Ryon Sun-Ah no disfrutaba de una buena vida, desde que su hermano se mudara a Europa ella se había quedado sola en su pequeño apartamento. Pasaba los días trabajando de cuidadora en un orfanato, pero después de la gran tragedia ocurrida en este, lo único que le quedaba era aquella pequeña tarjeta que un extraño hombre le había entregado.