Seis

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Elizabeth se despertó con un dolor de cabeza impresionante. Su primera resaca ¡Que tierno!

Miró a su alrededor con un poco de dificultad, sus ojos apenas se ajustaban a la tenue luz y vio que no era la habitación que compartía con sus amigas. No se acordaba de como había llegado ahí, ni con quién estuvo, ni qué era lo que había hecho.

Un escalofríos corrió por su espalda y luego vio que no llevaba nada de ropa. ¡Estaba desnuda!

Rápidamente saltó de la cama envuelta en un par de sabanas blancas y buscó su ropa, la cual se encontraba en el suelo con la de alguien más... Fue allí cuando miró a la cama y vio al "Sr. Casanova" durmiendo plácidamente envuelto en otras sabanas.
«Maldición» pasó por su cabeza.

Su corazón comenzó a latir frenéticamente analizando y suponiendo la situación.

Elizabeth dio un grito y Axel se despertó asustado.

-¿Qué pasó? - Se sentó en la cama rápidamente con sus ojos adormecidos, un ceño fruncido acompañaba su rostro.

-¿Puedes explicarme qué mierda pasó?- Gritó desesperada sujetando bien las sabanas que envolvían su cuerpo. 

Axel sonrió y volvió a caer en la cama. –Creo... que anoche la pasamos genial. - rió Axel aún adormecido. 

-O sea que... que... tú y ... yo... yo... - tartamudeó.

-Si linda, si. - sonrió seductor.

-¡OH DIOS MIO! - tapó su cara con vergüenza. - Dime que por lo menos usaste...

- Espera un toque - la interrumpió.- deja que me fije  - él levantó la sabana y echó un vistazo. - Si, usé protección.

- Por el amor de Dios. – tocó el puente de su nariz con fuerza. – toma, ponte tus calzoncillos. - dijo tomándolos con asco y lanzándolos hacia la cama, mientras él reía.

Elizabeth escapó corriendo al baño y se puso su ropa. Aún no podía creer lo qué había hecho, si su madre se enteraba tal vez la mataría. ¡Sin duda!

Terminó de subir su pollera roja y lavó su cara y enjuagó sus dientes. Acomodó su cabello y mientras lo hacía algo llamó su atención.

-¿Qué es esto? - murmuró mirando su mano.

Un anillo de oro con un pequeña gema de color morado brillaba en su dedo anular. Era una pieza preciosa y sin duda muy delicada. Pero ella no usaba joyería la noche anterior, ni si quiera lo había comprado.

Eli salió del baño , miró a Axel quien ya estaba cambiado.

-¿Tú me diste este anillo? - preguntó mostrándole su mano.

- No, es más yo también tengo el mismo, solo que sin la gema. - dijo imitando su acción dejando ver el anillo de oro en su dedo anular.

Ambos se miraron imaginando que podía haber sucedido.

- Creo que esto es una locura... - rió Eli - Tú y yo no nos... - hizo una mueca.

-¿Casarnos? Pfff. - dijo Axel riendo, pero al mismo tiempo se notaba en su risa el nerviosismo y el miedo.

Eli lo miró con los ojos abiertos y luego tomó la mano de Axel para salir a las zancadas por el pasillo.

-¿A dónde vamos? 

- Vamos a verificar que esto no es lo que parece.

En menos de unos minutos los dos llegaron al lugar donde las "Las parejas" se casan. Elizabeth  encaró a la Sra. Que estaba ahí en recepción.

Siempre hay una primera vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora