crush operation ♡ kookmin

🌹Six.

Jimin mordía su labio con nerviosismo. El día anterior había planeado junto a sus amigos algo para saber si le gustaba a Jeon.

Al plan lo llamaron "Crush operation" ya que era el nombre del original, además de que se escuchaba ideal.

Este consistía en que él iba a derramar por "accidente" alguna sustancia en Jungkook, claro que no sea tóxica o algo así, para observar su reacción.

Por eso se encontraba nervioso, si su conejo Playboy se enojaba todas sus esperanzas junto a sus sueños y aspiraciones se irían por el caño.

-Señor Park. -llamó su atención la señorita Kim quien impartía artes. -Preste atención si no quiere reprobar conmigo. -entrecerró sus ojos.

El pelirosa parpadeó atónito pero asintió a lo que había dicho la profesora. La mujer siguió explicando el tema del que hablaba antes de interrumpirlo para llamar la atención del plirosa.

Se escucharon unas risas a su lado y no pudo evitar voltear hacia este. De inmediato, sus mejillas se incendiaron y agachó la mirada al ver que se trataba de Jungkook. No supo en que momento llegó ni cuando se colocó a su lado, pero sí sabía que el pelinegro estaba más cerca de lo normal.

-¿Por qué bajas la mirada? -susurró.

-E-ed que... ¡Ay, qué vergüenza! -tapó sus mejillas recibiendo una risita por parte del mayor.

-No hay de que avergonzarte, Jimin. A todos nos pasa. -sonrió.

-Pero es difícil no hacerlo si nunca me ha pasado. -murmuró.

-Es normal que la primera vez que te pase te de vergüenza, pero a todos nos pasa, nadie se va a burlar de ti. Me ha pasado tantas veces, que incluso he perdido la cuenta de ellas. -ambos rieron.

-Supongo que me hizo sentir mejor, hyung. -sonrió.

El mayor chasqueó la lengua en desaprobación mientras negaba.

-No hables tan formal conmigo, me haces sentir viejo, mejor tuteame. -pidió con una sonrisa.

-Bien, Jungkook. -contestó.

-Park, Jeon. -la profesora llamó la atención de ambos chicos quienes voltearon a verla con una sonrisa. -¿Quieren explicar el tema ustedes? -enarcó una ceja a lo que ambos negaron. -Entonces presten atención, a la próxima los mandaré a detención. -sentenció para seguir con la clase.

Ambos chicos suspiraron. Esa maestra era la peor de todas, a pesar de tener treinta se comportaba como alguien de cuarenta, incluso la directora, que ya iba pisando sus cincuenta, era más juvenil y menos pesada que ella.

Maestras, ¿Quién las entiende?

-Jimin. -susurró Jeon llamando la atención del pelirosa quién volteó en su dirección. -Yo-

-Señor Jeon. Se lo advertí, ambos a detención. Ahora. -ordenó con el ceño fruncido apuntando a la puerta.

Ambos chicos se observaron y empezaron a guardar sus cosas en silencio.

Maldito seas, Jeon Jungkook. Por tu culpa vamos a detención y no podré poner en marcha mi plan. Maldijo Jimin con un puchero en labios.

Ambos se dirigieron a la salida del salón una vez colgaron sus mochilas de sus respectivos hombros. Salieron de ahí con un portazo de parte de la maestra al cerrar la puerta y una vez afuera caminaron en silencio por unos segundos hasta que Jeon comenzó a reír.

¿Y este que trae? Se cuestionó el pelirosa ladeando la cabeza.

-Um... Jungkook. -llamó. -¿De qué te ríes? -hizo un puchero.