8. Finn Hennman

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Los partidos por diversión son buenos para el control de los nervios, relajar a los participantes antes de uno real y encontrarse con amigos de otras escuelas.

Pero ese no es el caso de Finn.

Una vez que cruzó la puerta principal para recusar el último año, estuvo preparado para escuchar miles de rumores sobre qué había pasado. El chico ya debía estar en la universidad y todos tenían una opinión sobre él estando aún en bachillerato. Si bien iba listo para todo eso, creyó que acabaría unos meses después de que se enteraran. Pero ahora a un mes del baile de primavera y a un par más de graduarse, las personas seguían hablando sobre él.

- ¡Concéntrate, Hennman!- grita el entrenador mirándolo molesto por su mal desempeño.

El enojo ya había comenzado a nublar la vista de Finn. Su mirada solo iba puesta en su rival y las burlas de este no lo dejaban concentrarse en el partido.

- ¿Ya escuchaste?-grita Emmett.

La historia entre ambos había sido difícil desde hacía años. El odio que Emmett siempre había tenido contra Finn era algo que el rubio nunca comprendió. Habían pasado años de constantes discusiones después de todo lo sucedido entre ellos en la secundaria, pero ni una sola vez había llegado a los golpes.

Pero siempre hay una primera vez.

Emmett corre contra el chico y deja ir todo su peso contra su hombro para tirarlo al suelo. El golpe deja a Finn sin aire por unos segundos, mueve su cabeza y puede notar que en las gradas se encuentra Skylar junto a su amiga Hazel, ambas lo miran preocupadas y no es hasta que se pone de pie que ellas parecen calmarse un poco.

El silbato suena y todo termina como un empate.

El coraje, la ira y el odio dentro del chico estaban listos para hacer explosión contra Emmett, quien celebra victorioso con uno de sus compañeros por haberle dado ese horrible golpe.

Finn se quita el casco y se lo entrega a Scott, quien se ha acercado a ayudarlo. Pero antes de que pueda lanzarse contra Emmett, su amigo lo detiene por los hombros.

- ¡Hey, tranquilízate!- dice Scott con tono serio-Te van a suspender.

El rubio pasa la mirada de su amigo a Emmett de nuevo, y este ya se va alejando hacia donde están los de su escuela.

- ¡Ya déjalo estar!- dice Scott con molestia.

Finn toma una respiración honda intentando calmarse y simplemente asiente, pero no deja de mirar a Emmett así que su amigo le entrega su casco con brusquedad. Lo cual hace que regrese su atención a él.

Ambos comienzan a caminar hacia las duchas en silencio, y al llegar cada uno continúa con lo suyo para despejarse de sus prendas sucias.

-Creí ver humo salir de tus orejas- dice Dylan entre risas.

Dylan había sido amigo de Finn desde hacía tiempo. Ahora que sus antiguos amigos estaban en la universidad, Finn había tenido que recurrir a socializar más con sus amigos de cursos abajo.

-Y rayos láser de sus ojos- se burla Scott arrojando su casco al suelo- Pero dejémoslos en solo eso, si haces algo estupido te van a suspender y no querrás repetir año de nuevo, ¿cierto?

Finn mira a su amigo por un segundo y este simplemente le ofrece una sonrisa burlona, toma su toalla y se va a las regaderas.

Cuando Scott se va a las duchas, Dylan mira una última vez a Finn y dice:

-Solo ignóralo.

-Es fácil decirlo para ti, no eres ni la mitad de impulsivo que yo.

-Emmett es una mierda y merece el golpe que quieres darle- bufa- No voy a perder mi beca por él, pero si quieres cerrarle la boca en algún otro lugar, puedes invitarme.

Epifanías de media nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora