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La madre de Blueberry estaba preocupada.

El mes pasado su hijo había cumplido catorce años y ha cambiado mucho desde ese día.

Últimamente sale más de casa, anda casi todo el tiempo encerrado en su habitación y parece perdido en sus pensamientos.

—Mamá, ya me voy.

Además que dejó de tomarle tanta atención a sus estudios.

—¿Los viernes no sueles hacer la tarea?

—Eh, puedo hacerla mañana —Respondió mientras se fijaba que no se olvidaba nada.

—¿Dónde vas? —Preguntó sin poder evitar preocuparse— ¿A qué hora regresas?

—Voy al cine con un amigo, y quizás llegué a las nueve, pero no te preocupes, te llamaré si pasa cualquier cosa.

—Bueno, abrigate, puede que en la noche llueva.

—Sí, mamá, hasta luego.

Algún día los hijos tenían que crecer e ir por su cuenta, qué difícil era aceptarlo.

Si la mayor se descuidaba aunque sea un segundo, en cualquier momento su pequeño Blue podría tener una enamorada y realmente no quería eso...

Aún está chiquito para esas cosas, además el amor es tan complicado.

•••

—Oh, lo siento, Blueberry ¿Te hice esperar?

—No, está bien.

El rubio se puso nervioso al sentir al mayor acercarse mucho a su persona, así que terminó retrocediendo de la forma más normal que podía.

—La película empieza a las seis, podríamos ir a otro lugar por mientras —Comentó viendo a su alrededor un tanto inquieto.

—Compremos hamburguesas por allá, también gaseosas, si deseas —Sugirió y para estar seguro de que el menor lo haya escuchado, quiso poner su mano en el hombro ajeno.

—A-ah, sí... —Casi tropezándose con sus pies se alejó del tacto del contrario, esta vez fue muy obvio.

Sobra decir que hubo silencio entre ellos dos después de ese momento.

—Mira, por allá hay una hamburguesería —El pelinegro no se dio por vencido e intentó tomar de la mano al más bajo.

—Uh, sí... —Mas el rubio se apresuró en dirigirse hacia el local, apartándose completamente del mayor.

Reaper se sintió rechazado de cierta manera, quizás no era mucho del agrado de Blueberry como creía, siempre pensó que era su imaginación cuando este evitaba el mínimo roce de sus manos o lo que sea parecido, pero, después de todo, eso era lo que en realidad estaba pasando...

El menor había puesto un gran muro en el medio que no podía sobrepasar.

•••

Una vez entraron a la sala de cine y tomaron asiento, cada uno estuvo enfocado en diferentes cosas.

Mientras Blueberry miraba la película absorto de lo que podía pasar cerca suyo, Reaper lo observaba de reojo, pensando qué es lo que había hecho o dicho para que el rubio evitará rotundamente el contacto físico entre ellos dos, aunque qué pasaría si fuera un acci...

Uhm, un accidente...

¿Blueberry no se enojaría si por accidente llegará a tocarle, verdad?

—¿Pasa algo? —Cuestionó al notar que el contrario se veía distraído.

—No, nada... —Respondió desviando su mirada antes de que el menor se diera cuenta que estaba viéndolo desde quién sabe cuánto tiempo.

El pelinegro decidió enfocarse en la película, pero después de cinco minutos esta ya había terminado.

Las luces se prendieron y algunas personas empezaron a retirarse.

Sí, Reaper pasó de la película por completo sin querer queriendo.

—¿Te acompañó a tu casa? —Preguntó aún no saliendo del asombro, realmente no podía creer que no vio casi nada de la película— No, mejor te acompañó, es tarde.

—Está bien.

El cielo nocturno y la luna los recibió cuando salieron del cine.

—Es extraño —Soltó de repente el más bajo durante el camino al paradero.

—¿Qué es extraño?

—Nunca antes había estado afuera tan tarde sin mis padres.

Luego de escuchar aquello, recordó cierto detalle.

Blueberry tenía catorce años.

Cierto...

¿Cómo lo había olvidado?

Talvez sea por eso que no se siente cómodo con su persona, como es mayor que él...

Pero, Ink también tenía la misma edad que Blueberry y el castaño no parecía incómodo.

Bueno, Ink es Ink.

Y Blue...

Es Blue.

Era un buen chico, no debía obligarlo a nada.

Sí...

Sí...

Uh...

¿A quién engañaba?

Blue era tan dulce y agradable que deseaba abrazarlo aunque este no quisiera, aunque eso signifique invadir su espacio personal, aunque el más bajo se enojé y dejé de hablarle.

Ugh...

Puede que al final no sea muy diferente a Ink.

—Ya vamos a llegar al paradero —Avisó el rubio.

—Sí... —Asintió y se alejó un poco del contrario.

Agradecía que existiera el gran muro que había entre ellos dos, este lo ayudaría a no hacer ninguna tontería.

¡Solo fue una cita! ››Reaper x Blueberry‹‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora