Han llegado las festividades y gracias a eso todos están muy felices. Grumpy no es la excepción, por lo que esta dispuesto a darle una sorpresa que jamás olvidará a su novio Funshine. El regalo perfecto para la persona perfecta, en el lugar perfecto...
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Los meses pasan rápido y cada vez mas llegan las tan ansiadas fechas festivas para pasar con la familia y los amigos. Las épocas perfectas.
Copos de nieve caían del cielo y parecía que entre ellos marcaban su propio ritmo de baile, el frio y junto con ello la nieve abundaban por todos los sitios decorando la vista con un blanco perfecto, y la neblina le daba el toque perfecto para que el ambiente fuera dignamente llamado invierno.
Podría ser un día como cualquier otro; largo, aburrido y cansado, pero al ser un día festivo y al tener al ser mas amado de su existir, no podría quejarse. Después de todo es noche buena. Funshine se encontraba junto a su pareja Grumpy bebiendo una taza de café y acobijados en una manta roja con decoraciones navideñas. Ambos se daban calor mutuo quedándose cómodamente abrigados y abrazados entre si. Se complementaban dándose besitos y mimos entre ellos.
-Hace mucho frio...¿No lo crees ratoncito?.-Funshine rompe el silencio que se escuchaba mientras sigue abrazado de su chico.
-Todo estaba perfecto hasta que hablaste.-Dijo Grumpy fingiendo frustración.
-No seas cruel amorcito...¡Es navidad!
-Técnicamente no. Hoy es noche buena.
-Seguro eres el alma de las fiestas, ¿no?
Y otra discusión entre ellos comenzaba, pero no una discusión que haría romper la relación de cualquier pareja, si no, era mas bien un juego que hacían entre ellos. Fingían enojo hacia el otro, pero tampoco llegaban a extremos.
-¡Escuchen todos!.-Se hizo del notar Tenderheart.-¿Quien quiere chocolate caliente?
-Oh, ¡Yo quiero!
-¡Yo también!
Cada quien se levantaba de su asiento para ir por aquellas tazas de aquel liquido caliente. Automáticamente y como si su cuerpo actuara por si solo, Funshine también se levantó de su asiento.
-¿A donde vas?.-Le preguntó su novio.
-¿No es obvio? A por una taza de chocolate caliente.
-Pero tengo frio...-Hizo una pequeña rabieta que le pareció adorable a su contrario.
-No te preocupes, regresaré enseguida.-Y sin distraerse mas se fue.
No pasaron ni 5 segundos desde que su pareja se fue, y Grumpy comenzaba a sentirse solo. No era como que todos los días se sintiera así, pero al ser una fecha muy importante para el, al de cabellos azules se le complicaba el estar lejos de su amado.
De pronto, una idea un tanto perversa pero divertida se le cruzo por la mente. No tenia nada que perder si ejecutaba dicha idea. Además, su pareja era así o mas pervertido que el.
-¡Grumpy, amorcito. Regresé! No sabia si querías chocolate caliente.-Reía nerviosamente. No quería ser regañado ni en broma por su novio.- Así que te traje una taza.
