do me a favour | itafushi.

03

"aférrate a tu corazón"

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sacó la vista de entre las letras de aquel libro que estaba leyendo para dejarlo apoyado a un lado suyo, ahora su vista estaba concentrada en la ventana de su habitación, el sol iba saliendo abriendo paso a un nuevo día alejando la oscuridad de la noche, la brillante y clara luz hacía contraste con sus azules y oscuros ojos y cabello azabache.

se cumplían ya tres días desde que no veía a itadori, supo aprovechar todo ese tiempo para poder pensar con la cabeza fría en todas las cosas que habían sucedido.

megumi se sentía mal al no poder confiar de la misma forma en su pareja como hacía antes, simplemente aceptaba las cosas que le decía porque no tenía razones para mentirle, ¿cierto? aunque ahora todo ese muro de confianza que se fue formando con el tiempo y que estaba más fuerte que nunca se iba desmoronando de a poco frente a sus ojos y él no fue capaz de darse cuenta hasta ese momento.

las imágenes de esa marca en su cuello que nunca pudo ver con claridad y el raro mensaje que llegó a leer lo tenían en un nudo de tantos pensamientos, tampoco quería llegar a pensar en lo peor del contrario siendo que ya habían pasado por mucho juntos, llegó a diferentes conclusiones y algunas eran tan crueles que las sacó de su cabeza de inmediato, él estaba... casi seguro de que no era capaz de hacer tales cosas, lo conocía.

la primavera estaba justo detrás suyo, sentía como el clima se ponía cada vez más cálido, todas las plantas comenzaban a recuperar su brillante color nuevamente y las flores iban creciendo todos los días abriendo sus pétalos en la presencia del sol, los pájaros estaban con mejor humor que en la estación pasada y cantaban con muchas ganas todas las mañanas dándole un pequeño concierto.

su celular vibrando lo sacó de su pequeña burbuja de tranquilidad, pensó en no darle importancia y la idea de volver a dormir se veía demasiado tentadora, y lo hubiera hecho sino fuera porque lo escuchó nuevamente así que no le quedó de otra que revisarlo antes de acostarse.

itadori

¿podemos vernos hoy?
te extraño :(

a pesar de lo que estuvo en su mente hace unos segundos dibujó una pequeña sonrisa en su rostro, era increíble lo que una persona podía causarle a su cuerpo. pensó por un rato pero no tardó mucho en darle una respuesta afirmativa, había estado demasiado tiempo solo con su cabeza y necesitaba despejarse un poco para dejar de sentir ese amargo sabor en su boca.

habían quedado en verse en un simple restaurante para la tarde casi noche así que siguió con su brillante idea de dormir un rato más.

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cuando el reloj marcó las 7PM entró a la ducha para sacar cualquier suciedad que pudiera tener en su cuerpo, se verían en una hora más pero él siempre fue alguien rápido para alistarse así que no estaba preocupado por la hora.

aún debajo de la ducha y con las gotas deslizándose por su delgado cuerpo no podía dejar de pensar en itadori y sentir esa pequeña molestia que ya le estaba comenzando a poner de mal humor, iba creciendo como una pequeña llama que iba consumiendo más cosas a su paso para convertirse en algo enorme, no entendía que le pasaba y ya había descartado la idea de que era algo malo que había comido y le estaba afectando, así que con un poco de enojo siguió limpiando su cabello para salir de una vez del agua y secarse.

una vez listo y estando a punto de cruzar la puerta volvió en sus pasos para ponerse un poco de perfume, eran incontables las veces que itadori se enterraba en su cuello para olerlo y se quiso asegurar de que oliera bien.

al instante se avergonzó ante el pensamiento de estar haciendo todo eso porque quería que el castaño lo olfateara como si fuera un perro. sintió su cara arder por unos segundos hasta que finalmente salió de su casa.

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—hola. —una enorme sonrisa se había formado en los labios de su pareja que lo había envuelto en un abrazo luego de devolver el saludo. —hueles demasiado bien. —y al parecer no se equivocó con su elección de echarse perfume, sintió pequeñas cosquillas en su cuello.

de un momento a otro habían comenzado a besarse, primero fueron pequeños piquitos pero itadori quiso llevarlo un poco más lejos. —hay gente, detente. —lo escuchó susurrar un "no importa" totalmente despreocupado. así que solo se alejó como pudo antes de que más personas pusieran su ojos en ellos e itadori sólo se quejó por lo bajo, maldiciendo por haber elegido un lugar concurrido.

siguieron con lo suyo y megumi creyó estar pasándola bien hasta que de manera repentina una nube de pensamientos le llenó la cabeza. se puso nervioso por lo que cruzaba por su mente pero hubo algo en particular que le llamó la atención.

itadori no estaba siendo él mismo.

primero pensó que era una idiotez pero sólo para quitarse una duda que tenía encima desde hace bastante, se detuvo a observarlo detenidamente. y su buen humor fue cayendo en picada.

ya no tenía ese brillo en sus ojos marrones que solía tener cuando lo miraba, tampoco estaba sonriendo de la misma manera que antes, era como si el brillo del sol hubiera sido opacado por la luna.

vió como palabras salían de su boca pero era como si no coincidiera con lo que de verdad sentía.

tardó un poco en procesarlo pero hizo su mente trabajar en los últimos meses y se dio cuenta de que él ya no se sentía amado como antes. su estómago se revolvió y estaba seguro que no eran esas conocidas mariposas que llegó a tener en algún momento, ya no eran simples cosquilleos ahora era como un enorme animal que tenía intenciones de salir de ahí dentro destrozando todo a su paso. quiso levantarse y salir corriendo del lugar evitando vomitar todo lo que había consumido pero no fue capaz de moverse.

¿hace cuánto que se conocían? ¿desde cuando las cosas eran así? ¿por qué él nunca se dio cuenta de lo que realmente pasaba? solía decir que lo conocía mejor que nadie pero en ningún momento se dió cuenta de que sus sentimientos se iban apagando.

megumi sólo deseó haberle hecho más caso a su corazón antes.