Capítulo XV: Pensando en todo

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Bianca estaba en shock, le sorprendió la respuesta de Maximiliano, casi tuvo miedo. ¿Planea algo? ¿Pensó, será sincero? Se vio afectado.

—¿Y bien? —preguntó Ignacio.

—Aceptó que es suyo, me va a apoyar, dijo que tendríamos que conocernos mejor ahora que seremos padres juntos, eso es bueno, moría de miedo de tener que decirle a mis padres que tendría un hijo sola —confesó Bianca.

—Es algo. Ahora formarás parte aunque indirectamente de su familia, es algo grande —afirmó Ignacio.

—Me pidió que por ahora no dijera nada. ¿Y si planea mandar a deshacerse del bebe? ¿Por qué no quiere que nadie sepa?, sabe que tú sabes. Solo tú —le dijo ella.

—Que locuras dices, el hombre es jactancioso, engreído e insufrible pero no es mala persona, crio a sus tres hermanos cuando quedaron huérfanos a los 7 años, el solo, uno es médico, los otros dos son músicos multi instrumentistas, y tienen ambos licenciaturas en letras y filosofía, no andas en drogas, ni escándalos, son chicos discretos y bien portados, el hombre hizo un buen trabajo —argumentó Ignacio.

—Creí que lo odiabas —respondió ella.

—Odie que anduviese contigo, por lo antipático que es, pero no creo que sea mala persona, eso no lo puedo decir —dijo Ignacio.

—Habías dicho que él no quería hijos y por eso se divorció —le dijo Bianca.

—No sé exactamente, se cosas que me decía Dino, el trabajo con un diseñador que trabaja para él, justo en la época en la que se estaba divorciando. Lo pude entender mal, creo que ella no podía, obviamente él puede —respondió Ignacio.

—Si, él se cuida mucho de ser discreto y privado, en los portales no conseguí nada —dijo ella—. Sus hermanos, entonces, ya no son adolescentes —completó.

—No, tienen 20 años, solo uno usa redes sociales, nunca nada con la familia, es como fiestero, Dino lo sigue y el sigue a Dino —dijo Ignacio.

—Bueno son la familia de mi hijo o hija ahora. Hoy Maximiliano estaba con uno de ellos, parecía que lo reprendía, pero el muchacho no discutía, solo escuchaba. —dijo Bianca.

—Entonces ¿No lo anunciarás aún? —preguntó Ignacio.

—No, hasta que Maximiliano y yo hablemos mañana bien —dijo ella.

El teléfono de Bianca sonó, era Gedalia.

—Hermana de mi vida, cuéntame ¿Seré tía? —preguntó Gedalia en la otra línea.

—No, falsa alarma. Todo bien —mintió Bianca.

—Bueno, te confieso que me había hecho ilusiones ya, yo sería la madrina obviamente, así que ya estaba hasta viendo ropa y juguetes por internet —dijo decepcionada Gedalia.

—¡Que loca!, gracias por el apoyo —respondió Gedalia.

—Bueno, adiós —se despidió ella.

Ignacio volteo a mirarla como si no entendiera nada.

—Geda solo sabía que sospechaba de un embarazo, no sabe con quién y le dije una mentira chiquita para complacer a Maximiliano —le explicó Bianca.

—Bianca, cuidado, no te pongas a hacer todo lo que este hombre te dice sin cuestionar nada, él es mayor que tú, poderoso, millonario, con más experiencia que tú, te va a tener dominada y eso no es bueno, te puede perjudicar, tu forma de ser, cuidado —le advirtió Ignacio.

—En un minuto lo defiendes y en el otro lo atacas, me tienes confundida —le dijo Bianca.

—Bianca, por favor, aprende a separar las cosas, no creo que el hombre sea un maldito asesino que va a contratar a alguien para que te haga perder al bebe trágicamente, pero sí que sé que es mayor que tú, con más experiencia y más poder y vas quedar sometida a su voluntad, te va a dominar, ten cuidado. ¿Comprendes? —preguntó frustrado Ignacio.

Matrimonio de apariencias amor por convivenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora