T/n.

—Tú también, Cedric– El Hufflepuff le dedicó una sonrisa y luego se alejó para reunirse con su padre.

Fred se burló del intercambio, agachándose y agarrando sus bolsas y las de T/n del suelo y levantándolas sobre cada uno de sus hombros.

—Vamonos.

T/n frunció el ceño ante su comportamiento, aunque no hizo ningún comentario al respecto. Ella lo alcanzó a él y a los demás mientras se dirigían al registro, donde descubrió que el campamento era propiedad de muggles.

—¿Podrías echarme una mano aquí, por favor?– El señor Weasley suplicó mientras buscaba a tientas los billetes muggle que sostenía.

Después de haber resuelto el pago, se dirigieron al interior del camping, disfrutando de la vista. Había cientos y cientos de tiendas de campaña, algunas de aspecto normal, otras muy por encima.   T/n notó que algunos de ellos tenían chimeneas y se rió. Ella notó cuántas personas estaban mostrando su apoyo a cada equipo, luego siguió al Sr. Weasley y al grupo hacia su lugar.

He Calls Me Love [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora