En manos equivocadas

Si todos fuéramos capaces de saber si las personas nos harán daño jamás habríamos vivido esas inmemorables aventuras; así que el dolor al final, puede ser el precio a pagar por nuestras dichas, el saber en que momento ponerle fin o que hacer después del final, es lo que hay que aprender.

En manos equivocadas plasma un camino de madurez emocional pues esa no se consigue fácilmente sólo al pasar por aguas tranquilas, en ocasiones se necesitan tragedias para crecer... luchar contra el machismo del día a día, malas relaciones, malas decisiones.
Recorrer el poco o muy tradicional camino de la vida y al mismo tiempo imaginar un mundo poco convencional en el que el amor y la compasión o mejor dicho el verdadero significado de lo que es ser un buen ser humano puede existir en cada uno de los 7.53 millones de personas en la Tierra.
Sediendo a las frivolidades y tentaciones de la vida pero aprendiendo a no depender de ellas.