01🐺

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|Cada que quiera darte un cumplido, no podrá decir nada|

Hipnotizado.

Esa era la palabra exacta en la que se podría describir el estado del chico que permanecía de pie, observando a una hermosa mujer (H/C) recogiendo su cabello en una cola alta por el intenso calor.

Llevaba un vestido veraniego que se cernía a su cuerpo y delineva cada curva. CADA CURVA. Si ella pudiese verse de la manera en la que él la vía, seguro que tendría ganas de comerse a ella misma, justo lo que él queria hacer en ese momento.

Seguro que su inseguridad se esfumaria de inmediato.

Pero estaba increíble.

Desde que había ido a recogerla para su cita, hasta que fueron por un helado y ahora que estaban sentados en un pequeño parque, ella contándole alguna cosas, no había podido dejar de mirarla ni un segundo. Era como si...

—Megumi —llamo su novia—. ¿Estás bien? Te he estado llamando desde hace un buen rato.

El parpadeo, intento disipar sus pensamientos sobre ella y desvíar la mirada...

Pero mierda, es que no podía.

Quería seguirla mirando siempre.

—Estoy bien —dijo al final. Ella desvío la mirada hacia el frente.

¿Por qué tiene que ser tan hermosa? Fue lo único que pudo pensar, mientras la miraba de reojo y sentía como sus mejillas se sonrojaba y su corazón se aceleraba.

—________ —llamo, ella se volteó—. Yo
...

Quería darle un cumplido, pero nada salía de su seca garganta. Se pellizco su pierna en un intento de seguir hablando, pero nada.

—Cariño, estás muy rojo —ella llevo una mano a su mejilla, acariciándolo levemente. Él suspiro y recargo el rostro en busca de mas contacto inconscientemente—. ¿Estás seguro de que te encuentras bien?

—Es que yo...

Y abrió sus ojos —ni siquiera se dio cuenta cuando los cerro—, y se encontró con esos ojos que lo habían enamorado, tan brillantes y llenos de vida. No podía despegar la mirada de esas dos estrellas que tenía por ojos.

Bajo un poco más hasta llegar a sus labios, esos mismo que quería besar hasta que se detuviera el mundo, que le faltara el oxigeno y tuviera que parar un segundo, para luego volver a hacerlo y repetir el proceso una y otra vez hasta que se hartara —que dudaba que pasara—.

Mierda, y todo eso con esa actitud timida cuando el estaba cerca, y cuando hablaba tan confiada en el mometo que tocaban el tema de algo que le gustaba, o esa preocupacion cuando lo veia herido por alguna misión, o cuando se relajaba en el momento que se acostaba a su lado y simplemente estaban haciendose compañia el uno al otro...

Esa niña era su perdición, y le encantaba.

—¿Quieres decirme que me veo linda hoy? —se quedó sin palabras, y se puso mas rojo todavía de lo que ya estaba—. No me has dejado de mirar desde que salimos. Incluso yo puedo darme cuenta.

Con la mano aún en su mejilla se inclino hacia él y le dio un beso corto en los labios, para luego sonreír.

—Eres tan tierno.

Eso lo molesto un poco, por lo que se inclinó hacia ella y atrapo sus labios, esta vez en un beso más pasional, pero eso sí, llenos de cariño.

Tal vez no podía expresarle sus sentimientos con palabras, pero podía demostrárselo.

.
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.
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Y, en una esquina, Satoru, Itadori y Nobara están escondidos con una cámara esperando ese preciado momento.

Fushiguro Megumi [Type of boyfriend]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora