"Pobre chica, debemos ayudarla, paso por mucho".
Me importa muy poco si me ayudan o no. A ustedes le vale mierda por lo que pase, así que vallanse a la mierda.
"¿Estás bien?"
No, y esa es un pregunta muy estúpida de tu parte.
"Se que tú vida mejorará y tú saldrás adelante".
¿Pasaste por esto? No, no lo hiciste. No sabes que es lo que siento, no sabes por lo que pase, no hables como si supieras por lo que he pasado.
- Estoy harta - le dije a mi psicóloga - toda esa gente piensa que pueden hacer algo, ¡No pueden hacer nada!, No quiero su puta lastima que no me sirve de nada. Vienen a mi con sus: ¿Estás bien? ¿Podemos hacer algo por ti?, ¡No, Joder, No estoy bien y no, no pueden hacer nada! - respire unas tres veces para calmarme - Solo quiero retroceder el tiempo y no haber caminado por ahí, quisiera ser normal .
- Lo eres - respondio mi psicóloga, rei irónicamente.
- Si, lo soy... Por qué una chica, la cual secuestraron, violaron y prostituyeron por 8 meses es completamente normal - me quedé en silencio - si no hubiera sido por él, no se que me hubiera pasado - jugué con mis dedos - a veces me preguntó quién será ese chico de ojos color miel y cabello castaño que ví solo una vez en mi vida, esa cara - sonreí inconscientemente - esos labios cada facción de él era tan masculina, tan hermosa y yo, yo soy un desastre, solo mire - le dije a la señora de 32 años frente a mi - tengo 19 y parezco un muerto viviente, soy más hueso que carne - suspiré - antes pensaba que era una de las chicas más hermosas. Mis mejillas, mis labios gruesos y sin dudas mis ojos; estos eran mí parte favorita de mi rostro, mis ojos color miel - borre toda sonrisa de mi boca - que ahora tienen ojeras bajo estos, y culpo el no poder dormir por esto. Intento comer, para poder tener la misma contextura de antes, pero todo lo que entra en mi boca instantáneamente sale de esta - mire mi cuerpo - me odio por todo lo que ellos me hicieron.
- y ellos serán capturados, Ivón - dijo la psicóloga - pero debes tener calma, ¿Has tomado tus medicamentos? - asentí - quizás sean los medicamentos que te receto el psiquiatra, son muy fuertes y tu cuerpo se está adaptando a ellos.
- ¿No me puede recetar otras? Por favor - dije prácticamente rogando. Odiaba esos medicamentos, pero mamá me los hacia tomar así no quisiera, hacia cualquier cosa hasta que aceptaba tomarmelas. Mi psicóloga negó.
- No soy psiquiatra, no estoy autorizada a recetar medicamentos - comento y yo hice un puchero - solo serán unos meses, estarás bien
- Contaré los días, para que está tortura se acabé.
El tiempo se acabó y empecé a caminar a casa. Después de lo de pasó, mamá no quiso que saliera de noche, ni caminara por calles solas, así que siempre iba por las calles más concurridas.
Entre a una farmacia, porque por más que odiará mi medicación peor eran esas escenas de suicidios repitiéndose una y otra vez en mi mente, le di la receta a la farmacéutica y ella fue en busca de mi medicamento. Un chico entro a la farmacia, tenía una gorra y una chaqueta negra.
- Necesito una caja de condones - dijo. Lo que dijo no fue lo que me llamo la atención, fue su voz lo que llamo mi atención gire a él y la chica que estaba en caja le pasó una caja común de lo que estaba pidiendo, él negó - No, hablo de una caja - la chica se sorprendió e incluso pude notar su cara de vergüenza ante aquella confección.
- Lo lamentamos mucho, pero en este momento no tenemos la cantidad que usted está pidiendo.
- Pagaré el doble, solo diga cuanto - la chica se acerco.
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Mi ángel Guardia
Hayran Kurgu- No soy quien piensas. - Claro que si, tú me salvaste. Me sacaste de ese asqueroso lugar, tu fuiste - dije mientras acariciaba su rostro - eres mi ángel Guardian - dije en un susurro para que me escuchará. - No soy un ángel, te lo he dicho muchas v...