¡Hey, qué tal!
El capítulo de hoy se saldrá por un momento del curso de la historia original porque es un sueño (les toca adivinar quién lo sueña, jeje).
Tomé la opción de AU: Fantasía, y está ambientado en el universo de Descendientes.
¡Disfruten!
IV. Libre.
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Desde el momento en que el mar toca sus pies, sabe que no volverá.
Lo ha planeado por semanas, meses, incluso años.
La idea surgió como un sueño la tarde en que llegó hasta el muro que divide el reino de la isla. Su madre le habló entonces de la villanía en el mundo, de personas y criaturas capaces de hacer daño en la búsqueda del poder, y el cómo ese muro los protegía de la maldad de esos villanos y sus descendientes. Fue así como soñó que el muro caía, trayendo consigo una aterradora tormenta que inundó Auradon como alguna vez Atlantis estuvo sumergido.
Entonces, todas las personas eran libres y él nadaba más allá del mundo en las aguas turbulentas de la isla de los perdidos sin grilletes de oro aprisionando sus tobillos.
Hunde el remo en el agua y el bote se aparta de la orilla con facilidad. Es capaz de escuchar su corazón latir con fuerza, ansioso de lanzarse al agua y festejar la decisión que ha tomado, pero aún es demasiado pronto. Tiene que llegar primero al muro, tiene que guardar la fuerza necesaria para ello y cruzar a la libertad con el relicario que cuelga de su cuello, obsequio de su madre.
La ha visto por última vez al escabullirse del castillo, sentada en las escalinatas traseras que descienden a un tanque extenso en sus dominios, remojando sus pies y mirando a las estrellas. Melody dijo que esperaba ese día desde el momento en que lo vio tocar el mar por vez primera. Eres libre, Haruka. Tienes la mezcla del espíritu de tu padre y el mío en tu interior, así que no te detengas.
Haruka aún siente el calor del último beso de su madre en la mejilla, cuando se inclinó a él para colocarle el dije en forma de coral que lleva un trozo de magia de Atlantis, la suficiente para que pueda conjurarla y abrir un espacio en la barrera que le permita salir de Auradon para siempre.
El otro obsequio es el bote, el cual su padre dejó para él en la costa del mar. Jim lo miró con orgullo, más del que nunca había hecho, y fue suficiente para que Haruka tuviera el último gramo de valentía que necesitaba. Su padre le dio un abrazo y dijo: Si el futuro que deseas está adelante, sigue.
Y lo está, asegura el desertor cuando la barrera se alza finalmente a sólo metros de la barca. Todo en él tiembla, pero no hay temor, todo lo que existe es la emoción abrumadora de libertad que está al alcance de un salto al agua, su nado veloz y hermoso, y el colgante que abre al tocar el muro mágico.
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Cerezos en diciembre | rinharu!week2020
Fanfiction« RinHaru-Week 2020 » El destino es como el agua; una esencia viva que te impulsa al frente si se lo permites. Haruka Nanase nunca ha temido del agua, pero sí teme al destino, especialmente cuando éste lo ha guiado hasta Rin Matsuoka y todo lo que c...