02

8.8K 1K 964
                                    

"la curiosidad se hace una carga pesada."

-

todavía era invierno por lo que llevaba una gran manta encima cubriéndole casi todo su anatomía mientras se sentaba en el sofá frente a la televisión para ver una película con su novio, estaba aburrido y aunque no se lo hubiera dicho, lo había extrañado, así que lo invitó a hacer cualquier cosa con tal de estar juntos y en casa ya que no pensaba poner un pie fuera con el frío que hacía, si bien su estación favorita definitivamente era el invierno no disfrutaba congelarse, le gustaba más estar en casa donde era más cálido y podía disfrutar de un café caliente.

todavía no habían decidido que ver porque él por su parte quería alguna película de acción mientras que itadori prefería una comedia, estuvieron un rato discutiendo hasta que se decidieron por una romántica, aunque no era su género favorito disfrutaba verlas a su lado porque siempre se ponía cariñoso y le gustaba que le diera mimos e imitara las acciones de los actores.

se puso a divagar en su cabeza y recordó todas las cosas cursis que hacía en medio de las películas, su cosa favorita eran los pequeños besos en los labios siempre que los actores lo hacían porque se sentía celoso y les tenía envidia así que no dudaba un segundo en robarle pequeños picos en todo momento por más que esté comiendo.

la voz del castaño lo sacó de su pequeña burbuja, iba saliendo de la cocina con un gran bowl que estaba rebosante de palomitas dulces.

—¿no las hiciste saladas? —formó un pequeño puchero.

—venimos comiéndolas desde hace 3 ocasiones atrás, ya te estuve consintiendo mucho y es momento de que ahora yo disfrute de estas delicias y no tenga que comer eso que a ti te gusta. —soltó una pequeña carcajada al ver sus exagerados movimientos de manos mientras hablaba, siempre era demasiado dramático.

a itadori siempre le gustó lo dulce y estaba convencido de que todas esas chucherías llenas de azúcar eran lo que le daban esa tan característica energía suya y el que sea tan cariñoso, tenía tanto dulce dentro de su cuerpo que tenía que sacarlo de alguna manera.

el castaño se acomodó a su lado agarrando la manta que seguía encima de su cuerpo para ponerlo también arriba del suyo y estar más pegados para mantener el calor.

el tiempo pasó y cuando estaban a poco más de la mitad de la película y en medio de un interesante drama entre parejas el celular de itadori comenzó a sonar una y otra vez sin parar, al principio dijo que no era de importancia pero viendo que eran tan insistentes le dijo que contestara de una vez porque no le dejaba disfrutar.

vio como agarró su celular solo para cortar la llamada y al instante le vio escribiendo mensajes, le restó importancia y siguió en lo suyo mientras se llevaba unas cuantas palomitas a la boca, no quería perderse esa parte.

—tengo que irme. —se sorprendió un poco y agarró el control remoto entre sus manos para ponerle pausa a la televisión.

itadori se separó de él soltando un suave "ya regreso" mientras dejaba su celular en la pequeña mesa ratona que tenían en frente y se quedó observando como su espalda se alejaba cada vez más.

¿había pasado algo? normalmente cuando tenían esas noches de películas nunca se iba por más mensajes que le dejaran, solo apagaba su celular y seguían con lo suyo, así que por eso ahora se encontraba bastante preocupado, además teniendo en cuenta que desde hace varias semanas había estado comportándose de manera inusual solo le dejaba más dudas.

el sonido de una nueva notificación inundó sus oídos y la pantalla del celular del castaño se iluminó. él no era para nada una persona que se ponía a revisar las cosas y mensajes de los demás ya que no era algo de su incumbencia y no disfrutaba meterse en asuntos ajenos. pero la duda lo estaba matando y a la oportunidad que tuvo movió un poco su cabeza para tener una mejor visión de las notificaciones que le llegaban.

no supo cómo reaccionar cuando vio el contenido, se quedó hecho de piedra y de manera rápida una nube negra de pensamientos para nada positivos se estaba formando arriba de su cabeza.

mai

"te estoy esperando, apresurate <3"

era una chica, no supo como tomarlo ya que no sabía el contexto de la conversación, trató de tranquilizarse y respirar de manera normal alejando los malos pensamientos para que no le nublaran la cabeza, ya estaba comenzando a arrepentirse y sentirse mal por haberse metido en la privacidad de su pareja siendo que confiaba ciegamente en él.

cuando el castaño volvió en su campo de visión estaba abrigado y listo para marcharse.

—¿pasó algo? —se sacó la manta de sus hombros y se puso de pie para acercarse más.

—sí es... algo importante, debo ir ahora. —estaba evitando cruzarse con su mirada y estaba más nervioso, clara muestra de que estaba mintiendo porque siempre hacía esos movimientos con sus manos buscando algo de donde agarrarse.

por primera vez dudó de itadori y de sus palabras.

—¿seguro que no puedes quedarte? —preguntó en voz baja, como temiendo a que le escuchara, itadori solo negó con la cabeza todavía sin mirarle a los ojos y guardó su celular en uno de sus bolsillos del pantalón.

cuando el castaño estuvo cerca del picaporte de la puerta principal sostuvo su brazo de manera repentina, evitando que dé algún otro paso más.

la verdad era que no solo le había invitado para pasar el día haciendo cualquier cosa. la razón principal por la que lo había llamado era otra.

—yo... tengo miedo. —finalmente itadori lo miró a sus ojos, con clara preocupación en los suyos. —anoche tuve una pesadilla y... no me dejes. —cerró los ojos con fuerza, con las palabras atoradas en su garganta, estaba asustado.

las manos del contrario lo sostuvieron de las mejillas, dejando un beso en sus párpados. —entiendo... no tienes que contarme. —asintió, agradecido de que lo haya entendido. —pero tengo que irme... lo siento.

su corazón se apretó contra su pecho, quizá si era algo importante que tenía que solucionar y solo lo estaba reteniendo con sus tonterías, era cierto que megumi sentía una leve molestia desde que vio esa marca de itadori en su cuello, pero había decidido confiar en él.

una vez más sintió los suaves labios de itadori viajar por su rostro, tratando de sanar cualquier cosa que le doliera. mientras su azabache cabello era peinado hacia atrás.

—lo siento cariño. —se dejó hacer y acarició sus labios con los contrarios buscando consuelo. —te lo voy a compensar, ¿de acuerdo?—y otra vez esa frase.

observó como se marchaba de su lado y megumi fue a dormir abrazando un viejo peluche en forma de cachorro que itadori le había regalado, con cosquillas por donde sus labios habían pasado y molestias un poco más pesadas que las de la última vez acompañando su pecho.

do me a favour | itafushi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora