Danmachi isekai DXD

Capítulo 10

Bell estaba congelado mientras los brazos que él recordaba tan cálidos como el día que ella le tendió la mano para iniciar su aventura en la ciudad que en su mundo era llamado [el centro del mundo] que era orario, cuando los ojos rubís del peli-blanco se encontraron con unos azules que el peli-blanco recordaba tan cálidos que en estos momentos eran vacíos y escalofriantes a tan grado que su medula el su espalda que por mas que él peli-blanco trataba de controlar no dejaba de templar.

Bell templaba a tal grado que sus piernas empezaron a ser un pequeño ruido al templar mucho, para los espectadores ver a los recién llegados eran escalofriándote, por parte de la familia pendragon podían sentir la ridícula presencia imponente de la “niña" peli-negra que abrazaba al chico que en su cara estaba dibujada un terror inimaginable para ellos al no estar en el lugar del peli-blanco.

Bell: ¿C-c-como L-llegaste a-aquí?. -pregunto con voz temblorosa-

Bell por el puro miedo sus ojos empezaron a generar lágrimas pues al ver a una de las personas mas importantes de su vida con esos ojos tan vacíos y con una oscuridad tan profunda que parecía que era la mismísima alma de la diosa era reflejada en sus ojos, por parte de ingvild y mytra estaban incrédula porque el hombre que ella veían como un héroe al ser tan noble y valiente como esos héroes de las epopeyas heroicas que sus padres le contaban, claro que los héroes que ellos conocían por esos cuentos eran diferentes por sus épocas en cuanto al tiempo, pero para ambas chicas no cabía nada en un hueco que se creó al ver a él peli-blanco templar en los brazos de la chica que lo abrazaba con “cariño” que para el chico era mas frío que el mismísimo hogar de los titanes de hielo en los territorios de cierto dios nórdico.

Hestia: Oooh, eres tan lindo como él bell-kun de mi multi-verso que al igual que tú, me perteneces para siempre JAJAJAJAJAJA. -decía la “niña” para el final reír como una loca, no mejor dicho, ella estaba loca-

Dix: ¿Ya terminarte, diosa demente?. -dijo mientras tomaba su lanza para sacarlo del cuerpo del cadáver del chico ya muerto en el piso-

Bell al ver a dix se sorprendió pues después del problema de los xenos, fels le contó que su eterno rival lo había matado, pero ahora el hombre estaba frente a él.

Bell: Ah… ah… ah. -el peli-blanco por todo lo que ocurrido en estos momentos se estaba ahogando en su propia respiración en los brazos de “su" diosa-

Cuando dix estaba a unos pasos del dúo una luz dorada apareció a unos metros de ellos, todos los presentes dirigieron sus miradas hacía la luz que en menos de un segundo, un destello dorado que salió de la luz estaba delante de el peli-blanco junto a los otros 2 que se sorprendieron pero antes que alguien hiciera algo un puño rodeado de una armadura dorada impacto en la cara de la peli-negra que salió disparada a el interior de la mansión, dix por su parte cuando reaccionó ya era tarde pues el recién llegado le dio una patada en el estómago mandándolo a volar contra la mansión destruyendo gran parte de las paredes de la mansión en la dirección donde se dirigía por el golpe.

Bell: ¿Eh?. -dijo pues todo paso tan rápido que solo pudo decir eso-

Bell al ver quien lo salvo se sorprendió de ver a un peli-blanco de puntas negras con ojos de diferente color siendo el izquierdo rubí como sus ojos pero el derecho era azul claro, al ver mejor vio que el portaba una armadura dorada que brillaba por la luz del sol mientras la capa que traía ondeaba con el viento dándole para el peli-blanco una imagen épica.

¿?: ¿Estas bien?. -pregunto con preocupación en su tono-

Ingvild: ¡Bell-san¡. -exclamó preocupada-

Bell vio como la peli-lila se acercaba rápidamente con una mirada de preocupación junto a mytra y le fay al igual que los padres de la rubia que iban atrás de su hija para irse del lugar por seguridad, antes que el peli-blanco dijera algo sintió como se empezó a mover al igual que su cuerpo era arrastrado dando un giró, o eso sintió él chico antes de ver a su [reina] a centímetros de su cara haciendo sonrojar a ambos.