Historias para el fantasma de mi ventana

EL COMIENZO

Tenia catorce años cuando todo comenzó, cuando sentí que había encontrado a la persona con la que me juré la eternidad de las mismísimas estrellas. Estaba segura de que esa sería la persona que marcaría mi vida, y lo hizo...pero no de buena manera. 

La escuela se convierte el lugar donde los sueños empiezan a crecer y nutrirse con el deseo de que en algún momento se vuelvan realidad, también es el escenario donde los recuerdos de la adolescencia se forman y se pegan en la memoria; se van, vienen, desaparecen y cuando menos te los esperas vuelven a golpearte con una fuerza casi descomunal, alterando tu ser.

Mis recuerdos provienen únicamente de una persona que me rodeo con mentiras, engaños y más cosas que todavía me cuestan aceptar o creer que hayan pasado. Un amor que era todo lo que alguna vez soñé, pero como hice mención antes, la realidad me golpeo de tal manera, que cuando quise escapar de la prisión pintada de castillo, ya era tarde. 

Deje que batiera mi corazón una, dos...tres...cuatro y la cuenta podría seguir por bastante tiempo. Deje que me destruyera muchas veces, creía que me amaba y que esa era su forma de demostrar amor. En las noches me pregunto ¿Qué fue lo que me hizo falta para decir "adiós"? por más clara que sea la respuesta para mí, sigue siendo un enigma. 

Las preguntas siguen en mi cabeza, no logro quitarlas, no se van, no se borran. Permanecen pegadas en mi cabeza...como si tuvieran cadenas que no pueden romperse como si la razón de que estuvieran tan atados a mí fueran cadenas que todavía no pueden romperse pero que, si decidís olvidar, vuelven en un futuro más fortalecidos que la última vez.  . Los recuerdos de la plaza, de nosotros sentados en el árbol yo te acaricio el pelo y vos decís que me amas y es ahí cuando siento que me ahogo, que no me dejas respirar, pero vos seguís ahí sin hacer nada y entonces reacciono, que ni siquiera en mi memoria haces algo por ayudarme.

En las noches dejo la ventana abierta para que la luna me abrace y que la oscuridad se mantenga alejada de mí cuerpo...después de todo, eso es lo que más me hacen recordar tus caricias. Los arboles sacudiéndose son susurros de tu nombre y los claros años de abuso que lograste marcar. Mientras que las lágrimas caen con rapidez por mi rostro tu fantasma me visita con el único objetivo: de que no te olvide, que mis heridas no sanen; entonces entendí que debía cargar con un espíritu que me atormenta noche tras noche. 

Holiiis ¿Qué les pareció? 

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Me sentí re youtuber por decir eso(? 

En fin, quiero aclarar que si este momento se sienten identificados con el texto, no duden en pedir ayuda y recuerden que NO están solos. Me pueden escribir a mí, a sus familiares, a sus amigos. 

RECUERDEN QUE TODO ES FICCIÓN QUE NO DEBE PASAR A LA REALIDAD.