Una regla, solo una regla fue la que el profesor le había pedido respetar, una y nada más, parecía sencillo, parecía fácil. "No te acerques a Berlín". Sin embargo, ¿Cómo podría haberse resistido a su mirada?, estaba pérdida desde el momento en el que la había mirado. Pero siempre le había gustado jugar con fuego, ahora solo le quedaba rogar, no arder en las llamas. Los personajes de "La casa de Papel" no me pertenecen, todos los créditos van a su creador. Los personajes e historias fuera de este, son de mi completa autoría. 30/05/2018 27/06/2018
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